¿Por qué el aire de tu hogar podría ser más dañino que el del exterior?

El entorno urbano definitivamente no es bueno para nuestra salud. Además, los peligros pueden acechar no solo en las calles, sino en el interior de nuestras propias casas. Por ello te hablaremos de los problemas con el aire en nuestros hogares y cómo solucionarlos.

Aire contaminado en el hogar

¿Qué es lo que contamina el aire?

Debido a las grandes industrias, las emisiones de los vehículos y la falta de bosques cerca de las megalópolis, más del 80% de la población de las ciudades del mundo respira aire sucio. En general, nueve de cada diez personas en el mundo respiran aire con una alta concentración de sustancias nocivas.

Todas estas sustancias penetran discretamente en casas y apartamentos a través de puertas y ventanas abiertas; tan solo observa la acumulación de hollín y polvo en los alféizares de las ventanas o en los accesorios interiores.

Además, cada apartamento tiene sus propias fuentes de contaminación: polvo, partículas de productos químicos domésticos, pelo de animales. Por lo tanto, el aire de la casa puede ser incluso más peligroso para la salud que el del exterior.

1. Partículas sólidas

Un indicador clave de la contaminación del aire es la concentración de partículas. El polvo domestico puede verse, pero las partículas más peligrosas (las PM10 y PM2.5 ultrafinas) son tan pequeñas que son imperceptibles al ojo humano. El primero es seis veces más delgado que un cabello y el segundo es 24 veces más delgado.

Estas partículas consisten en una mezcla compleja de sustancias: sulfatos, nitratos, amoniaco, cloruro de sodio, hollín, polvo mineral y agua. Y aparecen debido a las emisiones de los vehículos, y la erosión del suelo.

Las partículas PM10 son capaces de penetrar profundamente en los pulmones y asentarse en ellos. Las PM2.5 son tan pequeñas que penetran en las membranas y van directamente al sistema circulatorio. 

Estas infligen daños graves para la salud: provocan cáncer y enfermedades cardíacas. Y también pueden afectar el estado de ánimo, causar dolores de cabeza, reducir el rendimiento de una persona e incluso reducir la capacidad intelectual

2. Gases nocivos

La capa de ozono en la atmósfera superior es importante para mantener la vida en el planeta, pero a nivel del suelo, el ozono es un componente del smog. Ocurre debido a la reacción química de los gases de escape industriales y de transporte con la luz solar, por lo que el nivel más alto de contaminación por ozono se observa cuando hay clima despejado.

 Un exceso de este gas en el aire puede provocar problemas respiratorios, deteriorar la función pulmonar y causar enfermedades pulmonares. El ozono es uno de los principales

Factores del riesgo de morbilidad y mortalidad por asma.

El dióxido de nitrógeno y el dióxido de azufre también pueden estar implicados en el desarrollo de asma, bronquitis y neumonía. Es casi imposible deshacerse de ellos: estos gases aparecen como resultado de la generación de electricidad y la calefacción en las ciudades.

3. Polvo doméstico y artículos para el hogar

La principal fuente de polvo doméstico común son los propios residentes de la casa. Este está formado por células muertas de la piel, caspa, cabellos, pelo de animales, y fibras de la ropa. Por eso, incluso con las ventanas cerradas, el polvo aún se acumulará en nuestro apartamento. 

Las partículas pequeñas flotan constantemente en el aire, mientras que las partículas más grandes se depositan en las superficies. Además, una gran cantidad de parásitos microscópicos peligrosos (ácaros del polvo) viven en alfombras, colchones y almohadas. Y estos frecuentemente son culpables de las alergias y asma.

Además del polvo, existen otros problemas: la evaporación de los productos químicos domésticos. Por ejemplo, disolventes, barnices, pinturas, aerosoles. Estos pueden contribuir a la formación de sustancias nocivas, en particular el fenol, estireno y formaldehído. Este último promueve el desarrollo de tumores cancerosos.

Cómo limpiar el aire de tu hogar

La concentración de contaminantes en casa puede ser de 2 a 5 veces mayor que en el aire de la ciudad. Ahora, ¿qué puedes hacer al respecto?

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1. Deshazte de los materiales dañinos

Trata de no comprar muebles que sean perjudiciales para la calidad del aire. Esto incluye tableros de partículas, tableros de fibra, polietileno, goma espuma, poliuretano y otros materiales sintéticos. Los más amigables con el medio ambiente son el parquet o el tablero de parquet, las baldosas cerámicas y el papel o empapelado ecológico de yute o bambú. 

Es importante verificar la composición de cualquier pegamento, no debe contener tolueno. Al elegir una pintura para tu techo, es preferible que sean composiciones a base de agua. Por lo general, son seguras y no contienen disolventes.

2. No fumes en casa

El humo de tabaco es un gran contaminante del aire y es un factor de riesgo importante para el cáncer y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Si no puedes dejar este mal hábito, al menos podrías fumar fuera de casa.

Investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley descubrieron que la nicotina residual se asienta en todas las superficies visibles de una habitación y reacciona con el ozono y el óxido de nitrógeno. 

En este caso, aparecen nuevos compuestos: carcinógenos potenciales. La inhalación de estas sustancias se ha denominado tabaquismo terciario y se ha demostrado que es peligrosa para la salud.

3. Haz limpieza regularmente

Para eliminar el polvo y el pelo de las mascotas que se ha asentado en las superficies, conviene limpiarlas en húmedo con agentes limpiadores al menos una vez a la semana. Ten en cuenta que algunas formulaciones solo se pueden usar en áreas bien ventiladas, así que lee las instrucciones con atención. 

Los productos químicos domésticos no deben contener ftalatos, fosfatos, tensioactivos iónicos, cloro, amoniaco, disolventes de petróleo, formaldehído, butilglicol, etilenglicol, compuestos orgánicos volátiles. También es mejor evitar los colorantes y fragancias artificiales.

4. Instala un purificador de aire

Es poco probable que incluso una limpieza a fondo elimine las partículas PM2.5. Un paño húmedo y una aspiradora no serán demasiado efectivas en este caso: estas pequeñas partículas están suspendidas en el aire y no se depositan en las superficies.

Para mantener el aire siempre limpio, los dispositivos técnicos especiales son muy útiles: purificadores con filtro HEPA. Estos son capaces de eliminar al menos el 99,97% de las partículas sólidas con un tamaño de 0,3 micrones. 

Dichos purificadores son esenciales si pasas mucho tiempo en casa, por ejemplo, si trabajas de forma remota. Y también si en el hogar viven niños, personas mayores o cuando alguien cercano a ti tiene asma.