Qué es el ‘grounding’ y cómo beneficia a tu salud mental y física

El grounding, también conocido como ‘earthing’, es una práctica que implica conectar físicamente con la tierra, una técnica antigua que ha ganado popularidad en los últimos años como un método para mejorar la salud mental y física.

Esta práctica consiste en caminar descalzo sobre la tierra, la hierba o la arena, permitiendo que el cuerpo entre en contacto directo con la superficie de la Tierra.

La ciencia detrás del grounding

La idea detrás del grounding se basa en la teoría de que el contacto directo con la tierra puede influir positivamente en nuestra salud.

La superficie de la Tierra tiene una carga eléctrica negativa y se cree que al entrar en contacto con ella, el cuerpo puede neutralizar los radicales libres, que son moléculas inestables conocidas por dañar las células. Esta neutralización podría reducir la inflamación y mejorar el bienestar general.

Beneficios para la salud mental

Desde el punto de vista de la salud mental, el grounding puede ser especialmente beneficioso. Proporciona una oportunidad para la meditación y la reflexión, ayudando a reducir el estrés y la ansiedad.

La conexión con la naturaleza a través del grounding también puede mejorar el estado de ánimo y aumentar los sentimientos de tranquilidad y serenidad. Algunos estudios han sugerido que el grounding puede mejorar el sueño y reducir la tensión y la fatiga mental.

Impacto en la salud física

En términos de beneficios físicos, practicar el grounding regularmente puede tener un impacto positivo en diversas áreas de la salud.

Se ha sugerido que puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor, mejorar la circulación sanguínea y la presión arterial, y fortalecer el sistema inmunológico. Además, al promover un estado de relajación, el grounding puede ayudar a aliviar dolores musculares y tensiones.

Cómo practicar el grounding

Practicar el grounding es simple y accesible. Consiste en pasar tiempo descalzo al aire libre, preferentemente en superficies naturales como la hierba, la tierra o la arena.

Incluso unos pocos minutos al día pueden ser beneficiosos. Para aquellos que no tienen acceso fácil a estas superficies naturales, existen productos como almohadillas y sábanas de grounding diseñadas para imitar los efectos de la conexión con la tierra.

Conclusión

El grounding es una práctica antigua que ofrece numerosos beneficios tanto para la salud mental como física. Al conectar directamente con la tierra, se puede experimentar una reducción en el estrés, la ansiedad y la inflamación, mejorando así el bienestar general.

Como una técnica simple y natural, el grounding es una herramienta accesible para mejorar la calidad de vida y fomentar un mayor equilibrio y armonía en nuestro día a día.