Además del pintoresquismo de la imagen de alguien durmiendo con la boca abierta, este hábito supone un riesgo para la cavidad bucal que se reseca y pierde el efecto protector de la saliva.
Efectos negativos sobre los dientes por dormir con la boca abierta
¿Sueles dormir con la boca abierta? Este es un hábito que puede ser tan dañino para el esmalte de los dientes como beber un refresco azucarado justo antes de acostarse.
Científicos de la Universidad de Otago en Nueva Zelanda descubrieron que cuando se deja la boca abierta durante el sueño, la saliva se seca y se pierde la protección antibacteriana de la saliva en la boca.
A medida que la cavidad oral pierde el efecto protector de la saliva, el pH de la boca se vuelve cada vez más ácido, lo que favorece el desarrollo de caries. Los científicos estiman que el daño que se produce en los dientes cuando dormimos con la boca abierta es equivalente al daño que se produce después de consumir una bebida azucarada poco antes de acostarnos (y no nos hemos cepillado los dientes).
En condiciones normales el pH de la boca es de 7,7, es decir, neutro, explican los investigadores. Pero cuando dormimos con la boca abierta, el pH de la boca se vuelve más ácido, 6,6, mientras que en algunos participantes durante el experimento en cuestión el pH llegó a 3,6.
Según los investigadores, el problema es más severo en los dientes posteriores porque allí la boca se seca más. Además, el problema es más intenso en los hombres, ya que duermen más a menudo con la boca abierta en comparación con las mujeres.
“Este estudio es el primero en monitorear continuamente los cambios de pH intraoral en individuos sanos durante varios días. Nuestros hallazgos respaldan la idea de que la respiración por la boca puede ser un factor causal de enfermedades dentales como la erosión del esmalte y la caries”. Señala Joanne Choi, desde el Instituto de Investigación Sir John Walsh de la Universidad de Otago.