Síntomas que causa el dengue y cómo actuar

El dengue es una infección viral (causada por Virus del Dengue) que se transmite por la picadura de mosquitos del género Aedes infectados. El dengue es una enfermedad que afecta a cualquier grupo etario con evolución distinta, según las características individuales del afectado. Representa un serio problema de salud pública al verse en riesgo de contraer la enfermedad más de la mitad de la población mundial.

persona que ha sido picada por un mosquito que trasmite el dengue

¿Cómo se trasmite?

El mosquito Aedes aegypti (principal agente transmisor) vive en hábitats urbanos, semiurbanos o cosmopolitas y se reproduce principalmente en aguas residuales, sobre todo, en climas tropicales y subtropicales de distintas regiones del planeta. A diferencia de otros mosquitos, éste se alimenta durante el día, por lo que las picaduras aumentan en períodos entre el amanecer y el atardecer.

Clasificación del dengue

La Organización Mundial de la Salud lo clasifica en dengue y dengue grave (anteriormente conocido como clásico y hemorrágico), que otros autores e investigadores lo describen como dengue con signos de severidad o sin ellos, según la sintomatología asociada y el compromiso de uno o más órganos blancos (por ejemplo, afectación renal, neurológica, hepática, etc.).

El shock dengue (el grado más severo), es una complicación potencialmente mortal que puede cursar con el paso de líquido del espacio vascular a un tercer espacio, generando edema (acumulación de líquidos) en distintos espacios como la pleura, pericardio, abdomen y pelvis, además de producir insuficiencia cardiaca, renal, hepática y/o respiratoria, hemorragias severas, coagulación intravascular diseminada y falla multiorgánica.

¿Cuáles son los síntomas del dengue?

Se conocen cuatro serotipos de virus del dengue, por lo que es posible contraer un nuevo contagio si es de un serotipo distinto que generalmente cursará con una presentación clínica más severa. Los síntomas suelen aparecer 3 a 14 días (promedio de 4 a 7 días) después de la picadura del mosquito hembra infectado.

Conociendo los síntomas del dengue

Los síntomas del dengue que habitualmente se presentan son fiebre elevada (40Cº) acompañada de alguno o varios de los siguientes síntomas: dolor de cabeza, dolor retroocular, mialgias y poliartralgias (dolores musculares y articulares), náuseas, vómitos, inflamación de ganglios linfáticos o erupciones puntiformes en la piel llamadas petequias, trombocitopenia (disminución del contaje de plaquetas en sangre), hemorragia en encías o pérdida de sangre a través de orina, vagina, etc. Sin embargo, hasta un 70 a 80% de los pacientes pueden resultar asintomáticos.

Los signos de alarma en un paciente con dengue que pueden significar un estado de choque (colapso circulatorio) inminente, incluyen: aumento de los latidos cardiacos, aumento anormal de la frecuencia respiratoria, hipotensión arterial, sudoración aumentada, piel fría y palidez, signos de hemorragia masiva (sangrado nasal, por encías, heces con sangre, sangre en orina y vagina), dificultad respiratoria (que puede indicar un edema pulmonar), dolor abdominal y alteraciones del estado de conciencia o convulsiones.

¿A qué se deben los síntomas del dengue?

Una vez ingresado el virus en el organismo de la persona afectada, se une y entra en un tipo de glóbulo blanco conocido como macrófago, que se encarga de la respuesta inmune envolviendo (fagocitando) y eliminando agentes patógenos (como virus, bacterias, parásitos, etc.), multiplicándose y extendiéndose en todo el organismo.

Los macrófagos responden una vez infectados produciendo mediadores proinflamatorios para activar al sistema inmune. Unos de estos mediadores son las citoquinas, las cuales son las responsables de originar los síntomas del dengue, por lo que el virus no es directamente el agente lesivo, sino que los síntomas son consecuencia de la respuesta inmune exacerbada del organismo.  

Normalmente, las formas graves aparecen cuando existe una segunda exposición a un serotipo diferente al de la primera exposición. De esta manera, el sistema inmune está sensibilizado y responde de una forma más agresiva ante una nueva infección, generando peores síntomas.

¿Cómo se debe actuar?

Hasta ahora no existe tratamiento específico ni vacuna para el dengue. El tratamiento es solo sintomático, indicándose acetaminofén para aliviar la fiebre y los dolores, ya que están contraindicados los antiinflamatorios no esteroideos (que pueden tener como efecto secundario la disminución de las plaquetas y, por ende, agravar los signos de sangrado).

Otra terapia es la hidratación, bien sea con sales de rehidratación oral o soluciones endovenosas, para reponer el líquido perdido dentro de los vasos sanguíneos. Cuando existe la posibilidad de sangrado se recomienda reposo absoluto.

La detección oportuna y el acceso a la asistencia médica adecuada pueden disminuir las tasas de mortalidad en un gran porcentaje. La prevención y el control del dengue dependen exclusivamente de las medidas eficaces contra el mosquito.

En los últimos años, la incidencia y gravedad de la enfermedad han aumentado vertiginosamente en países de habla hispana, por lo que la educación en el tema es relevante para la toma de medidas como la fumigación, uso de repelentes y mallas, la eliminación de aguas empozadas que sirvan de criaderos al mosquito, y finalmente, evitar la automedicación y consultar de manera inmediata al médico.