La terapia Gestalt forma parte de la corriente humanista en psicología. Su valor reside en el hecho de que sirve para mucho más que poner parches. Si te interesa además tu desarrollo personal esta puede ser la psicoterapia que mejor se adapte a ti.
Son muy conocidas las terapias basadas en la corriente cognitivo-conductual, ya que es la que predomina en psicología. Sin embargo, hay otras muchas alternativas que ofrecen diferentes perspectivas y modos de afrontar los problemas y conflictos. Una de ellas es la Terapia Gestalt, la cual te detallaremos a continuación.
¿Qué es la terapia Gestalt?
Para profundizar mejor en qué consiste esta terapia conviene conocer sus preceptos básicos:
- Vive ahora, es decir, preocúpate del presente más que del pasado o el futuro.
- Vive aquí, es decir, relaciónate más con lo presente que con lo ausente.
- Deja de imaginar: experimenta lo real.
- Abandona los pensamientos innecesarios; más bien siente y observa.
- Prefiere expresar antes que manipular, explicar, justificar o juzgar.
- Entrégate al desagrado y al dolor tal como al placer; no restrinjas tu percatarte.
- No aceptes ningún otro debería o tendría más que el tuyo propio.
- Responsabilízate plenamente de tus acciones, sentimientos y pensamientos.
- Acepta ser como eres.
Los principales representantes de la terapia Gestalt fueron, en 1960, Fritzs Perls y la psicóloga Laura Perls, además del sociólogo Paul Googman. A los pocos años se dividió en una parte más práctica y vivencia, propuesta por Fritzs Perls y otra más filosófica y teórica propuesta por Laura Perls.
Como se puede apreciar por sus preceptos la terapia Gestalt es humanista y holística, lo cual quiere decir que considera al ser humano como un todo. Por lo tanto todo lo que concierne al ser humano está conectado, ya sea para su bienestar como en sus dificultades y conflictos. Esta terapia en vez de poner el foco en los problemas y las patologías, lo pone sobre todo en el desarrollo de cada persona, sus capacidades y propios recursos.
Desarrollo del potencial humano en la terapia Gestalt
Los propios terapeutas que desarrollan este enfoque han pasado antes por la propia psicoterapia, haciendo su proceso de autoconocimiento y desarrollo personal. De esta manera consiguen ser más honestos y auténticos en el encuentro con la persona a la que van a tratar.
En la terapia Gestalt hay un especial interés en el desarrollo y potencial humano. En terapia se propone una oportunidad de crecimiento personal, para que cada persona se responsabilice, adquiera un compromiso consigo mismo y se haga cargo de su propia experiencia. El terapeuta actúa como un guía, para que la persona que se está tratando a través de su creatividad y fluidez acabe encontrando sus recursos personales.
En consecuencia, lo que ocurre durante el desarrollo de la terapia Gestalt, nunca está preestablecido ni determinado. Se trata de un proceso espontáneo, en el que cada persona se involucra, como puede, en sanar la experiencia en cómo se relaciona consigo mismo y, por ende, con los demás.