¿Es mejor entrenar en la mañana o en la tarde? Seguramente esta es una duda que sueles tener al momento de practicar alguna rutina ya sea para bajar de peso, tonificar el cuerpo o simplemente mejorar tu salud. A continuación te contaremos cual es el momento ideal para realizar ejercicios y quedar en forma de manera más rápida.
Todos tenemos organismos diferentes, incluso tenemos hábitos completamente distintos; esto nos dice que no siempre vamos a obtener los mismos beneficios que nuestra mejor amiga, y que quizás la rutina de nuestro amigo no es la más adecuada para nosotros.
A veces nos hemos hecho la pregunta ¿en qué horario puedo entrenar?, ya que escuchamos a muchas personas decir que en tal o cual horario es bueno entrenar, ya sea porque estás más activo o porque tu cuerpo esté menos presionado; todo puede influir, lo importante está en comprender que no todos funcionamos de la misma manera y que nuestra rutina diaria puede ser una variable determinante en el logro de los objetivos.
¿Mañana o tarde?
Primero debemos conocer algo que se llama “ritmo circadiano”. El ritmo circadiano comprende los cambios físicos y mentales, incluso los conductuales que se ocasionan en el ciclo de las 24 horas que comprende el día; estas conductas se manifiestan según la luz y la oscuridad, incluyendo las temporadas climáticas. Un ejemplo de cómo funciona este ritmo es la comida, sabemos cuándo es hora de desayunar porque es de día y estamos comenzando a levantarnos, al igual que sabemos que se acerca la hora de la cena al ver que el cielo se comienza a oscurecer.
Como puedes observar, esto es a lo que comúnmente llamamos “Reloj Biológico”. Este reloj indica a nuestro cuerpo cuando es hora de comer, de dormir, incluso de ir al baño; sin embargo, podemos adecuarlo poco a poco con rutina y recompensa a que se adecue a un estilo diferente.
El ritmo circadiano es una variable que nos puede indicar cuándo podemos o mejor dicho, cuando es el monumento en el que nuestro organismo está apto para realizar X o Y actividad; lo que marcará la capacidad de cada individuo al momento de desempeñar dichos ejercicios.
Nuestro organismo se ve dirigido por una cantidad innumerable de variables como lo son la circulación, la temperatura corporal, la frecuencia cardiaca, y sobre todo, las hormonas, así que no siempre será el día o la tarde perfecta para entrenar.
Teniendo en cuentas estas variables biológicas, te vamos a explicar un poco cómo puedes escoger el horario que más se adapte a ti, ya que como lo hemos dicho a lo largo del artículo, nuestros organismos son completa y totalmente distintos.
Horarios factibles para hacer ejercicios
Algunos científicos explican que desde el punto de vista fisiológico y de metabolismo, es recomendable hacer ejercicios en horas alejadas de las comidas, hay quienes recomiendan las 7 de la mañana para comenzar la rutina; pero esto es viable para aquellas personas cuya rutina diaria comience muy temprano, por lo tanto pueden comenzar el día con un buen trote o una rutina de cardio, todo siempre y cuando no sobre pase los 45 minutos.
Para realizar estos entrenamientos mañaneros, debes primero que nada ingerir un vaso de agua al levantarte y procurar comer cosas ligeras como yogurt con frutillas, la comida debe hacerse 10 minutos antes del entrenamiento. Un dato interesante es que debes elongar muy bien, ya que el cuerpo viene de un largo descanso, así evitas lesiones y malestares.
Por otro lado están aquellos que apoyan hacer rutinas a media tarde, es decir entre las 4 y las 6 de tarde. La gran ventaja es que si eres de aquellos que suele salir tarde del trabajo o que simplemente le gusta dormir lo suficiente en las mañanas, este horario es muy cómodo.
Uno de los aspectos que hacen de este horario uno de los favoritos es que ya estás activo y permite que durante la rutina liberes el estrés del trabajo; además, por lo general sueles tener más energías acumuladas del desayuno, el almuerzo y las meriendas, lo que te da más resistencia. Otro punto a favor es que el nivel físico está en su mejor momento, por lo tanto puedes exigirte un poco más, lo que es igual a tener mejores y más notable resultados, incluso en menor tiempo.
Por último, otra ventaja es que ayuda a quemar las energías acumuladas, ayudando a dormir mejor, ya que el sistema está agotado. Eso sí, recuerda que el ejercicio te lleva a comer un poco más, así que debes contrarrestar el hambre con alimentos no tan pesados de noche, y suficiente agua.