El mal de Chagas o enfermedad de Chagas es una enfermedad infecciosa común en países de Latino América, llegando a ser considerada un gran problema de salud pública en el continente, que ha logrado propagarse y estar presente en todo el mundo.
El nombre científico de esta enfermedad es Tripanosomiasis humana, una parasitosis causada principalmente por el parasito Tripanosoma cruzi, microorganismo que es transmitido al humano a través de un vector.
Se denomina vector, al organismo que posee de forma natural un agente infeccioso que no lo afecta a el mismo y que de alguna manera es capaz de transmitir a otro ser viviente. En este caso el vector de la tripanosomiasis es el Chipo o chinche, los cuales son insectos hematófagos de la subfamilia Triatominae.
Cómo se trasmite el mal de chagas
Este pequeño animal porta el parasito causante de la enfermedad de Chagas en su orina y heces, por lo cual el principal mecanismo de transmisión es a través del contacto directo de las mucosas o heridas presentes en la piel del individuo con las mismas, también puede ser transmitido a través de ingesta de alimentos contaminados, durante transfusiones sanguíneas con sangre infectada o mediante transmisión vertical, es decir durante el embarazo.
Estos insectos por lo general viven en los techos de las casas de zonas rurales y durante la noche salen para alimentarse con sangre humana, al picar la piel expuesta, el chipo comienza a succionar sangre y a su vez a hincharse, esto conlleva a que aumente la presión en los órganos del animal por lo cual comienza a orinar y a defecar cerca de la lesión.
Por lo general la picada del Chipo causa escozor, que hace que el individuo comience a rascarse, de esta forma arrastra la orina y las heces a la herida causada por la picadura, permitiendo la entrada del parasito al organismo.
Síntomas y signos del mal de chagas
Según el desarrollo de la enfermedad y los síntomas que presenta el paciente, la enfermedad se divide en dos etapas, la fase aguda la cual si no es tratada puede progresar a la fase crónica.
Fase aguda
En la fase aguda se presenta fiebre de más de 7 días de duración, aumento del tamaño del hígado y del bazo, alteraciones cardíacas de rápida aparición, nauseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, pérdida de apetito, dolores musculares y articulares, cansancio, aumento del volumen de parpados de uno de los ojos y aparición de “Chagóma de inoculación” que no es más que un pequeño nódulo subcutáneo en el lugar de la picadura del chipo.
Fase crónica
Fase crónica a su vez esta fase se subdivide en dos, la enfermedad de Chagas en fase crónica indeterminada o asintomática y la enfermedad de Chagas en fase crónica determinada o sintomática.
- Fase crónica asintomática, aunque el paciente se encuentre infectado, este no presenta ningún síntoma cardiovascular, digestivo, etc.
- Fase crónica sintomática, el paciente presenta sintomatología cardiovascular o digestiva (el Intestino grueso o colon y esófago son los principales órganos afectados después del corazón).
- Cardiopatía Chagásica: es la principal causa de muerte en estos pacientes, se manifiesta con palpitaciones y dificultad para respirar al realizar algún tipo de esfuerzo. Esto es debido a que la enfermedad de Chagas provoca el crecimiento del musculo cardiaco y al suceder esto el funcionamiento de este órgano se verá afectado.
- Esofagopatía Chagásica: también conocida como acalasia o mega esófago, es el crecimiento anormal de la musculatura y mucosa del esófago además de destrucción de su inervación, causando a su vez alteraciones motoras de dicho órgano. Por lo general los pacientes presentaran dificultad y dolor para deglutir, regurgitación del contenido del estómago y eructos.
- Colopatía Chagásica: afecta la parte distal del intestino grueso (colon sigmoides y recto). está alteración provoca la dilatación de esta porción del órgano provocando distención abdominal, dificultad para evacuar y obstrucción intestinal.
Tratamiento
La enfermedad de Chagas puede ser tratada, siempre y cuando el paciente no se encuentre en un estadio muy avanzado de la enfermedad o en fases terminales. Este tratamiento consiste en la administración por vía oral de dos antiparasitarios, bajo estricta supervisión médica, ya que suelen tener gran cantidad de efectos secundarios.
Estos dos antiparasitarios son el Benznidazol y el Nifurtimax, cuya función es combatir a los parásitos (Tripanosomas) causantes de esta enfermedad.
Este tratamiento tiene gran efectividad durante la fase aguda de la infección, mientras que en la fase crónica su eficacia disminuye, es aquí en donde yace la importancia de hacer un diagnóstico temprano de la patología.
Por lo general el tratamiento en niños y jóvenes hace que estos manifiesten menos efectos adversos de los que tendría una persona adulta, por eso se considera que las personas en edades tempranas poseen una mayor tolerancia al mismo, pero debe ser omitido en mujeres embarazadas o durante la lactancia materna.