Si sufres de intestino permeable estos alimentos debes evitar

El síndrome del intestino permeable afecta a millones de personas en todo el mundo, y muchos ni siquiera saben que lo tienen. Esto se debe a que, los culpables de la afección, los alimentos inflamatorios y tóxicos, llegan a las dietas, incluso a las saludables.

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Afortunadamente, algunos ajustes y suplementos dietéticos simples pueden ayudar a reparar el intestino permeable y ponerlo en el camino hacia un bienestar óptimo. Vamos a aclarar los hechos para que puedas ver dónde pueden fallar las opciones de alimentos y los pasos que puedes seguir para apoyar tu salud.

¿Qué es intestino peremable?

Tu intestino es una parte increíble de tu cuerpo. Permite que los nutrientes se absorban en el torrente sanguíneo, lo que proporciona energía para potenciar todas las funciones de tu cuerpo. Para permitir que estos nutrientes ingresen al torrente sanguíneo, las paredes de las células intestinales tienen pequeñas aberturas que les permiten pasar.

Cuando tu intestino tiene fugas, los invasores que incluyen toxinas y partículas de alimentos no digeridos que nunca debieron pasar a través de la pared intestinal ingresan al torrente sanguíneo.

Tu sistema inmunitario se activa respondiendo a toda marcha para defenderse de estos invasores. Debido a que los invasores pueden parecerse a tus propias células, tu sistema inmunológico puede confundirse y, en un caso de identidad equivocada, atacar incluso los tejidos sanos de tu cuerpo. Esto se llama mimetismo molecular.

Se cree que esta imitación molecular es una de las principales causas de autoinmunidad y otros problemas de salud graves. Los síntomas intestinales con fugas incluyen problemas digestivos, niebla cerebral, problemas de la piel y alergias estacionales, entre otros.

Dos alimentos que causan fugas intestinales

Hay cuatro culpables principales que pueden conducir a un intestino permeable. Las infecciones, como el crecimiento excesivo de SIBO y Cándida, pueden dañar las paredes de las células intestinales.

El estrés crónico y las toxinas ambientales también pueden desempeñar un papel. Sin embargo, el mayor culpable del intestino permeable es lo que comemos, particularmente lo que llamo los alimentos inflamatorios y tóxicos.

1. Alimentos inflamatorios

Algunas personas pueden considerar que al menos algunos de estos alimentos son saludables. Sin embargo, los granos, pseudogranos y solanáceas, así como algunos otros alimentos, pueden ser problemáticos y deben evitarse o minimizarse, dependiendo de cómo los toleres. Los dos alimentos inflamatorios que todo el mundo debería evitar por completo son el gluten y los lácteos. Echemos un vistazo a cada uno.

El gluten causa intestino permeable

El gluten es una proteína que ocurre naturalmente en ciertos granos como el trigo, el centeno y la cebada. Cuando comes gluten, viaja al intestino delgado donde desencadena la liberación de zonulina. La zonulina es una sustancia química que indica que las uniones estrechas de la pared intestinal se abran y provoquen filtraciones intestinales.

Lácteos

Los lácteos causan inflamación en un gran porcentaje de la población, ya sea debido a intolerancia a la lactosa o sensibilidades de caseína y suero. Sin mencionar que, debido a las prácticas agrícolas modernas, los productos lácteos suelen estar llenos de hormonas y antibióticos.

Granos, seudogranos y legumbres

Los granos que comemos son las semillas de la familia de gramíneas Poaceae, comúnmente llamadas granos de cereales o gramíneas de cereales. Esta familia incluye, entre otros, trigo, cebada y centeno. Los pseudogranos incluyen quinoa, trigo sarraceno, amaranto, semillas de chía y más.

Las legumbres son plantas de la familia Fabaceae o guisantes e incluyen lentejas, frijoles, cacahuetes, garbanzos, soja y otros. Estos alimentos no se digieren completamente en el intestino debido a los químicos que se encuentran en ellos llamados lectinas. Dos de estas lectinas son aglutininas, insecticidas naturales y prolaminas, proteínas necesarias para el crecimiento.

Nuestro sistema digestivo no puede descomponerlos. Tu cuerpo trabaja más duro para producir más enzimas en un intento de digerirlas, lo que desgasta el revestimiento intestinal y contribuye a la filtración intestinal. Las partículas no digeridas también pueden pasar a través de la barrera intestinal debilitada, provocando una respuesta inflamatoria en tu cuerpo.

Solanáceas

Las personas con enfermedades autoinmunes también deben evitar las verduras de la familia de las solanáceas (Solanaceae), que incluye tomates, pimientos, berenjenas y papas. Estas plantas son muy ricas en lectinas que dañan el revestimiento intestinal, entran fácilmente en el torrente sanguíneo y no se descomponen al cocinar.

Sensibilidades alimentarias

Si aún tienes problemas después de eliminar los alimentos anteriores de tu dieta, es posible que experimentes una sensibilidad a los alimentos o una reacción de IgG.

Esto es muy diferente a una alergia, que causa una reacción de IgE en tu cuerpo, una respuesta mucho más severa. Tu profesional médico puede diagnosticar una alergia (aunque probablemente ya lo sepas). La mejor manera de descubrir tus sensibilidades alimentarias personales, que pueden incluir huevos y cítricos, es completar una dieta de eliminación.

Esto significa que eliminas alimentos sospechosos de tu dieta y luego los agregas de nuevo en uno a la vez para ver si tienes una reacción..

2. Alimentos tóxicos

Los alimentos tóxicos no son saludables para todos los cuerpos. Conducen a dolores y molestias, inflamación y intestino permeable, entre otros problemas. Elimínalos de tu dieta de forma permanente si puedes o al menos, minimiza su consumo tanto como sea posible.

Se recomienda eliminar los alimentos tóxicos durante 30 a 60 días. Pero no te preocupes, después, es probable que puedas disfrutar el azúcar, el alcohol y la cafeína, pero con moderación.

  • Azúcar
  • Alcohol
  • Cafeína
  • OMG
  • Edulcorantes artificiales
  • Aditivos, conservantes y colorantes
  • Jarabe de maíz de alta fructuosa
  • Grasas trans o hidrogenadas
  • Todos los alimentos procesados, comida chatarra y comidas rápidas empacadas con químicos
  • Alimentos empacados sin gluten o lácteos que pueden tener azúcares agregados