Codependencia: cuando un amor sano se convierte en una relación tóxica

Las personas al buscar una pareja, buscan crecer en el amor, al menos eso es lo que debería ser un amor sano, y una búsqueda verdadera de trascender en una relación de pareja, pero muchas veces lo que comienza como algo maravilloso, por alguna niebla extraña, por la vida y las circunstancias de las personas, se puede tornar en una relación insana, una relación tóxica y codependiente.

La codependencia

Todos anhelamos encontrar un amor verdadero y trascendental, que perdure en el tiempo. Es este estado que no sabemos muy bien cómo definir, pero lo que sí sabemos es que es una de las cosas más asombrosas que nos podrían pasar.

Pasar del amor a la codependencia

Desafortunadamente, existe una línea borrosa en la que el amor puede pasar de ser algo hermoso a algo extremadamente insalubre y tóxico. El amor no debe estar empapado de estrés. No se lucha con las emociones, ni se las reprime. Estar junto a una pareja amorosa y en una relación sana no nos envía señales de estrés a nuestro cerebro y tampoco nos llena de ansiedad, una verdadera relación nos hace sentir apoyo y crecimiento.

El amor no nos consume, no nos “come” por dentro. No se supone que sea debilitante, no nos hace querer evitar enfrentar la verdad, porque el amor es la verdad misma. El verdadero amor de compañerismo no nos “chupa”, ni nos priva de las demás relaciones en nuestra vida. Él no permite que descuidemos a otras personas importantes en nuestra vida.

El verdadero amor es hermoso, no es arrogante. Contiene una asociación única, no es una cadena envuelta alrededor de nuestra pierna.

El amor no es una adicción

Cuando el amor, lo que creíamos como amor, se ha convertido en algo que nos drena y lo sentimos como una adicción, esto ya es codependencia. Esto es lo que nos impide respirar sin tener al otro a nuestro lado. Esto trae una nube negra sobre nuestras cabezas cada vez que nos separamos de la otra persona.

Cuando necesitas a alguien para respirar o simplemente sentirte feliz en la vida, no es amor. Es miedo, inseguridad, codependencia. Nada que ver con el amor.

A veces, es posible que ni siquiera te des cuenta de que estás en una relación codependiente. Podrías pensar que es normal amar tanto a alguien, necesitarlo contigo las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Puedes suponer que es normal amar tanto a alguien que cuando peleas quieres morir. Puedes creer que es normal amar tanto a alguien que no recuerdas cómo era la vida sin esa persona.

Pero tenías una vida sin esa persona, y debes tener una vida más allá de ella. Se supone que el amor tiene magia. Eso nos eleva al cielo y nos hace sentir agradecidos por las pequeñas cosas que tenemos en la vida. Se supone que nos haga mejores personas, mejores amigos, mejores personas en general.

El amor no es codependencia, ni lo contrario. No nos quita la energía. Al contrario, nos da energía. No lastima nuestros corazones. La codependencia sí.