El matrimonio es una cosa hermosa. Significa aceptar totalmente a alguien, con sus virtudes y defectos. Es declarar a alguien, que alguna vez fue un extraño, como parte de tu familia. Junto a esta nueva unión familiar viene lo inevitable: aceptar a tus nuevos suegros.
Cada suegro es diferente. Algunos pueden ser increíblemente dulces, y felizmente cumplen su papel de nuevos padres. Pero lamentablemente, en muchos otros casos, este no es así. Esta transición a menudo viene acompañada de fricción, desacuerdos y sentimientos heridos.
Si bien es posible que no te lleves bien con tus suegros, en la mayoría de los casos es importante que ustedes como nuevo matrimonio hagan un esfuerzo para establecer una relación pacífica con los suegros.
Los conflictos con los suegros suele ser un tema más común de lo que parece
A veces puede parecer que recibiste un castigo del infierno cuando la ira de tus suegros llueve sobre ti. La verdad es que no estás solo. Es increíblemente común que los recién casados pasen por dificultades similares.
Según el psicólogo Terri Apter de la Universidad de Cambridge, tres de cada cuatro parejas experimentan un conflicto significativo con sus suegros y más del 60 por ciento de las mujeres casadas experimentan un estrés constante debido a sus suegras, en comparación con solo el 15 por ciento de los hombres. Piénsalo.
La cantidad de personas que realmente se llevan bien con sus suegros es una minoría. Especialmente cuando se trata de la relación entre suegra y nuera.
¿Por qué se da este conflicto?
Todos tienen sus propias opiniones. Cuando se trata de los padres, generalmente tienen opiniones firmes sobre lo que es mejor para sus hijos.
Algunos padres sienten la necesidad de implantar sus ideas de lo correcto y lo incorrecto, incluso cuando su hijo se ha mudado para crear su propia familia.
Necesitan que todo se haga a su manera: con quién se casa su hijo, cómo será la boda, cómo la pareja debe gastar su dinero, incluso cómo la pareja debe criar a sus hijos. Estos tipos de padres provienen de sistemas familiares rotos en los que dependen en gran medida de su hijo en lugar de su pareja.
Estos suegros que están involucrados en todo lo que hace su hijo y en todo momento, niegan a la pareja la autonomía que necesitan y por eso surgen problemas.
Algunos de los límites que los suegros ponen a la pareja pueden incluir:
- Presión para tener hijos: la principal fuente de tensión entre una mujer y sus suegros;
- Parientes mayores que intentan mantener su papel de autoridad en un hogar;
- Un suegro sabelotodo y / o que se quiere hacer cargo de todo;
- La creencia de los padres de que nadie es lo suficientemente bueno para su hijo o hija;
- Ideas contradictorias sobre cómo criar hijos;
- Choques de personalidad;
- Préstamo de dinero;
- Presión para ajustarse a las normas religiosas o culturales.
Señales y soluciones
Para tratar de manera saludable estos problemas y resolverlos, esto es lo que necesitas pensar:
- No te tomes demasiado en serio todo lo que tu suegro te diga;
- Cuando la voluntad de un suegro se apodera de tu vida, es hora de un cambio;
- No necesitas ser forzado a hacer algo que no quieres hacer;
- Tus hijos son tus hijos, y tu mereces ser quien establezca las reglas para su cuidado, no sus abuelos;
- Los diferentes tipos de comportamiento se normalizan en diferentes culturas familiares, por lo tanto, trata de ser comprensivo con la relación que tu pareja tiene con sus padres;
- Tu pareja es tu pareja, sus padres son sus padres;
- Debe haber una comunicación abierta entre tú y tu pareja y debes establecer una forma de comunicación abierta con tus suegros, ya sea directa o a través de tu pareja;
- Sé abierto y honesto sobre lo que debe cambiar y los límites que deben establecerse antes de que sea demasiado tarde y hazlos cumplir;
- Al igual que una relación requiere compromiso y esfuerzo para resolver problemas, lo mismo aplica en la relación con tus suegros.
Cuando entras a la vida matrimonial y te embarcas en la creación de una nueva familia con tu pareja, esta familia se convierte en la relación principal en tu vida.
Para construir un sistema familiar estable en el que los niños puedan sentirse seguros y en confianza, ambos padres deben ponerse el uno al otro como prioridad. Y esto significa que deben poner las relaciones, cada uno con sus propios padres, en segundo plano.
Después del matrimonio, la dinámica familiar anterior cambia drásticamente, y para algunos padres, ese cambio es difícil de aceptar.
En una familia inestable donde no hay un vínculo fuerte entre los padres, ellos a veces pueden aferrarse a su hijo, confiando de manera poco saludable en ellos para tener todo el apoyo que necesitan.
Cuando ese niño se casa, la desconexión que se ocasiona puede darles miedo. Esto conduce a una intrusión poco saludable en las decisiones privadas, que causa sentimientos heridos y crisis familiares.
Si tu suegro está dañando tu felicidad y la de tu pareja, es necesario que intervengas. Tú y tu pareja deben expresar sus sentimientos acerca de la situación a través del diálogo y establecer límites para que pueda haber una convivencia sana.
La comunicación es clave, y puede ser conveniente que tu pareja se comunique con sus padres como intermediario. Comprométete en lo que puedas, pero no te conformes si en el fondo sabes que no puedes soportar ciertas cosas. La solución debe provenir de la cooperación de todas las partes involucradas.
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