¿Por qué criar princesas si puedes criar guerreras?

Muchas veces, las niñas reciben mensajes que las limitan y las condicionan a ser dóciles, obedientes y dulces, sin expresar su opinión, su enojo o su desacuerdo. Además, se les valora más por su aspecto físico que por sus capacidades, talentos o personalidad.

Se les enseña que deben actuar como en los cuentos de hadas, esperando ser rescatadas por un príncipe azul que las haga felices.

Estos estereotipos pueden tener consecuencias negativas en el desarrollo de las niñas, ya que pueden afectar su autoestima, su autonomía, su seguridad y su libertad. Pueden hacerlas sentir inferiores, dependientes, temerosas y sumisas.

Pueden impedirles explorar sus intereses, expresar sus emociones y defender sus derechos. Pueden exponerlas a situaciones de abuso, violencia o discriminación.

La crianza alternativa de las niñas

Por el contrario, criar a niñas como guerreras significa fomentar su empoderamiento, su confianza, su fortaleza y su creatividad. Significa apoyarlas para que sean ellas mismas, sin imponerles roles o expectativas basadas en su género.

Significa respetar sus gustos, sus sueños, sus decisiones y sus diferencias. Significa educarlas para que sean capaces de valerse por sí mismas, tanto en lo material como en lo emocional.

Las niñas guerreras son niñas que se sienten libres de ser quienes son, sin miedo al qué dirán o al rechazo. Son niñas que se atreven a cuestionar, a probar, a equivocarse y a aprender. Son niñas que se reconocen como agentes de cambio, capaces de transformar el mundo con su inteligencia y su corazón.

Consejos para criar a niñas guerreras

una mujer que está sola

Rompe con los estereotipos de género que limitan las posibilidades de las niñas

No les digas cómo deben jugar, vestir, hablar o comportarse por ser niñas. Déjalas elegir lo que les gusta y lo que les hace felices.

Valora a las niñas por lo que son y no por lo que parecen

Reconoce sus cualidades, sus logros, sus esfuerzos y sus virtudes. No las alabes solo por su belleza o su dulzura. Hazles saber que son mucho más que su apariencia.

Fomenta la expresión de las emociones en las niñas

No les digas que no lloren, que no griten o que no se enojen. Ayúdalas a identificar lo que sienten y a canalizarlo de forma positiva. Enséñales que todas las emociones son válidas y que no hay emociones de niñas o de niños.

Promueve la autonomía y la responsabilidad en las niñas

No las sobreprotejas ni hagas todo por ellas. Anímalas a hacer cosas por sí mismas, a asumir retos y a resolver problemas. Dale la oportunidad de participar en las tareas del hogar y de colaborar con los demás.

Estimula la curiosidad y la creatividad en las niñas

No les des respuestas hechas ni soluciones fáciles. Invítalas a preguntar, a investigar, a experimentar y a crear. Ofreceles recursos y materiales variados para que exploren sus intereses y desarrollen sus habilidades.

Ofrece modelos positivos de mujeres a las niñas

No solo les cuentes cuentos de princesas pasivas o damiselas en apuros. También les puedes leer historias de mujeres reales o ficticias que hayan destacado por su valor, su talento o su contribución al mundo. Muéstrales ejemplos de mujeres diversas y exitosas en diferentes ámbitos.

Respeta los derechos de las niñas y enséñales a defenderlos

No les impongas tu voluntad ni invadas su intimidad. Respeta sus opiniones, sus preferencias, sus tiempos y sus espacios. Enséñales a decir no cuando algo no les gusta o les hace daño. Infórmales sobre sus derechos y sobre cómo protegerlos.