Solemos sudar mucho después de un duro entrenamiento o cuando ejercemos un esfuerzo físico intenso durante mucho tiempo.
Pero si tienes más de 40 años y te despiertas envuelto en sábanas sudorosas o percibes que las palmas de las manos te sudan con frecuencia, es posible que estés sufriendo una enfermedad o tengas algún padecimiento físico o reacción, no precisamente menopausia o perimenopausia.
La mayoría de las mujeres mayores de 40 años comienzan a experimentar problemas hormonales, que provocan sudores nocturnos, que duran un promedio de 4 a 8 años.
Sin embargo, no toda la sudoración se debe a las hormonas. Hay muchas condiciones patológicas que causan sudoración impredecible.
Causas de los sudores nocturnos no relacionados con la menopausia
Lo más frecuente es que el comienzo de la etapa de la perimenopausia se relacione directamente con los sudores nocturnos, no obstante, podemos también observar estos síntomas en quienes tienen diversos padecimientos, como los que se mencionan a continuación.
1. Efecto secundario a los medicamentos
Algunos analgésicos, medicamentos para el corazón, antihipertensivos y antidepresivos, que toman muchas mujeres mayores de 40 años, pueden causar sudoración nocturna.
Se estima que el 23% de las mujeres de entre 40 y 50 años usan antidepresivos, una tasa más alta que cualquier grupo de edad. El 22% de todas las personas que toman antidepresivos sudan en exceso.
2. Diabetes
La hipoglucemia es una causa común de sudoración. No todas las personas que sudan mucho debido a la diabetes están en riesgo, pero los 40 años, el estilo de vida sedentario y el aumento de la circunferencia de la cintura aumentan la resistencia a la insulina y el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. El exceso de peso provoca más sudoración de todos modos.
3. Problema de tiroides
El hipertiroidismo acelera nuestro metabolismo y puede provocar pérdida de peso, arritmias y sudoración excesiva. Los trastornos de la tiroides que comienzan cuando las mujeres tienen 40 años pueden acelerar la menopausia.
4. Infecciones
Es posible que una infección no se note de inmediato, por ejemplo la tuberculosis se manifiesta por sudoración intensa. Aunque es poco común, la osteomielitis, una infección de los huesos que afecta las vértebras o la pelvis, también puede causar sudoración excesiva.
Las infecciones bacterianas que causan endocarditis o inflamación de las válvulas cardíacas también producen sudores nocturnos como síntoma principal.
5. Trastornos del sueño
El trastorno del sueño puede provocar sudoración excesiva. Un caso típico es la apnea del sueño, que se debe a la obstrucción de las vías respiratorias y provoca una disminución o interrupción de la respiración durante unos segundos.
Es más común en los hombres, pero en las mujeres el riesgo aumenta a medida que entra en la menopausia o cuando se acercan a los cuarenta años de edad.