Por mucho que no lo quieras admitir, seguramente te gusta salir del baño después de bañarte, y envolverte en una toalla suave, fresca y perfumada, tan perfecta como cuando la compraste.
Sin embargo, probablemente esto no sucede a menudo, ya que tus toallas se han endurecido con el tiempo. Sigue leyendo para saber qué puedes hacer, para devolverle a tus toallas duras la suavidad y la frescura que perdieron.
¿Por qué tus toallas se endurecen? La razón es que el lavado constante, el detergente y el emoliente que usas seguido, hacen que las toallas se endurezcan eventualmente. Pero hay muchas soluciones para esto:
Utiliza vinagre blanco junto con el detergente
Una forma de suavizar las toallas es lavarlas con 1 taza de vinagre blanco. Pon el vinagre en la lavadora junto con el detergente y lávalas en esta mezcla. Es una buena idea realizar este truco una o dos veces al mes porque el vinagre restaura las toallas a su estado original. Incluso puedes agregar la taza de vinagre cada vez que laves tus toallas para que nunca más se endurezcan.
Bicarbonato de sodio para devolverle la suavidad a tus toallas
Otra manera de suavizar las toallas es poner detergente regular y 1/2 taza de bicarbonato de sodio en la lavadora. En el enjuague agrega 1 taza de vinagre blanco. Esta mezcla en particular es ideal para toallas de playa que debido a la sal tienden a volverse duras.
Consejos que debes tomar en cuenta para unas toallas siempre suaves
- No olvides dejar que tus toallas se sequen de manera natural, que es muy importante ponerlas a lavar después de 3-4 usos.
- Lava tus toallas a 30-40 grados centígrados. Si las lavas a mayor temperatura, las endurecerás sin darte cuenta.
- Siempre compra toallas gruesas y pesadas. Las más finas y ligeras no suelen ser de buena calidad y se endurecen muy rápido.
- Compra toallas lo más caras posibles (dependiendo de tu situación financiera). Cuanto más caras sean, se mantendrán esponjosas por más tiempo.
