Nadie compraría otro refresco de dieta si supiera lo que el aspartamo hace a su cerebro

¿Sabías que el aspartamo es uno de los edulcorantes artificiales más consumidos en el mundo? Veamos a continuación lo que el aspartamo le hace al cerebro.

Se encuentra en muchos productos dietéticos, como refrescos, yogures, chicles y postres. Muchas personas lo usan para reducir las calorías y el azúcar en su dieta, pero ¿sabes lo que le hace a tu cerebro?

El aspartamo y el sistema nervioso

El aspartamo está compuesto por dos aminoácidos: fenilalanina y ácido aspártico. Estos son componentes naturales de las proteínas que se encuentran en los alimentos, pero cuando se consumen en forma de aspartamo, pueden tener efectos nocivos sobre el sistema nervioso.

Esto se debe a que el aspartamo se descompone en el organismo en tres sustancias: fenilalanina, ácido aspártico y metanol. El metanol es un alcohol tóxico que se convierte en formaldehído, una sustancia cancerígena que puede dañar las células nerviosas.

La fenilalanina y el ácido aspártico pueden atravesar la barrera hematoencefálica, que protege al cerebro de sustancias dañinas, y alterar el equilibrio de los neurotransmisores, que son las moléculas que transmiten los impulsos nerviosos.

Los efectos del aspartamo sobre los neurotransmisores

Los neurotransmisores son esenciales para regular el estado de ánimo, la memoria, el aprendizaje, la atención, el sueño y otras funciones cognitivas.

El aspartamo puede afectar a varios de ellos, como la serotonina, la dopamina, la acetilcolina y el glutamato.

La serotonina es un neurotransmisor que influye en el humor, la ansiedad, la depresión y el apetito. El aspartamo puede disminuir los niveles de serotonina en el cerebro, lo que puede provocar cambios de humor, irritabilidad, depresión y ansiedad.

Además, al reducir la serotonina, el aspartamo puede aumentar el apetito y favorecer el consumo de más alimentos dulces.

La dopamina es un neurotransmisor que interviene en el placer, la motivación, la recompensa y la adicción.

El aspartamo puede interferir con la liberación de dopamina en el cerebro, lo que puede causar una disminución del placer y una mayor necesidad de consumir más aspartamo para obtener el mismo efecto. Esto puede generar una dependencia psicológica al aspartamo y dificultar su abandono.

La acetilcolina es un neurotransmisor que participa en la memoria, el aprendizaje, la concentración y el movimiento. El aspartamo puede inhibir la actividad de la acetilcolina en el cerebro, lo que puede provocar problemas de memoria, confusión, dificultad para concentrarse y coordinarse.

El glutamato es un neurotransmisor que estimula la actividad neuronal y facilita el aprendizaje y la memoria. Sin embargo, cuando hay un exceso de glutamato en el cerebro, puede causar una excitotoxicidad neuronal, es decir, una muerte celular por sobreestimulación.

El aspartamo puede aumentar los niveles de glutamato en el cerebro, lo que puede provocar daños neuronales irreversibles.

¿Qué puedes hacer para proteger tu cerebro?

Si quieres cuidar tu salud cerebral y evitar los efectos negativos del aspartamo, lo mejor es que reduzcas o elimines su consumo. Hay otras formas más saludables de endulzar tus alimentos y bebidas, como usar miel, stevia o fruta fresca.

También es importante que lleves una dieta equilibrada y variada, rica en alimentos naturales y nutritivos, como frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, frutos secos, semillas, huevos, pescado y carnes magras. Estos alimentos te aportarán los nutrientes esenciales para mantener tu cerebro sano y fuerte.

Además, no olvides hacer ejercicio físico regularmente, dormir bien y practicar actividades que estimulen tu mente y tu creatividad. Así podrás mejorar tu estado de ánimo, tu rendimiento cognitivo y tu calidad de vida.

Fuentes y referencias