Aunque el niño nunca ha estado triste, lo cierto es que el castigo corporal es algo a evitar y algo a lo que nunca se debe recurrir. Se ha demostrado que golpear a los niños tiene consecuencias graves, que tienen un impacto negativo en su desarrollo.
No es bueno tener que recurrir a la popular bofetada a la hora de corregir una determinada conducta del niño. El daño emocional y psicológico es bastante importante y puede tener consecuencias en el futuro.
Las consecuencias para los niños de recibir golpes
Golpear a los niños es una conducta reprobable para los padres, que tendrá una serie de consecuencias que conviene señalar:
El vínculo entre padres e hijos es clave y fundamental para cualquier familia
Si eliges golpear al niño cada vez que su comportamiento es indeseable, es normal que el niño comience a alejarse de sus padres y pierda la confianza o comunicación con ellos.
Es una verdad absoluta que la violencia genera más violencia. Si los padres golpean a los niños, es normal que ellos luego golpeen a otros niños. Los datos así lo demuestran y es que aquellos niños que han recibido castigos físicos por parte de sus padres, tienen más probabilidad de convertirse en agresores.
Obligarlos a la sumisión puede afectar su independencia en el futuro
Al golpear a un niño, lo obligas a ser sumiso y aceptar las órdenes que les des. Sin embargo, los niños a medida que crecen deben ser independientes y autónomos en muchas de sus acciones. Este comportamiento por parte de los padres puede crear niños más dependientes y sumisos que tendrán serios problemas para independizarse.
Los padres deben ser modelos a seguir para sus hijos cuando se trata de crecer y desarrollarse como adultos. Puede que los pequeños no vean que sus padres en ningún momento pueden controlar su ira o se frustran y ceden a las primeras de cambio.
El aspecto emocional es muy importante a la hora de educar a los más pequeños
Si los padres optan por abofetear a sus hijos a las primeras de cambio, estos no podrán controlar sus emociones en ningún momento y tendrán serios problemas a la hora de socializar con otras personas.
Golpear a un niño nunca dará buenos resultados
Finalmente, bajo ninguna circunstancia se debe usar el castigo corporal para corregir el comportamiento de un niño. La educación debe basarse en valores tan relevantes como el respeto o el amor. Un niño es mucho más receptivo a aprender y escuchar cuando siente el vínculo y el apoyo de sus padres que cuando es castigado y golpeado regularmente.
Los padres deben tener paciencia a la hora de educar a sus hijos, pues no es una tarea fácil ni sencilla. No es posible permitir que en el primer tiempo del cambio, los padres elijan el camino más sencillo y recurran a una bofetada para educar adecuadamente a sus hijos.
