El virus del Zika es una enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes, este mosquito es el mismo que transmite el Dengue y el Chikungunya, el cual fue descubierto en el año 1947 en monos del bosque Zika de Uganda en África, de ahí proviene su nombre. Este virus es del genero Flavivirus y pertenece a la familia de los flaviviridaes.
En el año 2007 fue detectado el primer brote de la enfermedad y se calificó al Zika como una enfermedad infecciosa emergente, capaz de extenderse a áreas en donde esté presente el mosquito Aedes. Y así fue como en el año 2014 el virus alcanzó la Isla de Pascua y posteriormente llegó a América.
Cómo se trasmite el virus del Zika
Existen dos tipos de mosquitos Aedes, el aegypti que no puede sobrevivir en climas fríos y el albopictus, el cual es capaz de vivir en climas con menor temperatura. Estos mosquitos se infectan al picar y tener contacto con la sangre de una persona infectada, de esta manera transmitirá el virus a una persona sana al picar nuevamente.
Otros mecanismos de transmisión suelen ser:
- De madre a hijo: Si la madre está contaminada con el virus, al momento del parto el bebe también se infectará. Puede ocurrir incluso antes del nacimiento ya que el virus es capaz de atravesar la barrera placentaria, por otro lado, es importante informar a la población que el virus no puede ser transmitido a través de la lactancia materna.
- A través de contacto sexual: el virus puede ser transmitido del hombre a la mujer a través del semen, ya que la vida media del virus es más prolongado en éste que en la sangre.
- A través de transfusiones sanguíneas: ya que el virus está presente en la sangre de las personas infectadas, mediante la transfusión sanguínea éste pasa directamente al torrente sanguíneo de la otra persona.
También se consideran factores de riego para contraer el virus del Zika, el haber viajado a regiones en donde haya habido casos recientes de infección.
Síntomas del virus de Zika
Por lo general, la virosis presenta una evolución benigna. Los síntomas aparecen 7 días después de que la persona haya sido infectada por el mosquito, debido a que este es el periodo de incubación del virus, en donde no se presenta sintomatología y a veces se puede extender hasta por 12 días, esto quiere decir que sabrás que tienes la enfermedad de 7 a 12 días después de haber sido picado.
Esta enfermedad se puede presentarse de forma moderada o sin síntomas y suele caracterizarse por la presencia de síntomas concretos como:
- Fiebre o elevación de la temperatura corporal moderadamente, por ello también es conocido como fiebre Zika.
- Enrojecimiento de los ojos sin secreción ni picazón.
- Erupción eritematosa en piel (puntos rojos) que suele causar menor comezón que la erupción causada por el virus del Chikungunya.
- Dolores articulares esporádicos, no tan fuertes como los que se presentan en la Chikungunya.
- Dolores musculares y dolores de espalda
- Cefalea o dolor de cabeza
- En algunos casos se han visto problemas neurológicos congénitos, se han observado casos de microcefalia en bebes de madres que presentaron Zika durante el embarazo.
Además debe tener antecedente de haber estado en países con presencia del mosquito Aedes o en la Isla de Pascuas durante las dos semanas previas al inicio de los síntomas, o que la pareja sexual del paciente haya retornado de un viaje a lugares con mosquitos de esta especie en el último mes.
Prevención y tratamiento del Zika
La prevención del Zika se basa en la reducción o eliminación de los mosquitos mediante el descarte de los lugares de cría (cauchos que puedan contener agua de lluvia, baldes de agua sin tapas a la intemperie, flores o plantas capaces de retener agua de lluvia, etc.) debido a que el mosquito necesita del agua para reproducirse.
También se recomienda el uso de mosquiteros para disminuir el contacto entre los mosquitos y las personas, uso de aire acondicionado, el uso de repelentes y por último se recomienda proteger puertas y ventanas con malla metálica.
Al ser una virosis el tratamiento es sintomático, es decir, se tratarán los síntomas que se vayan manifestando. En la mayoría de los casos no se amerita hospitalización y puede ser tratada en casa.
En general, se recomienda que el paciente se mantenga en reposo, la ingesta de abundantes líquidos para reponer las posibles pérdidas, el uso de acetaminofén o paracetamol como antipirético y analgésico, para calmar la fiebre y el dolor articular, muscular y la cefalea es la primera opción.
También se recomienda el uso de antihistamínicos o antialérgicos para calamar el prurito asociado a la erupción.
Si presenta algún otro síntoma o si el estado neurológico del paciente se ve muy deteriorado se aconseja visitar nuevamente a su médico.