Las personas que padecen de tensión muscular, frecuentemente se encuentran en la búsqueda de formas simples y rápidas para aliviar los dolores y molestias que producen los músculos tensos. Sin embargo, a menudo olvidan la solución más simple: el movimiento. Los músculos tensos a veces se recuperan mejor cuando se mueven. Pero hay otros consejos para resolver la tensión muscular, como por ejemplo la relajación, y a continuación podrás conocer más sobre esta técnica.
Las posturas incorrectas que tenemos mientras dormimos, el trabajo continuo que tenemos frente al ordenador durante horas, algunas tareas domésticas o estar de pie durante mucho tiempo, provocan tensiones musculares incómodas y, muchas veces, dolorosas.
Cómo relajar músculos tesos con la relajación
Aprende esta técnica simple y muy eficaz de estiramiento, que puedes aplicar en cualquier momento para relajar tus músculos rápidamente.
Antes de comenzar a relajar los músculos, es conveniente que realices un pequeño ejercicio de respiración, mediante el cual conseguirás dejar tu cuerpo en óptimo estado para la relación.
- Debes inhalar muy suave y lento por las fosas nasales.
- Mientras inhalar, debes visualizar tu vientre como si fuera un globo que comienza a inflarse.
- Una vez que alcances el máximo de tu inhalación, haz una leve pausa, y retoma exhalando lentamente por la nariz, lo más lento que puedas.
Repite estas respiraciones el máximo tiempo que puedas, es muy beneficiosa para reparar nuestro cuerpo y mejorar nuestro estado de ánimo, al mismo tiempo que nos ayuda a relajarnos y prepararnos para el ejercicio de relajación para los músculos tensos. Te invitamos a leer los beneficios de la respiración nasal.
Técnica para relajar músculos tensos
1. Siéntate o acuéstate en la posición que te sea más cómoda, de preferencia en un lugar tranquilo y silencioso. Utiliza ropa cómoda cuando vayas a practicar la relajación, esto te ayudará a concentrar mejor la atención en tu bienestar.
2. Observa tu cuerpo y analiza los puntos que están tensos. Con la mente, recorre cada uno de ellos para descubrir todas las regiones en las cuales los músculos están más tensos de lo normal.
3. Visualiza esas regiones de tu cuerpo, sin intentar relajarlas. Apenas observa con atención hasta que las reconozcas plenamente los puntos más tensos.
4. Concéntrate en una de ellas, sin intentar relajarla. En realidad, lo que debes es contraer por 10 segundos y relajar rápidamente, como si soltaras esa tensión de repente. Intenta mantener esta relajación contando lentamente hasta 15.
5. Repite tres veces la contracción en cada punto, sin provocar dolor, y luego relaja de repente. Espera cerca de 30 segundos a 1 minuto y repite cada serie de contracción y relajación.
6. Continúa repitiendo este procedimiento con cada región identificada como tensa, hasta relajar los músculos de todo el cuerpo.
7. Cuando termines, relaja de manera integral durante 2 minutos, prestando atención en las regiones que anteriormente no les habías dado tanta atención.
Con esta técnica, cansarás los músculos suavemente y ellos se relajarán con el esfuerzo realizado. Con el tiempo, aprenderás a realizar esta técnica, pero debes comenzar poco a poco y sin forzar mucho.