Los mejores ejercicios recomendados para las várices

Las venas varicosas o várices, como también se les suele llamar, es una condición en la cual las venas se ensanchan y engruesen presionando contra el tejido de la piel que las recubre; ocasionando que se vuelvan superficiales. Algunos ejercicios pueden resultar importantes tanto para prevenir como para tratar las várices.

Ejercicios recomendados para las várices

¿Qué son las várices o venas varicosas?

Debido a su apariencia típica se puede reconocer fácilmente las venas varicosas. Por lo tanto, la imagen clásica de una vena varicosa muestra una tortuosidad nodular azul o una maraña de venas de la piel dilatadas, que son claramente visibles, especialmente en las piernas.

Esto causa las llamadas varices debido a la caída de las paredes de los vasos, que extienden las venas afectadas. Son más comunes en las mujeres que en los hombres, presumiblemente estimuladas por las hormonas sexuales femeninas. Sin embargo, los varones también pueden verse afectados por las venas varicosas.

Síntomas comunes de la presencia de várices

Los síntomas típicos de la varicosis están más allá de la apariencia característica:

  1. Piernas pesadas y cansadas.
  2. Tensión en las piernas, especialmente en climas cálidos.
  3. Calambre nocturno o calambres en los pies.
  4. Tobillos y pies inflamados debido a la acumulación de agua (edema).
  5. Dolores ardientes o punzantes en las piernas.
  6. Sensación de calor y picazón en las piernas.

¿Por qué se producen las várices?

En el aparato circulatorio del ser humano, la sangre es bombeada por el corazón a través de las arterias al resto del cuerpo. El retorno de la sangre al corazón se hace a través de las venas y es en esta etapa del proceso, cuando pueden producirse las “arañitas vasculares” y en los casos más extremos, las várices.

Esto ocurre por la siguiente razón:

Como es notorio, la parte del cuerpo donde más se refleja este problema es en las piernas. Esto es motivado a que la sangre durante su retorno al corazón, debe superar los efectos de la gravedad ya que su recorrido es ascendente. En las venas, existen unas pequeñas válvulas que operan permitiendo el flujo en una sola dirección.

Si por alguna razón se produce alguna falla en estas válvulas, o su eficiencia disminuye, la sangre tiende a regresarse por la misma gravedad y se produce una contrapresión con la sangre que viene ascendiendo; ocasionando que las paredes de las venas se dilaten por efecto de la presión y afloren hacia la superficie de la piel, lo que provoca la aparición de las várices.

¿Cuáles son los factores de riesgo asociados a las várices?

Muchos de ustedes se preguntarán por qué a algunas personas parece no afectarles esta condición, mientras que a otras es bastante notoria la afección.

Esto obedece a que existen factores asociados, que hacen que exista una propensión a tener venas varicosas. Los más comunes son los siguientes:

  • El género de la persona: Estadísticamente hablando, son las mujeres las que mayormente padecen de esta disfunción; aunque no está del todo claro el porqué de esta propensión.
  • La edad: Como sucede con el resto de los procesos vitales, el de la circulación de la sangre no escapa a la tendencia a hacerse menos eficiente con el pasar de los años; presentándose un debilitamiento en las paredes de las venas y en las válvulas.
  • El estado de gestación: En el embarazo, se produce una serie de cambios hormonales en el organismo que favorecen la aparición de las várices. Esto se suma al hecho de que existe un mayor volumen de sangre circulando por el organismo, por el crecimiento del feto; lo que favorece la aparición de las venas varicosas.
  • Factores hereditarios: Si alguno de los progenitores padece o ha padecido de várices, existe una alta probabilidad de que su descendencia también la padezca.
  • El sobrepeso: Excederse en el peso implica que el corazón debe bombear con más fuerza y mas volumen la sangre, lo que favorece la condición de venas varicosas.

Complicaciones de las venas varicosas

Hay personas en las que esta condición solo representa un problema a nivel estético. Pero existen otras en las cuales pueden producirse complicaciones como la aparición de ulceraciones, rotura de la vena y posterior sangrado como consecuencia y aparición de trombos y otras afecciones.

¿Cómo puede evitarse esta condición?

Los médicos recomiendan el uso de medias de presión, y controlar el sobrepeso. Pero sobre todo, ejercitarse con actividades físicas que involucren a las piernas. Los mejores ejercicios son los siguientes:

  • Abrir y cerrar las piernas: Recostada sobre una superficie plana, deben elevarse las piernas y proceder a unirlas y separarlas durante un minuto.
  • Caminar en puntillas: Este ejercicio puede realizarse a cualquier hora del día y solamente requiere que cada cierto tiempo, se adopte la posición y el desplazamiento se haga sobre la misma.
  • El pedaleo: Consiste en acostarse sobre la espalda y empezar a pedalear como en una bicicleta. Deben realizarse de 15 a 20 movimientos por minuto.
  • Subir las escaleras: Es recomendable hacerlo siempre que se presente la oportunidad. El ejercicio generará una mayor eficiencia sobre cada escalón, el apoyo se realiza con la mitad de la planta del pie.
  • Caminar sobre las puntas de los pies: También lo puedes hacer a cualquier hora del día, brindando una mayor efectividad si se intercala con el desplazamiento en puntillas.
  • Movimientos con el pie: Recuéstate sobre tu espalda y estira las piernas hacia arriba. Eeleva la punta de tus pies hacia arriba y luego hacia abajo. Intenta mantenerlo durante un minuto, hazlo un total de 20 veces.
  • Rodilla al pecho: Recostada sobre la espalda, intenta llevar la rodilla cerca del pecho tomando con ambas manos tu pie, y sostenlo por 10 segundos, realiza varias sesiones con cada pierna.

Todos estos ejercicios fomentan una buena circulación en la parte inferior del cuerpo, lo que favorece que la sangre fluya con más libertad hacia el corazón; disminuyendo así la presión sobre las paredes de las venas de las piernas y siendo efectivos para tratar las várices.

Otras alternativas de tratamiento para las várices

Primero, se necesita un examen completo para determinar si se trata de una varicosis primaria o secundaria. Además, debe aclararse si las venas profundas de la pierna están afectadas o si existe otra afección, por ejemplo, una enfermedad renal o cardíaca, que también puede causar retención de agua en las piernas.

Varias técnicas de imagen, como ultrasonido o imagenología de las venas en la imagen de rayos X con un agente de contraste inyectado, brindan información sobre cambios más profundos en las venas varicosas.

Una vez confirmado el diagnóstico, se puede iniciar el tratamiento. Dependiendo de las características individuales y la severidad de la enfermedad, esto puede incluir las siguientes medidas :

  1. Terapia de movimiento y ejercicios recomendados para las várices.
  2. Terapia de compresión utilizando medias de compresión médicas.
  3. Esclerosis química de várices pequeñas (esclerosis).
  4. Escleroterapia con láser o radioterapia..
  5. Tratamiento farmacológico, especialmente para la prevención de la trombosis (p. Ej., a través de ungüentos con hirudina, que son anticoagulantes).
  6. Posibles medicamentos diuréticos.
  7. Extirpación quirúrgica de la vena afectada (extracción u otros procedimientos quirúrgicos) seguida de terapia con medicamentos y de compresión.

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