Existen numerosas investigaciones sobre lo que lleva a un niño a ser más resiliente que sus pares: la presencia de al menos un cuidador estable, un sentido de autoeficacia, aprender a enfrentar el estrés. Un nuevo estudio muestra que la creatividad también puede ayudar.
Técnicas literarias y resiliencia:
Técnicas literarias específicas, como el cambio de perspectiva, el pensamiento contrafáctico o de «¿qué pasaría si?», y el pensamiento causal o de «¿por qué?», pueden ayudar a los niños a aprender cómo lidiar con dificultades en la vida real, según un estudio publicado por la Universidad Estatal de Ohio en el Journal of Creativity.
El Impacto de la creatividad
«Existen preocupaciones sobre la resiliencia de los niños estadounidenses después del COVID-19 y esta sensación de que muchos niños tienen dificultades en la escuela y en la vida», dijo Angus Fletcher, autor principal del estudio y profesor de inglés de la Universidad Estatal de Ohio.
«La formación en creatividad puede ayudar a los niños a idear un segundo plan cuando las cosas no les están saliendo bien».
Enseñar el Cambio de Perspectiva a los Niños Puede Ayudarles a Ser Mejores Solucionadores de Problemas: El documento consta de dos estudios diferentes en los que participaron niños de tercer, cuarto y quinto grado.
Primer estudio
En uno de los estudios, se dividió a 32 estudiantes en dos grupos. Se pidió a un grupo que pensara en un amigo que tenía habilidades especiales y que podía ayudarlos a resolver cualquier problema.
Esto se llama cambio de perspectiva y es una herramienta literaria. Al otro grupo se le pidió que identificara una cualidad especial dentro de sí mismos.
Luego, ambos grupos se enfrentaron a problemas cotidianos, como no poder asistir a una fiesta de cumpleaños porque estaban fuera de la ciudad. También se les pidió que pensaran en sus propios problemas. Un asombroso 94% del grupo que utilizó el cambio de perspectiva pudo encontrar soluciones para ambos tipos de problemas.
Segundo estudio
En el segundo estudio, 28 estudiantes participaron en un taller de creatividad narrativa de cinco días. Al final, se les pidió a los niños que resolvieran un problema que se les dio y otro problema que idearon por sí mismos, similar al primer estudio.
Los niños encontraron soluciones, pero para poner a prueba su resiliencia, los investigadores les dijeron que esas ideas no funcionarían. Todos los niños que completaron el campamento pudieron idear un segundo conjunto de soluciones.
Conclusiones: Este estudio muestra que los niños pueden ser más flexibles al idear soluciones si utilizan dispositivos creativos. La creatividad, como el cambio de perspectiva y el pensamiento creativo, puede desempeñar un papel fundamental en el desarrollo de la resiliencia en los niños.