Las fisuras anales son laceraciones o lesiones ulcerosas muy pequeñas, de forma elíptica o lineal y de naturaleza benigna, que aparecen en la parte externa del canal anal.
El ano, representa el final del tubo digestivo, es un conducto de 1.5 a 2 cm aproximadamente, que se conecta en su parte superior con la parte inferior del recto y por debajo con la piel de esa región.
En la medicina el canal o conducto anal es definido de dos formas a pesar de que nos referimos al mismo órgano:
- El conducto o canal anal anatómico: porción de tubo digestivo que se extiende desde la línea dentada (transición de la mucosa a epitelio escamoso) hasta el borde del ano que se continúa con la piel del periné.
- El conducto o canal anal quirúrgico: inicia en el anillo anorrectal el cual se encuentra por encima de la línea dentada e igualmente se extiende hasta el borde del ano.
Esta patología se presenta con la misma frecuencia tanto en hombres como en mujeres, pero suele afectar más a jóvenes y adultos de mediana edad.
Por lo general, las fisuras anales benignas son únicas y se originaran en la línea media del ano, por esta razón, la presencia de fisuras múltiples o en otras localizaciones que no sean la antes mencionada, debe hacernos pensar en otras enfermedades como la colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, tuberculosis, sífilis o síndrome de inmunodeficiencia humana (VIH).
Una de las posibles causas benignas de fisura anal, es el estreñimiento, ya que el paso de las heces duras a través del canal anal produce desgarro de uno de los pliegues del ano y provocan una laceración. También se cree que debido a que la región posterior del canal anal posee menos irrigación sanguínea, esta es mucho más propensa a la aparición de fisuras.
Por otra parte hay que tener en cuenta que las infecciones de las fisuras, cumplen un papel importante en la fisiopatología de las mismas, debido a que estas predisponen a la cronicidad de las fisuras, evitando que cicatricen y sanen. La infección de las fisuras se debe, principalmente a que las células epiteliales se encuentran expuestas y en contacto con gran cantidad de bacterias que se encuentran en el área anal y las heces.
Síntomas de una fisura anal
- Dolor intenso al momento de evacuar.
- Dolor después de las evacuaciones intestinales que puede durar hasta varias horas.
- Sangre de color rojo rutilante en las heces o en el papel higiénico después de evacuar.
- Picazón o irritación alrededor del ano.
- Grieta visible en la piel que rodea el ano.
- Bulto pequeño o un acrocordón de la piel cercana a la fisura anal.
Diagnóstico
El diagnóstico de la fisura anal se realiza con una simple exploración anal, la cual es llevada a cabo por el especialista en colon, recto y ano, durante esta evaluación el médico, será visualizara una pequeña fisura o desgarro ubicada en la línea media. Cuando hay más de una fisura y no están localizadas en la línea media, se debe llevar a cabo diagnóstico diferencial entre otras patologías antes descritas.
Tratamiento de la fisura anal
Tras el diagnóstico diferencial, se sigue tratamiento conservador al menos durante 2 semanas.
Si se produce la resolución de los síntomas se mantiene al paciente con una dieta rica en fibras y si persisten se refiere para valoración y tratamiento quirúrgico.
- Tratamiento conservador: se basa en la teoría del estreñimiento como causa. Consiste en que el paciente mejore su estilo de vida, con esto nos referimos a cambios significativos en la dieta del individuo. Se debe aumentar la ingesta de frutas, vegetales y verduras, pan integral (alimentos ricos en fibra) y disminuir el consumo de pan blanco, harinas, embutidos y grasas, también debe implementar el consumo de suplementos de fibra dietética, laxantes reblandecedores, baños de asiento calientes, pomada con nitroglicerina y uso de pomadas con anestésico local o hidrocortisona y analgésicos por vía general.
Estas medidas producen una importante mejoría sintomática en la primera semana, curando las fisuras completamente entre 2 y 4 semanas. Aunque no siempre se evidencia mejoría.
- Tratamiento invasivo: El tratamiento quirúrgico de elección es la esfinterotomía lateral interna. La intervención consiste en la sección controlada del esfínter anal interno que elimina la hipertonía, haciendo que desaparezca el dolor y consiguiendo la cicatrización de la fisura a los poco días.
Lo que ocurre al cortar las fibras musculares es que el esfínter disminuirá su tensión y de esta forma no habrá la misma contracción que antes estaba ocasionando la fisura.
Otras técnicas como la dilatación anal ya no son utilizadas o se hacen en casos específicos.
La Asociación americana de cirujanos de colon y recto (American Society of Colon and Rectal Surgeons) establece la esfinterotomía lateral interna como tratamiento “Gold estándar” de la fisura anal, es decir como tratamiento de elección.