Si has estado atrapado en un ciclo constante de pérdida y aumento de peso sin importar lo que hagas, es posible que estés concentrado en tácticas incorrectas para perder peso. Lo creas o no, tu rutina para ir a dormir puede ser un factor que contribuye a tu aumento de peso porque quizás estás teniendo malos hábitos a esa hora que debes modificar. Pero la buena noticia es que ajustando tu rutina un poco puedes volver al camino correcto para alcanzar tu peso ideal.
Malos hábitos a la hora de acostarse que te están haciendo ganar peso
Presta atención a los siguientes hábitos que son catalogados como malos, e identifica si estás teniendo alguno de ellos. Posiblemente ese sea la razón de porqué estás subiendo de peso, o por qué no puedes bajarlo.
1. Bocadillos en la noche
Al final de un largo día, cuando nos sentamos a ver nuestro programa de televisión favorito, es difícil no agarrar unas palomitas de maíz. Sin embargo, estudios han demostrado que comer alimentos tarde por la noche puede conducir al aumento de peso. No solo eso, sino que puede aumentar los niveles de insulina y colesterol, y afectar negativamente el metabolismo y los marcadores hormonales implicados en enfermedades del corazón, diabetes y otros problemas de salud.
Descubrir qué tan tarde es demasiado tarde para ti depende del momento en que te vas a dormir. Sin embargo, una buena regla empírica es dejar de comer alimentos y bocadillos después de las 6:00 p. M., Y si es absolutamente necesario para ti comer algo, agarra alimentos bajos en calorías como pepino, apio o verduras bajas en calorías.
2. La falta de sueño
La vida puede ser muy estresante. Hay tanto que hacer durante el día y no parece no haber horas suficientes para hacerlo. Debido a esto, a menudo ponemos el sueño en un segundo plano, pero investigaciones han demostrado que la falta de sueño es un factor que contribuye al aumento de peso.
Los investigadores creen que la falta de sueño altera la liberación de dos hormonas que ayudan a tu cuerpo a regular el hambre. Cuando te falta sueño, tu cuerpo generará más ghrelina, que estimula el apetito, y menos leptina, la cual suprime el apetito.
Se recomienda que un adulto duerma por lo menos siete horas por noche para mantener el apetito en el camino correcto y mantener un peso deseado.
3. Pasarse frente a la pantalla antes de acostarse
Por mucho que nos guste desplazarnos a través de nuestro feed de Facebook antes de acostarnos, puede que no sea la mejor opción para nosotros en lo que respecta a nuestro peso. Estudios demuestran que estar en dispositivos, como teléfonos y computadoras portátiles justo antes de acostarse, puede inhibir el sueño, lo que, como sabemos, puede generar un aumento de peso.
Nuestros dispositivos contienen luz azul, y aunque esto es bueno durante el día porque aumenta la atención, el tiempo de reacción y el estado de ánimo, estas no son necesariamente las cualidades que queremos cuando estamos tratando de conciliar el sueño.
La luz azul en los dispositivos afecta nuestro patrón de sueño, y se ha demostrado que la falta de sueño contribuye al aumento de peso, por lo que mantenerse fuera de tus dispositivos durante la noche puede ser tu mejor opción si deseas mantener a raya los kilos.
Estar frente a una pantalla a altas horas de la noche es uno de los malos hábitos que la mayoría de las personas tienen hoy en día. Se recomienda que guardes las pantallas al menos dos horas antes de acostarte para garantizar un mejor descanso.
4. Beber cafeína en la noche
Para muchas personas, las mañanas y el café van de la mano. Eso es porque la cafeína en el café ayuda a bloquear las moléculas en el cuerpo que inducen el sueño. Cuando bebemos cafeína, ya sea café, té o refresco, estamos evitando el sueño, que, como sabemos, está relacionado con el aumento de peso.
No solo eso, sino que los investigadores han podido relacionar el consumo de ácido clorogénico, que se encuentra en el café, con el aumento de peso.
Entonces, si eres un amante del café, reserva tu taza para la mañana y no te sirvas una taza después de la cena, si deseas mantener un peso saludable.
5. Dormir con la luz encendida
Si eres fanático de dormir con una luz encendida, ya sea una lámpara de noche, una luz nocturna o incluso la luz del pasillo, es posible que, sin saberlo, estés contribuyendo al aumento de peso. Un estudio descubrió que la exposición incluso a una pequeña cantidad de luz aumenta el peso y también se asocia con un aumento de la depresión.
A veces puede ser difícil combatir hábitos previos, pero si has estado durmiendo con la luz encendida, considera apagarla cuando sea hora de dormir. Cierra las persianas, usa cortinas opacas, deja tu teléfono celular y tus dispositivos electrónicos fuera de la vista y apaga la alarma.
6. Falta de ejercicio
Con nuestros horarios ocupados, a veces puede ser difícil adaptar un tiempo de entrenamiento, por lo que necesitamos encontrar un momento libre y dedicarnos al ejercicio, sin importar la hora. Hay rumores de que hacer ejercicio antes de irse a la cama puede hacer que te resulte más difícil conciliar el sueño, y como aprendimos antes, menos horas de sueño se relacionan con un aumento de peso. Estos rumores, sin embargo, son falsos.
Una encuesta descubrió que un sorprendente 83% de los participantes que hacían ejercicio todos los días (en cualquier momento del día) experimentaban un mejor sueño por la noche.
Por lo tanto, si estás teniendo dificultades para dormir, intenta realizar ejercicios de relajación, como yoga o estiramiento.
Lograr y mantener el peso ideal a veces puede parecer una batalla cuesta arriba. No es tan simple como ejercitarse un poco más o comer un poco mejor. A veces hay factores que contribuyen a nuestro peso que ni siquiera consideramos. Nuestros cuerpos son complejos, y todo a lo que estamos expuestos, puede afectarlo. Estar al tanto de tus rutinas diarias y ajustarte en consecuencia te ayudará a bajar esos kilos no deseados.