La moda de la barba llegó para quedarse y los diferentes estilos y modelos pululan por las calles, llevadas de la mano por aquellos varones que han decidido hacer un cambio radical en su apariencia. De todos los estilos de barba que pueden observarse, hay uno que llama poderosamente la atención y es “la barba estilo hipster”.
Las barbas hipster, o estilo leñador, tienen visiblemente dos modos de usarse que pueden notarse sin mucho esfuerzo; marcados por la influencia que este tipo de subcultura ha tenido tanto en la zona rural de los Estados Unidos, de donde ha nacido, hasta su adaptación en las urbes.
¿Por qué se elige el estilo de barba hipster?
El primer modo en que ahora se lleva este estilo, tiene características del campo, semejándose a la usaban los campesinos norteamericanos: Son barbas muy pobladas, un tanto descuidadas y con enormes bigotes.
La segunda tendencia de las barbas hipster, atiende más al modo anglosajón y elegante: barbas muy cuidadas y perfiladas
Estas dos tendencias de los estilos hipster coexisten e interactúan entre la preferencia del sexo masculino, llegando en ocasiones a prestarse a confusión entre los que eligen esta propuesta; en relación a cuál sería la forma correcta de llevar la barba.
Cuando se busca por internet imágenes para ver los dos estilos, no se aprecian con claridad las diferentes existentes entre ambos; aunque sí se distingue que son tendencias distintas de un mismo estilo.
Por esta razón, se hace necesario clasificar con claridad a las dos tendencias de las barbas hipster e identificar en cada una de ellas; las particularidades que distinguen uno y otro estilo y que pueden ser apreciadas en las distintas fotografías que están disponibles en la red:
Barbas hipster estilo urbano
Es el estilo que busca aproximarse a las barbas que llevaban los habitantes del Londres victoriano, caballeros de épocas remotas en que la buena educación, los excelentes modales, el cuido por el detalle y una impecable apariencia; era lo que dictaba aquella sociedad.
Para esta tendencia de barba hipster, el perfilado es de suma importancia, es decir, el contorno se delinea dejando libre de vellos aquellas áreas que rompen ese perfil.
Adicionalmente, el largo del bigote se limita hasta el labio, con exclusión de los laterales, dónde es permitido dejarlo más largo hasta poder enroscarlo y aplicar la cera para darle forma.
Si se requiere darle un aire de cuidado extremo, muy bien perfilado y moderno; puede hacerse un leve recorte desde donde nace la patilla, permitiéndose inclusive hacer una interrupción en el punto donde se unen el cabello con la barba.
Lo más resaltante de este estilo bien cuidado, es que considera en todo momento la anatomía del rostro; llegado el momento de hacer arreglos a la barba.
Es decir, si la persona tiene un tipo de rostro ovalado o alargado; al estilo no le acentúa este rasgo, ya que deja una mayor cantidad de vello facial longitud en la zona de la mandíbula y luego se le redondea.
Barbas hipster estilo rural
Es el tipo de barba que requiere de menos cuidados.
En este estilo rural se deja sin arreglo los contornos superior e inferior, dándole una mínima atención al bigote si es que este no se deja largo; tal y como lo lucieran aquellos terratenientes de las plantaciones de América del Norte del pasado.
Estos solían dejar crecer sus bigotes, hasta que podían posteriormente trenzarlos.
Una barba rural tiene un aspecto descuidado, con un contorno un tanto irregular, por lo que causa a primera vista; más bien una impresión de informalidad o dejadez, más que acatar a una moda. Es por esto que hay que hacerle algunos pequeños ajustes.
En el estilo rural, se acostumbre hacer un ligero recorte en la zona de la patilla para que se note la unión entre la barba y el cabello. La barba, debe ser igualada en toda su extensión para darle al rostro una forma redondeada.
Sin que esté en nosotros la intención, el modo de llevar la barba así como su cuidado o la omisión de este; envía siempre un mensaje al subconsciente de los demás personas y por ello, tiene influencia en la forma como nos llegamos a relacionar con el resto del mundo; ya sea en lo social, laboral o sentimental.