Amas a tus hijos, no hay dudas al respecto. Pero como todos los padres saben, a veces realmente los hijos nos hacen sentir frustrados, especialmente cuando no están escuchando lo que decimos. Cuando has estado ocupado siendo padre todo el día, lo último que quieres es que no te escuchen. Pero la comunicación es una calle de doble sentido y si deseas una mejor comunicación con tus hijos, hay algunas cosas que puedes hacer al respecto.
Por qué tus hijos no escuchan
Según la Asociación Estadounidense de Psicología, la clave para una relación sana entre padres e hijos es escuchar y hablar. No importa la edad de los hijos, comunicarse con ellos a veces puede parecer imposible. A continuación podrás conocer las principales razones por las cuales los hijos no escuchan a sus padres.
Ellos no te entienden
Los niños pequeños solo pueden manejar cierta cantidad de información a la vez. De acuerdo con la patóloga del habla y el lenguaje Lauren Lowry, el uso de oraciones largas, conversaciones con demasiados temas y el uso de palabras complejas puede confundir a los niños. Como padres, lo mejor es ser concisos y directos cuando nos comunicamos con niños pequeños.
«El problema básico es que los padres muy a menudo hablan sin entender cómo sus hijos reciben el mensaje«, dice el psicólogo Dr. Michael Thompson. «A menudo asumimos que nuestros hijos entienden. Pero luego nos preguntamos, ‘¿Por qué no hicieron lo que dije?’ «.
Estás gritando
Puede ser frustrante cuando no te escuchan, pero recurrir a gritar y usar un lenguaje duro no está haciendo ningún bien. Un estudio publicado en la revista Child Development analizó a más de 900 familias y descubrió que la disciplina verbal severa de los padres puede tener un impacto negativo significativo en los niños. La «disciplina verbal dura» es cuando los padres causan dolor emocional y psicológico para corregir o controlar el comportamiento de los hijos.
Los estás ignorando
Los niños pequeños siempre parecen querer hablar y hacerte un millón de preguntas justo cuando estás en medio de una tarea ajetreada. De acuerdo con la psicóloga Dra. Melanie Greenberg, en lugar de ignorar a tus hijos o decirles que se calmen, aprovecha esta oportunidad para enseñarles «respeto, empatía y comportamiento afectuoso«. La próxima vez que quieran tener una discusión filosófica acerca de por qué el cielo es azul en el medio de la preparación de la cena, dile que estás en el medio de algo, pero una vez que termines pueden discutirlo detenidamente.
Estás siendo desmisivo
Los niños pueden frustrarse y enojarse con bastante facilidad, y es igual de fácil desdeñarlo. La próxima vez que se enojen, simpatiza con ellos y hazles saber que entiendes de dónde vienen sus emociones. No seas tan rápido para corregir sus opiniones tampoco, a nadie le gusta que le digan que están equivocados. «Al igual que los adultos, los niños quieren sentir que sus opiniones son importantes, y a menudo se enojan cuando les dicen que están equivocados», dice el Dr. Thompson.
No estás realmente hablando
Si bien podemos hablar con nuestros hijos durante el día, y muchas veces se trata de recordarles cosas, decirles qué hacer o darles una conferencia sobre lo que no deben hacer. Es también importante mostrar a nuestros hijos interés hablando sobre cosas que les apasionan a ellos. Así es como puedes comenzar a tener una mejor comunicación con tus hijos.
Cómo tener una mejor comunicación con tus hijos
Entonces ahora sabes por qué no escuchan, ¿cómo logras que escuchen? Mejor aún, ¿cómo logras que escuchen la primera vez? Una mejor comunicación comienza con algunas cosas simples que puedes hacer:
- Asegúrate de que te puedan escuchar. Si tienes que gritar de un lado a otro de la casa, es probable que tu hijo no pueda oírte. Entonces, antes de enojarte porque tu orden no se sigue, habla con ellos en persona. Cuando hables con niños más pequeños, asegúrate de hacer contacto visual cuando hables con ellos, esto ayuda a enseñarles las habilidades de comunicación adecuadas. Con niños mayores, busca el mínimo contacto visual, pero asegúrate de que reconocen que lo escucharon.
- Comprende que es posible que no te estén ignorando a propósito. Los niños menores de 14 años no tienen lo que se llama ‘conciencia periférica’. Cuando se dedican a una actividad como leer o jugar, fácilmente pueden echar de menos a un padre que está cerca y hablar con ellos. Mira el primer consejo para lidiar mejor con esta situación.
- A veces, te están ignorando a propósito. A los niños les gusta probar qué límites pueden presionar, los padres son uno de ellos. Esto es para aprender y crecer, para descubrir cuáles son realmente las reglas y ver de lo que pueden salirse con la suya. En lugar de recurrir a gritar, háblales sobre por qué ignorar a alguien está mal. Al ser el ejemplo para ellos, sabrán cómo reaccionar en el futuro.
- Deja que sucedan ciertas consecuencias. Si has pedido algo y has explicado los motivos y aún así no responde, a veces es mejor dejar que ocurran estas consecuencias naturales. Si constantemente le recuerdas a tu hijo que ponga sus ropas sucias en la cesta y no lo hace, entonces comprenderá cuándo no se lavan. Las consecuencias del mundo real son una gran llamada de atención para que él pueda entender que sus decisiones realmente le afectarán.