El lugar donde vives podría influir en el riesgo de padecer Alzheimer

Investigaciones recientes han demostrado que el lugar donde una persona vive puede influir en su riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Texas en Dallas encontró una relación entre la complejidad geográfica del entorno y la salud cognitiva.

Relación entre el entorno y el desarrollo de Alzheimer

Los resultados sugieren que vivir en entornos geográficamente complejos podría reducir el riesgo de Alzheimer, ya que estos entornos estimulan regiones del cerebro relacionadas con la navegación espacial y la formación de mapas mentales, como el hipocampo, que son cruciales para la memoria y la orientación espacial.

Estudio sobre la complejidad geográfica y su impacto en el cerebro

En este estudio, publicado en la revista Alzheimer’s & Dementia: Diagnosis, Assessment & Disease Monitoring, los investigadores analizaron datos de 660 participantes del National Alzheimer’s Coordinating Center, que incluían información demográfica y clínica desde 2005.

Los participantes vivían en los mismos códigos postales durante todas sus visitas a los centros de investigación sobre Alzheimer y se encontraban en diferentes etapas cognitivas, desde salud cognitiva normal hasta diagnóstico de Alzheimer.

Los investigadores encontraron que las personas que vivían en áreas más complejas desde el punto de vista geográfico mostraban una mayor actividad en las regiones cerebrales involucradas en la navegación espacial y el mapeo, lo que podría proteger contra el deterioro cognitivo.

Diferencias en la tasa de diagnóstico según la ubicación

Por otro lado, un estudio realizado por la Universidad de Michigan y Dartmouth College reveló que la probabilidad de recibir un diagnóstico formal de Alzheimer varía significativamente según la ubicación geográfica. Este estudio encontró que las tasas de diagnóstico no solo difieren por factores de riesgo comunes como la hipertensión o la obesidad, sino que también pueden estar influenciadas por el acceso a cuidados primarios y especialistas en neurología, así como por el estigma asociado a la enfermedad en ciertas áreas.

Estas diferencias en la tasa de diagnóstico pueden tener consecuencias importantes, ya que un diagnóstico temprano abre la puerta a tratamientos que podrían ralentizar los cambios cerebrales asociados con la enfermedad de Alzheimer.

Implicaciones y próximos pasos

Estos estudios resaltan la importancia de los factores ambientales y de acceso a la salud en la prevención y manejo del Alzheimer. Vivir en entornos complejos que desafían al cerebro parece ser una estrategia no farmacológica potencialmente útil para retrasar la aparición de la enfermedad.

Además, mejorar la equidad en el acceso a diagnósticos y tratamientos a través de la geografía podría ser crucial para abordar la carga del Alzheimer a nivel nacional e internacional.

Los investigadores sugieren que el próximo paso es investigar cómo las ocupaciones que requieren habilidades de navegación espacial, como los primeros respondedores, arquitectos y agentes inmobiliarios, podrían influir en la resistencia al deterioro cognitivo. Esto podría abrir nuevas vías para intervenciones personalizadas basadas en la estimulación de las capacidades espaciales a lo largo de la vida.

Este enfoque integrador, que considera tanto el entorno físico como el acceso a la atención médica, podría redefinir las estrategias de prevención y manejo del Alzheimer, enfocándose en la importancia de mantener activas las rutas neuronales relacionadas con la orientación y la memoria espacial para proteger la salud cognitiva a medida que envejecemos.