Mantén tus pulmones fuertes y saludables con estos consejos

pulmones fuertes y saludables

Si alguien te dijera las palabras “vida saludable” en este momento ¿qué tan pronto pensarías en consejos para unos pulmones fuertes y saludables? Nadie puede negar cuán vital es realmente este sistema de órganos. Compuesto por nuestras vías respiratorias, pulmones y los músculos y vasos sanguíneos conectados a ellos, el sistema respiratorio transporta oxígeno por todo nuestro cuerpo y hace posible todo lo que hacemos.

Entonces, cuando algo sale mal con nuestro sistema respiratorio, todo nuestro cuerpo sufre a causa de ello. Afortunadamente, hay muchas cosas que podemos hacer para mantener saludable este sistema de órganos vitales.

9 consejos para unos pulmones fuertes

Los pulmones nunca descansan. En solo un día, una persona sana respira casi 25.000 veces. Cambios simples en el estilo de vida, los cambios en la dieta y los hábitos saludables pueden ser muy beneficiosos para tus pulmones.

Deja de fumar

El primero y más importante es comprometerte a dejar de fumar. ¿Qué sucede cuando dejas de fumar?

  • 20 minutos: la frecuencia cardíaca y la presión arterial disminuyen.
  • 12 horas: tus niveles de monóxido de carbono vuelven a los de un no fumador.
  • 14 días: mejora la circulación y la función pulmonar.
  • 1 año: el riesgo de sufrir un ataque cardíaco es la mitad que el de una persona que fuma.
  • 5 años: tu riesgo de accidente cerebrovascular es la mitad que el riesgo de un fumador.

Evita el humo de segunda mano

No existe una exposición segura al humo de segunda mano. Cuando estás cerca de una persona que fuma, inhalas los mismos productos químicos peligrosos que el fumador. Respirar incluso un poco de humo de segunda mano puede ser peligroso.

  • El humo de segunda mano tiene más de 4.000 sustancias químicas.
  • Muchos de estos productos químicos son tóxicos y causan cáncer.
  • Inhalas estos químicos cuando estás cerca de alguien que fuma.

Limita tu exposición a contaminantes

Además del humo del cigarrillo, hay varios otros contaminantes presentes en el aire que son dañinos para los pulmones y la salud en general. Incluso las fragancias sintéticas utilizadas en diversos productos de lavandería y ambientadores emiten sustancias químicas tóxicas.

Consume suficiente vitamina D

Un estudio publicado encontró que los niveles más altos de vitamina D se asociaron con una mejor función pulmonar. En el verano, dependiendo de dónde vivas, la mayoría de las personas pueden obtener suficiente vitamina D del sol.

A medida que se acercan los meses de invierno y el sol desaparece, puede valer la pena invertir en suplementos de vitamina D. La vitamina D también se puede encontrar en alimentos como el pescado azul, las yemas de huevo y las carnes rojas.

Evita las áreas altamente contaminadas e industrializadas

Pon tu granito de arena para minimizar la contaminación exterior y ayudar a crear un medio ambiente más limpio. Por ejemplo, siempre que sea posible, camina o monta en bicicleta en lugar de conducir.

Al construir o remodelar tu casa, opta por opciones ecológicas como gabinetes sin formaldehído, linóleo en lugar de pisos de vinilo, pinturas con bajo contenido de COV o sin VOC, etc.

Mejora el aire interior

El aire interior está más contaminado que el aire exterior. Las alfombras, la pintura, los tableros de partículas, los detergentes, las tintas de impresora y otros artículos domésticos liberan sustancias químicas. Las plantas de interior filtran el aire y eliminan las toxinas.

El control de la filtración y el uso de ventilación para diluir los contaminantes son los métodos principales para mejorar la calidad del aire interior en la mayoría de los edificios. Las unidades residenciales pueden mejorar aún más la calidad del aire interior mediante la limpieza rutinaria de alfombras y tapetes o definitivamente prescindir de ellos.

Usa al menos 2 plantas de interior por cada 30metros cuadrados de espacio. Estas plantas deben estar en macetas de 22 a 26 centímetros.

Haz ejercicios de respiración profunda todos los días

La respiración suministra oxígeno a todas las células del cuerpo. Sin suficiente oxígeno, las personas son más propensas a tener problemas pulmonares e incluso enfermedades cardíacas.

Con ejercicios regulares de respiración profunda, puedes fortalecer fácilmente tus pulmones.

También puedes ayudar a eliminar las toxinas que pueden estar acumuladas en los pulmones. Esto, a su vez, ayuda a mejorar el rendimiento pulmonar y despejar las vías respiratorias.

Mejora tu postura

Estudios han demostrado que, sentarse encorvado, baja la capacidad pulmonar porque la posición aprieta los pulmones haciéndolos más pequeños. Entonces, para una solución muy rápida, siéntate derecho para obtener la mejor capacidad pulmonar que puedas. Una buena postura también puede ayudar con el dolor de espalda.

Toca un instrumento de viento

Puedes tocar un instrumento de viento como flauta, oboe, tuba, saxofón, órgano bucal o clarinete para mejorar la salud de tus pulmones. Necesitas utilizar la capacidad de tus pulmones al máximo para tocar cualquiera de estos instrumentos. Esto le da a tus pulmones un entrenamiento regular y ayuda a mejorar su capacidad de aire.

Notas finales sobre cómo fortalecer los pulmones

El cuerpo tiene un sistema de defensa natural diseñado para proteger los pulmones. Esto funciona muy bien la mayor parte del tiempo, evitando la suciedad y combatiendo los gérmenes.

Sin embargo, varias sustancias nocivas pueden dañar las vías respiratorias y amenazar la capacidad de los pulmones para funcionar correctamente, lo que puede provocar enfermedades pulmonares.

Algunas enfermedades pulmonares comunes son asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), bronquitis, neumonía, enfisema, fibrosis quística, tuberculosis, cáncer de pulmón y síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA).

Las personas con enfermedad pulmonar tienen dificultad para respirar y algunas enfermedades incluso pueden provocar insuficiencia respiratoria.