¿Qué es el narcisismo y cómo es ser criado por un padre narcisista?

Una persona narcisista se caracteriza por tener una falta de empatía, un sentido muy grande de grandiosidad y superioridad, y una necesidad crónica de admiración y validación. Lidiar con una personalidad narcisista en cualquier ámbito ciertamente puede ser agotador y desesperante. ¿Pero cómo se desarrolla la relación entre un hijo y un padre narcisista?

Padres narcisistas

El trato de un padre narcisista hacia sus hijos

Todos tenemos algo de narcisismo en nosotros. El narcisismo es parte del ser humano y es una etapa de desarrollo estándar para los adolescentes y adultos jóvenes. Sin embargo, cuando el narcisismo comienza a interferir con el funcionamiento de una persona en el hogar y el trabajo, se vuelve problemático e incluso puede transformarse en un trastorno de la personalidad

Los narcisistas creen genuinamente que son únicos y que tienen derecho a ser tratados de manera especial, además de tener una necesidad crónica de admiración y validación, a cualquier costo.

Los niños no ofrecen el tipo de retroalimentación positiva continua que anhelan los narcisistas, por eso los padres narcisistas tienden a tener dos reacciones diferentes. Por un lado, algunos pierden el interés por sus hijos por completo y buscan otras fuentes de validación. 

Otros ven a sus hijos como un reflejo de sí mismos y se vuelven hiper-involucrados y controladores. En ambos casos, hay una desconexión; incluso si se trata del padre narcisista demasiado involucrado, este está emocionalmente distante y carece de calidez.

Cómo funciona la mente de un padre narcisista

Todavía no hay mucha documentación sobre el impacto que ocasiona ser criado por un narcisista a nivel individual, y se ha estudiado aún menos a escala social. Sin embargo, esta falta de investigación formal no significa que los expertos en el tema no tengan teorías.

Según ellos, algo que se observa comúnmente en padres narcisistas es que usan a sus hijos como una ruta hacia el progreso personal. Un padre narcisista, se ve bien y se siente bien consigo mismo debido al éxito de su hijo. De la misma manera que un narcisista puede presumir a su pareja, el padre puede presumir a su hijo con los demás, como si fuera un trofeo.

Los padres narcisistas tienen grandes expectativas de sus hijos – demasiadas expectativas. Ellos impulsan a sus hijos para que sobresalgan en los deportes, les vaya bien en la escuela, asistan a universidades prestigiosas y trabajen en carreras de alto nivel. 

Los padres narcisistas creen que sus hijos son especiales y merecen oportunidades y privilegios especiales, y se niegan a tolerar nada que no sea la perfección. Ven a sus hijos como una parte de ellos mismos. Y cuando sus hijos no logran cumplir con sus expectativas, retiran su afecto y se desconectan.

Impacto psicológico en los hijos

Un niño no está equipado para manejar esta desconexión por parte de sus principales cuidadores. Necesitan padres que sean consistentes, que estén disponibles y que los aprueben incondicionalmente para formar vínculos seguros. 

Siendo adultos, dependemos de estos lazos formados en la infancia para dictar cómo nos relacionamos con los demás, cómo nos vemos a nosotros mismos e incluso cómo enfrentamos el estrés. Cuando se interrumpe la formación de ese apego, los impactos pueden durar toda la vida.

Los padres narcisistas engendran hijos con una gran cantidad de problemas psicológicos. Estos problemas incluyen tasas de depresión y ansiedad superiores a la media. También falta de autorregulación, trastornos alimentarios, baja autoestima, deterioro del sentido de identidad, abuso de sustancias y perfeccionismo.

El narcisismo afecta indirectamente a otros padres

Por otro lado, el narcisismo de otros padres se infiltra en la forma en que el resto de nosotros criamos a nuestros hijos. El enfoque implacable de los narcisistas en los logros de sus hijos crea competencia entre los niños y entre los padres. Las dichosas «guerras de mamás» tienen su raíz en la crianza narcisista.

La mayoría de las personas que se ven involucradas y obligadas a adoptar una crianza competitiva no son narcisistas. Hoy en día vivimos en una cultura competitiva donde el éxito se mide por las buenas calificaciones, las universidades a las que se asiste, la riqueza y el estatus en lugar de los niveles de empatía y compasión de alguien. Hemos creado un mundo en el que es casi imposible salir adelante a menos que seas un narcisista.

Incluso los padres con las mejores intenciones se ven arrastrados a este ciclo. La mayoría de los padres que presionan a sus hijos para que ingresen a escuelas prestigiosas, o para que obtengan calificaciones sobresalientes solo desean ayudarlos genuinamente a que avancen en una sociedad con opciones limitadas y una creciente división entre los ricos y los pobres. 

Pero este enfoque puede inculcar rasgos narcisistas en los niños a menos que los padres equilibren la competencia con la empatía y la compasión.

Otro aspecto peligroso de adoptar esta forma de crianza es la manera en que el enfoque en el materialismo y el estatus cambia el barómetro de la paternidad para todos nosotros. Cuando los padres narcisistas compran a sus hijos preadolescentes celulares caros y les organizan fiestas grandes y llamativas, sus demostraciones exageradas de afecto se vuelven deseables para otros niños.

Los padres no quieren decepcionar a sus hijos, por eso ceden y les compran las mismas cosas. Muy pronto, será raro ver a un preadolescente que no tenga un celular, y en ese momento los padres narcisistas buscarán formas aún más elaboradas de mostrar su afecto.

A qué se debe la presencia cada vez mayor de los narcisistas

El narcisismo moderno tiene sus raíces en los albores del movimiento individualista en el siglo XIX, pero la tecnología se ha apoderado de esa creciente tendencia hacia el individualismo y la ha convertido en una forma de vida. 

Hoy en día, los consumidores esperan una experiencia de compra online adaptada a sus preferencias y una televisión adaptada a sus hábitos de visualización. Cada aspecto del mundo en línea se centra en el individuo, y cada vez más personas alrededor del mundo pasan la mayor parte de su día utilizando aparatos electrónicos.

Esta creencia en ser especial está en la raíz del narcisismo, y es donde la autoestima sana y el narcisismo divergen. Cuando investigadores de la Universidad de Princeton, E.E.U.U. estudiaron las raíces del narcisismo en los niños, encontraron que fue predicho por la sobrevaloración de los hijos por parte de los padres. 

Los niños se volvieron narcisistas, al menos en parte, al interiorizar las ideas infladas de sus padres sobre ellos. Y a los padres narcisistas se les conoce por hacer precisamente eso.

No existe una fórmula simple para predecir quién se convertirá en narcisista o cómo reaccionará un niño al ser criado por uno. La crianza importa, pero la genética y los rasgos de personalidad de un niño también influyen. 

Una cosa que podemos garantizar es que los hijos de narcisistas estarán llenos de dudas e inseguridades el resto de sus vidas. La pregunta es de qué manera se van a manifestar.