Te sorprenderás de conocer estos 9 alimentos que puedes congelar

Comprar alimentos se ha vuelto una tarea complicada desde que empezó esta pandemia. Entre el estrés que causa y el riesgo de contagio, la gente opta por hacer compras más grandes y aplazarlas lo más que se pueda. Desafortunadamente, ciertos alimentos no duran mucho por lo que necesitan comprarse muy seguido. Sin embargo siempre está la opción de congelar.

Lista de alimentos que puedes congelar

Si tienes alguno de estos nueve artículos en tu lista de compras, prepárate para conseguir un buen suministro, ya que estos alimentos pueden congelarse y preservarse para usarlos después. 

No te preocupes, no perderán ningún sabor y este método puede evitarte el tener que tirar el exceso de comida. Además de poder conservar los alimentos, congelarlos puede convertir algunos de ellos en un nuevo tipo de golosina que podrás disfrutar.

9 alimentos que puedes congelar y preservar en tu refrigerador

1. Ajo  

El ajo tolera muy bien la congelación. Puedes congelar el ajo completo y retirar los dientes según los vayas necesitando. O puedes pelar los dientes y congelarlos enteros, o cortarlos o picarlos primero. Como alternativa, puedes guardar ajo triturado en aceite de oliva. El aceite no se congelará, por lo que obtendrás un delicioso suministro de aceite infundido en ajo.

2. Hierbas 

Las hierbas pueden perder su esplendor después de congelarse, pero no perderán su sabor. Hay varias formas de almacenarlas. La primera es simplemente lavarlas, secarlas y congelarlas en un recipiente hermético. Otro es preparar un pesto (dejar fuera el queso) y congelarlo. 

Sin embargo, el mejor método es con aceite o mantequilla. Pica las hierbas y mézclalas con el aceite o la mantequilla que prefieras. Puedes untar esta mantequilla sobre pan tostado u otros productos horneados. Además, el aceite de hierbas es una forma deliciosa de condimentar cualquier receta. 

3. Granos cocidos 

Si preparas demasiado arroz, no tienes por qué terminarlo a fuerza en menos de una semana. En cambio, congélalo. De hecho, puedes cocinar grandes lotes de arroz, quinua y cebada y pueden durar hasta aproximadamente un año en el congelador. Simplemente cocina los granos como de costumbre, déjalos enfriar y luego guárdalos en recipientes herméticos. 

4. Frutas cítricas 

Las frutas con alto contenido de agua generalmente pierden su textura después de ser congeladas, pero cuando se trata de frutas cítricas, hay una manera en que las cosas pueden funcionar. Primero, lava y pela la fruta y divídela en secciones. Retira las semillas y las membranas. Córtala en rodajas si quieres. 

En el caso de pomelos o frutas con muchas semillas, puedes cortarlas por la mitad y sacar las semillas con una cuchara. Luego coloca los trozos de fruta en recipientes y vierte almíbar frío hasta cubrir el 40%. Tapa y congela.

Si no cuentas con un almíbar hecho para frutas congeladas, puedes preparar el tuyo disolviendo 2 ¾ tazas de azúcar en 4 tazas de agua tibia y revolviendo hasta que el líquido sea transparente. Enfría bien antes de usar.

5. Uvas 

Las uvas tienden a venir en racimos enormes y no hay necesidad de desperdiciar ninguna. Si nunca antes has probado uvas congeladas, este es el momento de que lo hagas. Es como comer una paleta de hielo en un bocado. Incluso si las uvas no se echarán a perder pronto, es posible que quieras congelar algunas para tener un novedoso tipo de refrigerio, que es saludable y delicioso

6. Plátanos 

Los plátanos se ponen marrones muy rápidamente, pero afortunadamente, la congelación puede salvarlos. Retira las cáscaras de antemano para facilitar su uso.

Los plátanos congelados son una excelente adición a los batidos, especialmente si disfrutas de una textura más espesa. También se pueden mezclar con helado. Si necesitas plátanos para hornear un pan o muffins, déjelos descongelar en el refrigerador aplicando toallas de papel para atrapar el exceso de humedad antes de mezclarlos con la masa.  

7. Nueces 

El alto contenido de aceite en algunas nueces puede hacer que se pongan rancias después de dos semanas a temperatura ambiente. En lugar de dejarlas expuestas, colócalas en el congelador para mantenerlas frescas por más tiempo. Pero no comas las nueces directamente sacadas del congelador. 

Toma la cantidad que quieras y colócalas en otro recipiente en el refrigerador. Abrir constantemente la bolsa del congelador puede dejar entrar humedad y causar una posible contaminación. 

8. Mazorca de maíz

Si te dejaste llevar por completo por la compra de mazorca fresca de granja, la solución es simple. Puedes congelarlas enteras, incluida la cáscara, en una bolsa hermética. Para el maíz que no es tan fresco, quítale la cáscara y blanquéalo durante 7 a 11 minutos. Deja que se enfríen, sécalas y guárdalas en una bolsa hermética antes de colocarlas en el congelador.

9. Huevos crudos 

Sí, también puedes congelar huevos crudos, ¡pero no con las cáscaras! El líquido se expande cuando se congela y eso hará que el huevo se derrame por todo el congelador, creando un desastre que nadie querrá limpiar. En lugar de esto, rompe los huevos, bátelos y congélalos. Puedes preservarlos hasta por un año.