Independientemente del estímulo que hay desencadenado tu ansiedad, existen algunos hábitos que puedes incorporar a tu rutina diaria para reducir el estrés innecesario.
Son muchos los motivos que pueden provocarnos una ansiedad y un estrés intensos, como tener que empezar un gran proyecto, en el que trabajamos durante mucho tiempo o incluso sucesos repentinos que nunca esperábamos que sucedieran.
Sin embargo, hay muchos que experimentan una ansiedad intensa en un momento en el que nada de lo anterior está sucediendo. En este caso, los pensamientos irracionales y los posibles escenarios pueden «inundar» nuestro cerebro, provocando una fuerte presión, ya que los niveles de estrés suben a niveles peligrosos.
3 hábitos diarios que reducen el estrés
El estrés es la «respuesta» a un estímulo estresante, externo o interno, y los síntomas aparecen a nivel físico, emocional o incluso social. Independientemente del estímulo que desencadenó nuestra ansiedad, existen ciertos hábitos que podemos incorporar a nuestra rutina diaria para reducir el estrés innecesario y deshacernos de escenarios ominosos.
1. Jardinería
La jardinería es conocida por sus beneficios para la salud mental. Ya se trate de las macetas del balcón o de tu jardín, cuidar tus plantas puede ser una fuente de relajación y alivio del estrés.
La exposición al sol, el contacto con la tierra y las flores es suficiente para ayudarnos a relajarnos y sentirnos más tranquilos mientras que los movimientos repetitivos que realizas mientras cuidas tus plantas permiten que el cerebro se tome un descanso de las obligaciones diarias y los innumerables mensajes de texto.
2. Organización y ordenación
El proceso de organización es muy importante, ya que de esta forma no solo logras liberar la tensión sino que al mismo tiempo organizas y creas tu espacio exactamente como lo deseas. Intenta limpiar tu oficina de todo lo que no necesitas y luego organiza todos tus artículos de acuerdo con la frecuencia con que los usas o la importancia que tienen.
Ordenar, aunque se trata de una simple limpieza, tiene propiedades curativas porque da un respiro mental de la preocupación constante por cuestiones difíciles de la vida cotidiana. Nos ayuda a sintonizar nuestro cerebro en un estado energético sistemático, que podemos aplicar a otras áreas de nuestra vida para lograr nuestros objetivos.
3. Estiramientos y respiraciones
Es importante no olvidar cuidar nuestro cuerpo a través de la dieta y el ejercicio. Tómate unos minutos para estirar el cuerpo y relájate respirando profundamente. Un aliado para reducir el estrés es el yoga, que combina ejercicios de estiramiento y respiración controlada.
A medida que la respiración y los movimientos corporales se vuelven más controlados, el cerebro sigue el mismo patrón, lo que facilita la concentración en el momento presente.