¿Qué es el Estrés Postraumático y cómo se puede tratar?

Algunas personas, tras enfrentar un episodio en el que su vida o su integridad física estuvieron expuestas a una situación de peligro, pueden desarrollar el Trastorno de Estrés Postraumático.

Mujer que sufre estrés postraumático

Aunque es completamente normal que un evento imprevisto en el que la seguridad física o emocional se vea comprometida genere unos altos niveles de estrés, por lo general, la mayoría de las personas se recuperan y continúan con su vida normal.

Sin embargo, en determinados casos, el individuo no experimenta una recuperación tras el incidente ni logra superar lo que sucedió, al contrario, el hecho como tal se instala a nivel psíquico y constantemente le invaden pensamientos intrusivos y pesadillas, además de otros síntomas que disminuyen su tranquilidad y le desequilibran a nivel emocional.

¿En qué consiste el Estrés Postraumático?

Es un trastorno de ansiedad que suele presentarse en personas que han tenido contacto de forma directa o indirecta con un estímulo que representa un riesgo para su vida o la de otras personas y se manifiesta por medio de los siguientes síntomas:

A nivel físico

Se pueden presentar síntomas asociados con la Ansiedad al recordar el hecho que desencadenó el trastorno como:

  • Palpitaciones o taquicardia.
  • Insomnio.
  • Dificultad para respirar, sensación de asfixia o ahogo.
  • Incremento de la transpiración.

A nivel Cognitivo

  • Dificultad para concentrarse.
  • Recuerdos frecuentes del acontecimiento:

Las personas con Estrés Postraumático reviven una y otra vez los sucesos que detonaron el trastorno por medio de pensamientos aterradores, intrusivos y recurrentes o por continuas pesadillas.

A nivel Psicológico

  • Alucinaciones:

Basadas en la idea de que se ésta viviendo el evento traumático nuevamente.

  • Dificultad para recordar con exactitud los detalles del episodio traumático por el que atravesó el individuo.
  • Desconexión con el Placer: Se manifiesta mediante el desinterés por aquellas actividades que le resultaban placenteras, la tendencia es a mantenerse aislado.
  • Nerviosismo Constante: Los individuos suelen estar estresados, tensos, sobresaltados y asustados todo el tiempo.
  • Irritabilidad: Se asocia en muchos casos con la culpabilidad o la pérdida del control.
  • Aislamiento: Se producen conductas evasivas con respecto a los lugares, personas o cosas que puedan activar el recuerdo del suceso traumático.

Algunos de los hechos que pueden ocasionar Estrés Postraumático son los siguientes:

  • Estar en medio de sucesos violentos en calidad de víctima como: Robos, atracos, enfrentamientos armados, violencia intrafamiliar, violación o abuso sexual.
  • Privación de la libertad: A través del encarcelamiento o secuestro.
  • Sobrevivir a un desastre natural.
  • Estar en medio de una guerra, entre otros.

¿Cómo tratar el Estrés Postraumático?

Si los síntomas descritos anteriormente persisten al menos por un período de un mes y se descarta cualquier otra enfermedad física que esté desencadenando este malestar, el especialista en salud mental deberá emitir el diagnóstico.

El tratamiento, por lo general, es una combinación entre medicamentos y Psicoterapia. Se suelen recetar Antidepresivos o Ansiolíticos, claro está que esto se lleva a cabo por un acuerdo previo entre el especialista y el paciente, respectivamente.

A nivel de Psicoterapia se emplea:

La Terapia Cognitivo Conductual:

Ha resultado exitosa en el tratamiento del Trastorno de Estrés Postraumático, por medio del empleo de técnicas dirigidas a trabajar en los procesos cognitivos que regulan el pensamiento. Consiste en entrenar a los individuos para que transformen sus pensamientos (influyen sobre los sentimientos y conductas),  la manera de concebir la realidad, y les proveen de las herramientas necesarias para enfrentar los eventos de manera satisfactoria.

Terapia de Exposición:

Se trata de recrear una situación similar al hecho traumático (por medio de la imaginación o de forma virtual) en un ambiente seguro (consultorio) para fortalecer a la persona y enseñarla a enfrentar este o cualquier otro episodio adecuadamente.