Si tu gato está resfriado esta es la señal número uno

La mayoría de los dueños de mascotas pueden estar de acuerdo en que no hay nada peor que ver a tu amigo peludo sufriendo. Ya sea que tu perro necesite una cirugía de emergencia, tu gato tenga una infección renal o tu pez se vea un poco letárgico, los problemas de salud de una mascota pueden ser tan estresantes para ti como para ellos. Eso también se aplica a enfermedades más pequeñas. Por ejemplo, un gato resfriado.

gato de color miel en una ventana taza verde bufanda celeste

¿No estás seguro de qué es eso? Más adelante, te diremos cuál es la principal señal de que tu gato puede tener un resfriado (y qué significa exactamente). Sigue leyendo para conocer maneras fáciles de ayudar a tu gatito a sentirse más cómodo y cómo saber cuándo es el momento de visitar a su veterinario.

Características de un gato resfriado

Probablemente, sepas lo que es tener un resfriado como ser humano. Tu nariz se tapa, tus ojos se vuelven llorosos, te sientes letárgico y tal vez incluso tosas o estornudes. Resulta que es algo similar para los gatos. Al igual que las personas, los gatos pueden resfriarse y presentar síntomas como secreción nasal, estornudos constantes, fiebre leve y deshidratación, entre otros.

Los gatitos también transmiten estos resfriados de manera similar a los humanos. Los gatos pueden resfriarse a través de la exposición a un virus o bacteria. Los gatos de exterior son mucho más propensos a resfriarse que los gatos de interior debido a sus frecuentes interacciones con otros gatos.

Estas enfermedades también se ven con más frecuencia en lugares con muchos gatos, como albergues. Allí, los resfriados pueden transmitirse a través del contacto directo con gatos infectados, así como con artículos infectados, como tazones de comida y agua, cajas de arena y juguetes. Al igual que los humanos, los gatos sin síntomas pueden transmitir resfriados.

Diferencia entre un resfriado de gato y la gripe felina

También vale la pena señalar que existe una diferencia entre el resfriado de un gato y la gripe felina, también llamada rinotraqueítis viral felina. Con respecto a la gripe, tu gato necesitará atención especial. Una vez infectado, el animal se convierte en portador del virus de por vida, que puede permanecer latente y volver a causar síntomas durante períodos de estrés y debilitamiento de la inmunidad.

En gatitos pequeños, gatitos mayores y gatos con enfermedades crónicas o inmunosupresoras, como FIV y FELV, la enfermedad puede convertirse en una forma grave e incluso mortal.

Esta es la principal señal de que tu gato tiene un resfriado

Cuando tiene un resfriado, es probable que se desvíe de su rutina diaria. En lugar de saltar de la cama a las 7 a. m., puede dormir hasta el mediodía. Y en lugar de apegarse a comidas como salmón a la parrilla y ensaladas, puede cambiar a alimentos reconfortantes como sopa de pollo con fideos y té caliente con miel. Bueno, tu gato hará lo mismo.

Cuando tiene un cambio abrupto de comportamiento

La señal más común de que tu gato tiene un resfriado o se siente mal es cuando hay un cambio abrupto en su comportamiento. Por ejemplo, si tienes un gato juguetón y enérgico que, de repente, parece letárgico y ya no tiene ganas de jugar contigo ni con otros animales, es una señal muy clara de que algo anda mal.

Hay otros síntomas clave que debes tener en cuenta si sospechas que tu gato también puede tener un resfriado.

Los ojos llorosos y la secreción nasal también son síntomas

Si crees que tu gato puede estar resfriado, querrás inspeccionar sus ojos y nariz. El signo ocular clásico es posiblemente los ojos con secreción acuosa o enrojecimiento. Los síntomas nasales son como la gripe humana: primero, escuchas los clásicos resfriados y estornudos, que progresan hasta convertirse en secreción acuosa.

En casos más severos, la secreción del ojo y la nariz de un gato puede volverse espesa y cremosa. Otros síntomas pueden incluir falta de apetito, fiebre o dificultad para respirar.

Qué hacer en caso de que sospeches de que tu gato tiene resfriado

En la mayoría de los casos, los resfriados de los gatos no son motivo de preocupación y se resolverán por sí solos en unos pocos días. Sin embargo, los resfriados pueden provocar infecciones secundarias, como neumonía, que pueden volverse graves.

Contacta con tu veterinario

Al igual que con los resfriados humanos, la enfermedad es más preocupante para los gatos jóvenes y viejos. Para estar seguro, querrás programar un examen veterinario si sospechas que tu gato tiene un resfriado.

Humidifica el ambiente

Tu gato puede tener síntomas de resfriado durante unos días y querrás que se sienta lo más cómodo posible. Para ello, puedes aumentar la humedad de tu casa con un humidificador o vaporizador. Al hacer esto, puede ayudar a aliviar los síntomas de tu gato y reducir la congestión nasal.

Darle de comer

Si tu gato tiene poco apetito, podría deberse a que tiene dificultades para oler la comida. La mejor opción para combatir esto es esforzarse especialmente para tentar al gato a comer. Trata de alimentarlo a mano con frecuencia, compra algunos alimentos húmedos gourmet de olor fuerte e incluso intente calentar la comida un poco en el microondas para que huela más. Tu gato necesitará la energía de su comida para combatir el resfriado.

Límpialo

Lo último que puede hacer para que su gato esté cómodo es mantenerlo limpio. Al usar un paño limpio y húmedo, puede limpiar la nariz y los ojos de la secreción. Si hay costras duras, puedes usar el paño húmedo y sostenerlo allí para romper la corteza. De esa manera, tu gato podrá soportar su resfriado en un ambiente cómodo y libre de estrés.