Cómo detectar la presión alta a tiempo: 5 signos que no debes ignorar

La presión arterial alta o hipertensión es una condición que afecta a millones de personas en el mundo y que puede tener graves consecuencias para la salud.

La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias al circular por el cuerpo.

Cuando esta fuerza es demasiado alta, puede dañar los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de sufrir infartos, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia renal y otros problemas.

La hipertensión es conocida como el «asesino silencioso» porque muchas veces no presenta síntomas evidentes y puede pasar desapercibida durante años.

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Por eso, es importante medir la presión arterial con regularidad y estar atento a algunos signos que pueden indicar que algo no va bien. En este artículo te contamos cuáles son los 5 signos que no debes ignorar si quieres detectar la presión alta a tiempo y prevenir complicaciones.

1. Dolor de cabeza

Uno de los signos más comunes de la presión arterial alta es el dolor de cabeza, especialmente en la zona de la nuca o la frente. El dolor suele ser intenso, pulsátil y persistente, y puede empeorar con el movimiento o el esfuerzo.

El dolor de cabeza se produce porque la presión alta hace que los vasos sanguíneos del cerebro se dilaten y se inflamen, lo que irrita los nervios y causa malestar.

No todos los dolores de cabeza están relacionados con la hipertensión, pero si se presentan con frecuencia o no se alivian con analgésicos comunes, es conveniente consultar con un médico y medir la presión arterial.

2. Mareos o vértigos

Otro signo de la presión arterial alta es el mareo o el vértigo, que se caracteriza por una sensación de inestabilidad, pérdida de equilibrio o giro del entorno.

El mareo o el vértigo puede deberse a varias causas, como problemas del oído interno, deshidratación o bajadas de azúcar, pero también puede ser un indicio de que la presión arterial está elevada.

El mareo o el vértigo se produce porque la presión alta altera el flujo sanguíneo al cerebro y al oído interno, lo que afecta al sistema vestibular que regula el equilibrio. Si el mareo o el vértigo se acompaña de otros síntomas como náuseas, vómitos, sudoración o palpitaciones, puede ser una señal de una crisis hipertensiva, que requiere atención médica urgente.

3. Visión borrosa

La visión borrosa es otro signo de la presión arterial alta que no debe pasarse por alto. La visión borrosa puede manifestarse como dificultad para enfocar los objetos, ver manchas o destellos de luz, o perder parte del campo visual.

La visión borrosa se produce porque la presión alta daña los vasos sanguíneos de la retina, la capa del ojo que capta las imágenes y las envía al cerebro.

La visión borrosa puede ser temporal o permanente, y puede afectar a uno o ambos ojos. Si no se trata a tiempo, la presión alta puede provocar una retinopatía hipertensiva, una enfermedad ocular grave que puede causar ceguera.

4. Sangrado nasal

El sangrado nasal o epistaxis es otro signo de la presión arterial alta que puede ser preocupante. El sangrado nasal se produce cuando los vasos sanguíneos de la nariz se rompen debido a la fuerza excesiva de la sangre.

El sangrado nasal suele ser leve y se detiene con facilidad aplicando presión sobre las fosas nasales, pero si es frecuente o abundante puede indicar un problema más serio.

El sangrado nasal puede estar asociado a otras causas como alergias, infecciones, traumatismos o sequedad ambiental, pero si se presenta junto con otros signos de la presión alta, es recomendable acudir al médico y controlar la tensión.

5. Dificultad para respirar

La dificultad para respirar o disnea es otro signo de la presión arterial alta que puede ser muy alarmante.

La dificultad para respirar se caracteriza por una sensación de falta de aire, opresión en el pecho o ahogo, que puede empeorar con el ejercicio o el estrés.

La dificultad para respirar se produce porque la presión alta afecta al corazón y a los pulmones, dificultando el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono.

La dificultad para respirar puede ser un síntoma de otras enfermedades como el asma, la bronquitis, la anemia o la ansiedad, pero también puede ser un signo de una insuficiencia cardíaca o una embolia pulmonar, que son complicaciones graves de la hipertensión.

Conclusión

La presión arterial alta es una condición que puede tener graves consecuencias para la salud si no se detecta y se trata a tiempo. Por eso, es importante medir la presión arterial con regularidad y estar atento a algunos signos que pueden indicar que algo no va bien.

Si presentas alguno de estos signos, no los ignores y consulta con tu médico lo antes posible. Recuerda que la prevención es la mejor forma de cuidar tu salud.