La indigestión es un problema común. Por lo general, se define como malestar, acidez estomacal, distensión abdominal, gases o dolor en el tracto gastrointestinal superior. Se estima que alrededor del 20% de la población sufre regularmente de indigestión.
Aunque no siempre es posible determinar sus causas específicas, muchas de ellas pueden descartarse. Por ejemplo, una causa común es el crecimiento excesivo de la bacteria Helicobacter pylori en el estómago. Las úlceras pépticas y el reflujo gastroesofágico a menudo también pueden causar acidez estomacal. Si tienes problemas digestivos crónicos, siempre es mejor buscar la ayuda de un médico.
Remedios naturales para la indigestión
Sin embargo, en muchos casos en los que una persona sufre de indigestión sin ninguna causa identificable, existen varios tratamientos naturales que pueden ofrecer un beneficio potencial.
1. Los beneficios de los probióticos para la digestión
Los probióticos son bacterias beneficiosas o levaduras comúnmente utilizadas para combatir los síntomas de la indigestión. El tracto gastrointestinal está revestido de bacterias que pueden realizar una función auxiliar en la digestión. Si algo sale mal y ciertas bacterias problemáticas crecen demasiado, pueden presentarse síntomas de indigestión.
Tomar probióticos es una manera fácil de estimular su sistema inmunológico y ayudar a su cuerpo a deshacerse de las bacterias problemáticas.
Hay muchas marcas de probióticos en el mercado en una variedad de formas, lo que hace que elegir un producto específico sea una tarea abrumadora. Como regla general, es mejor elegir un producto que contenga cepas de bacterias bien estudiadas que hayan pasado ensayos clínicos. Si una marca de probióticos no ayuda, otro producto con diferentes cepas bacterianas aún puede funcionar.
2. Enzimas Digestivas
La ingesta de enzimas digestivas es una forma de apoyar el proceso de digestión de los alimentos para reducir o eliminar los síntomas de la indigestión. La digestión es un proceso complejo que comienza en la boca y termina en el intestino delgado, donde finalmente se absorben la mayoría de los nutrientes.
Dado que la digestión es un proceso complejo, a menudo puede fallar. Los alimentos mal digeridos pueden proporcionar alimento para las bacterias en el tracto gastrointestinal, lo que a su vez puede causar o exacerbar los síntomas gastrointestinales. Al tomar enzimas digestivas y ayudar así a la digestión, se puede restaurar el proceso de digestión de los alimentos y reducir los síntomas.
3. Agrega mucha fibra
Aunque se suele asociar a esto, la fibra no solo es útil para el estreñimiento. De hecho, los estudios muestran que la fibra dietética reduce el riesgo de muerte por todas las causas en un 11 % por cada aumento en la ingesta de fibra de 10 gramos por día.
Se ha demostrado que la fibra tiene posibles beneficios para la pérdida de peso y el control del azúcar en la sangre. Incluso ayuda a reducir el riesgo de enfermedades del corazón.
4. Menta
La menta se ha utilizado durante mucho tiempo como un remedio herbal calmante para el sistema digestivo. Conocida por su efecto antiespasmódico, la menta relaja los músculos del tracto gastrointestinal y tiene un efecto analgésico leve. Además, la menta tiene propiedades antibacterianas y antivirales, lo que puede deberse a su efecto sobre la flora del tracto gastrointestinal.
Los estudios que examinan el uso de aceite de menta para el síndrome del intestino irritable generalmente han encontrado resultados significativos en la reducción de los síntomas de la enfermedad. Estos estudios utilizaron cápsulas con cubierta entérica que contenían aceite de menta. Las cápsulas con esta cubierta evitan la liberación de aceite en el estómago y, en cambio, lo envían al intestino delgado.
Para la indigestión, también se ha encontrado que la combinación de aceite de menta y aceite de comino en una cápsula con recubrimiento entérico es eficaz para aliviar los síntomas. En un estudio, la incomodidad y el dolor en la parte superior del abdomen mejoraron significativamente después de cuatro semanas de tratamiento.
Si bien el aceite de menta generalmente es bastante seguro, algunas personas experimentan acidez estomacal cuando se usa. Por esta razón, se debe tener precaución al utilizar aceite de menta para quienes sufren de acidez estomacal con regularidad.
5. Vinagre de sidra de manzana
El vinagre de sidra de manzana es un viejo remedio popular para casi todo. Si busca en Internet, puedes encontrar historias de personas sobre cómo el vinagre de sidra de manzana les ha ayudado con casi cualquier síntoma o enfermedad. Y aunque su efecto mejor estudiado es la reducción del azúcar en la sangre, los estudios también muestran que el vinagre de sidra de manzana puede ser útil para reducir el colesterol total y los triglicéridos.
Debido a que el vinagre de sidra de manzana es un producto fermentado, generalmente contiene algunos organismos probióticos cuando está crudo, lo que también puede ayudar con los síntomas digestivos. Para aprovechar al máximo el vinagre de sidra de manzana, generalmente recomiendo usarlo crudo, a menos que la persona esté inmunodeprimida.
