Síndrome de Ovario Poliquístico: Síntomas, causas y tratamiento

El Síndrome de Ovario Poliquístico también conocido como poliquistosis ovárica o Síndrome de Stein- Leventhal (en honor a los médicos que lo describieron por primera vez), es una disfunción o trastorno endocrino frecuente que afecta aproximadamente a un 10 % de las mujeres en edad fértil.

Mujer con dolor por síndrome de ovario ppoliquístico

Esta enfermedad cursa principalmente con ciclos ováricos anovulatorios (sin ovulación), irregularidad menstrual y aumento en la síntesis de andrógenos (hormonas sexuales masculinas). Si bien se ha demostrado que es una enfermedad multifactorial, aún no se ha determinado la causa principal que la produce.

Signos y síntomas del Síndrome de Ovario Poliquístico

El Síndrome de Ovario Poliquístico, se puede manifestar de formas muy variadas, pero requiere al menos dos de los siguientes criterios:

  1. Alteraciones menstruales: son uno de los principales motivos de consulta de las pacientes que padecen este síndrome, manifestando períodos de menstruación espaciados por más de 35 días debido a alteraciones en la ovulación (oligoanovulación o anovulación crónica) ya que no es posible generar óvulos maduros que culminen efectivamente todo el ciclo ovulatorio.
  2. La presencia por ecografía transvaginal de una imagen ovárica (unilateral o bilateral): con múltiples folículos (los cuales deben cumplir criterios específicos de medidas en número y tamaño) y un volumen ovárico incrementado, evidenciándose entonces una imagen característica de pequeños folículos o “quistes” de tamaño similar en la periferia del ovario.
  3. La presencia de hallazgos clínicos o de laboratorio sugestivos del aumento de los niveles de andrógenos. En el examen físico se pueden evidenciar características de masculinización secundaria a la elevación de andrógenos (androstenediona y testosterona) como la presencia de vello facial o de distribución típicamente masculina (hirsutismo), la calvicie o la alopecia androgénica.

Existen otras manifestaciones que podrían presentarse secundarias al Síndrome de Ovario Poliquístico, como, por ejemplo:

  • Infertilidad.
  • Acné, la seborrea y la piel oleosa, debido al aumento de los niveles de andrógenos.
  • Obesidad.
  • En casi el 50% de las pacientes es posible detectar niveles elevados de insulina (hiperinsulinemia) y resistencia periférica a la insulina.

Causas del Síndrome de Ovario Poliquístico

El Síndrome de Ovario Poliquístico es una enfermedad multifactorial, pudiendo existir una o más causas en una misma paciente. Entre las causas del Síndrome de Ovario Poliquístico se encuentran:

  1. Factores hereditarios: debido a que hasta un 50% de las madres de las pacientes con este diagnóstico también cursan con el diagnóstico de ovario poliquístico.
  2. Hiperinsulinismo: Los niveles elevados de insulina y la resistencia a esta hormona, pueden no solo ser una consecuencia sino una causa del síndrome. Al producirse una resistencia al efecto de la insulina, se genera una elevación compensadora de los niveles de insulina, que a su vez disminuyen las concentraciones de la globulina transportadora de las hormonas sexuales, estimulándose mayor producción de andrógenos.
  3. A nivel del eje hipotálamo – hipófisis, se genera mayor actividad y generación de pulsos de la hormona liberadora de gonadotropinas, aumentado principalmente los niveles de la hormona luteinizante que secundariamente eleva los andrógenos, generando las manifestaciones clínicas ya referidas.

Tratamiento del Síndrome de Ovario Poliquístico

El tratamiento del Síndrome de Ovario Poliquístico se debe individualizar dependiendo de las características de cada paciente, tomando en cuenta diversos factores como la edad, deseos de concebir o no, la presencia de infertilidad, el índice de masa corporal, comorbilidades como Diabetes, Hipertensión arterial, entre otras. Dentro del esquema de tratamiento se encuentran:

  1. Dieta y ejercicio: el solo hecho de disminuir un porcentaje del índice de masa corporal en aquellas pacientes con obesidad o sobrepeso, regula en parte los trastornos menstruales y la anovulación con un buen nivel de evidencia. Además el ejercicio estimula la absorción de glucosa a nivel de las células musculares, lo que disminuye secundariamente los niveles de insulina.
  2. Uso de Anticonceptivos Orales Combinados o progestágenos: en el caso de pacientes que no quieren tener hijos a corto plazo y que no poseen contraindicaciones para el uso de los mismos.
  3. Uso de sensibilizantes a la insulina: como la metformina.
  4. Inductores de la ovulación como el citrato de clomifeno: en pacientes infértiles que se programan para técnicas de reproducción asistida de baja complejidad como relaciones dirigidas o inseminación artificial.
  5. Uso de fármacos inhibidores de la aromatasa: como el Letrozol, para inducir la ovulación sin los efectos anti-estrogénicos del clomifeno.
  6. Uso de gonadotropinas: también usadas como opción de inductor de la ovulación en pacientes que no responden de manera favorable al clomifeno.
  7. Drilling ovárico: es una intervención quirúrgica que se realiza vía laparoscópica, en la cual se efectúan varias perforaciones sobre el ovario afectado con la finalidad de restablecer la ovulación normal. Esta cirugía está indicada en pacientes con fallas al tratamiento farmacológico habitual. Sin embargo, su uso es controversial habiendo consensos que apoyan el tratamiento médico por encima del quirúrgico.