¿Por qué mi hijo adolescente casi no me habla?

Como padres, pocas veces nos hacemos conscientes del paso del tiempo y aunque podemos distinguir los cambios notables en nuestros hijos a nivel físico, les seguimos viendo como aquel pequeño que sosteníamos en nuestros brazos y que dependía de nosotros para todo, es por ello que de golpe sentimos un choque al ver que ese chiquillo un buen día se convierte en alguien callado y un poco diferente.

Mi hijo adolescente no quiere hablarme

No hallamos las respuestas ni la explicación lógica ante tales comportamientos y la única explicación es que tu hijo está creciendo y atravesando la difícil etapa de la adolescencia. Sobre cómo manejarlo no existe un manual porque cada caso es distinto pero lo importante es que inicialmente conozcas las causas.

Rebeldías y problemas con la autoridad:

La adolescencia es una etapa en la que el individuo experimenta grandes cambios y transformaciones a nivel físico y psicológico. Tu hijo está cambiando y quizás le cueste lidiar con tantas cosas.

Es en este período cuando se fortalece la identidad y quizás entre en conflicto con las figuras de autoridad. Le pueden comenzar a molestar los sermones o que le digan lo que tiene que hacer.

No es fácil ser padre de un adolescente porque puede llegar a verte como el obstáculo para llevar una vida libre, sin embargo, debemos emplear nuevas estrategias que nos faciliten el camino para el acercamiento con nuestros hijos.

Rechazan o reclaman atención:

Para ellos son períodos de extrema confusión porque por una parte sienten la necesidad de ser libres y muchos se creen capaces de tomar sus propias decisiones pero también requieren de la atención de sus padres.

Como padres, entre tantas obligaciones y compromisos cotidianos puede suceder que descuides un poco el cuidado del adolescente porque ya lo miras como una persona que no necesita tanto de ti pero es todo lo contrario, es cuando más te necesita, no como su juez sino como esa persona que está allí no solo para corregirle también para apoyarle.

Temor a las Represalias:

El trasfondo de la poca o nula comunicación de los adolescentes con los padres puede estar relacionada con el miedo a ser reprendidos por acciones que ellos saben que están mal.

Si te muestras como una persona autoritaria, dura e inflexible, ese adolescente obviará comunicarte aquello que sabe que vas a condenar, por el contrario, si promueves el acercamiento mediante un poco de flexibilidad, él hallará la forma de comunicarse.

No se trata de apoyar cosas indebidas o que comprometan su bienestar, sólo trata de ponerte en su lugar y recordar cuando fuiste adolescente.

Falta de comunicación y confianza:

Quizás la relación entre tu hijo y tú presentaba problemas  y hasta ahora no lo habías notado, en este caso, lo ideal es buscar espacios para el acercamiento pero no desde la imposición sino de manera progresiva con la finalidad de mejorar la comunicación, la confianza y fortalecer el vínculo.

Tu hijo adolescente está construyendo su identidad:

Es una etapa de muchos cambios y transformaciones en todos los aspectos y es posible que necesite tiempo para asimilar nuevas realidades y encontrarse a sí mismo. Muchas veces puede que le pidas respuestas que ni el mismo tiene.

¿Cómo ayudarle?

Lo principal es brindarle amor, comprensión, apoyo y proveerle las herramientas necesarias para que pueda actuar de manera responsable. Es de suma importancia que existan límites sanos en la relación.

El respeto es clave para que la relación entre padres e hijos pueda funcionar pero debe ser ejercido por ambas partes, si tu hijo no quiere comunicarse en determinado momento respétale su decisión pero hazle saber que estás allí para él.