Todos recordamos a nuestro primer amigo de la infancia. Cuando nos despertamos con impaciencia y entusiasmo esperando encontrarlo en la escuela.
Pero incluso como adultos, los amigos siguen siendo una parte extremadamente importante de nuestras vidas. Compartimos con ellos nuestros problemas, les pedimos su consejo, nos reímos hasta las lágrimas, lloramos en su hombro, pasamos la noche hablando y profundizando.
Para los niños, la amistad es una parte vital de la edad adulta, pero también de su desarrollo social y emocional.
Los beneficios de la amistad para los niños
Los estudios han demostrado que las amistades permiten que los niños aprendan más sobre sí mismos y desarrollen su propia identidad.
Pero no son solo los beneficios sociales y emocionales que los niños obtienen de una amistad.
La amistad puede incluso tener un efecto positivo en su salud
Según los estudios, los niños que a menudo jugaban con amigos activos se esforzaban más y hacían ejercicio y no tenían baja autoestima.
Sin embargo, no siempre es fácil para los niños saber cómo gestionar las amistades y cómo hacer nuevos amigos.
Pero es importante que ellos construyan sus propias relaciones, aunque como padres, los adultos quiera intervenir.
Hay muchas maneras de ayudar a los niños a hacer amigos y desarrollar sus habilidades sociales.
¿Cómo ayudar a los niños a tener mejores relaciones de amistad?
- Ayuda a tu hijo a desarrollar habilidades sociales positivas desde una edad temprana.
- Muéstrale a tu hijo cómo funcionan las amistades dejándole ver cómo trata a sus amigos.
- Ayuda a tu hijo a encontrar otros niños con intereses similares y pasatiempos comunes.
- Ayúdalos a encontrar nuevas áreas de interés o aumenta su confianza en sí mismos.
Las amistades de la infancia están llenas de altibajos y desafíos
Habrá tensiones, malentendidos e incluso peleas. Es necesario estar atento para ver hasta qué punto estas controversias pueden afectar la psicología del niño. Sin embargo, muchas de estas situaciones servirán para que el niño sea más adaptable a su medio.
Si tu hijo se ha peleado con un amigo, tómate el tiempo para hablar con él o ella sobre cómo se siente. Comparte algunos consejos y ayúdalo a comprender que le puede pasar a cualquiera, pero lo más importante es darse cuenta a tiempo.
Los lazos entre los niños comienzan a desarrollarse desde una edad muy temprana, pero en diferentes formas dependiendo de su edad, porque la capacidad de desarrollar amistades varía de una edad a otra. Por ejemplo, una relación amistosa puede durar poco al principio, pero en cualquier caso es especialmente importante para los niños.
