5 signos de que el dolor menstrual puede ser endometriosis

La endometriosis es una condición en la que el tejido que normalmente recubre el interior del útero (endometrio) crece fuera de él, causando inflamación, dolor y posibles problemas de fertilidad. Se estima que afecta a entre el 6 y el 10% de las mujeres en edad reproductiva, pero muchas veces pasa desapercibida o se confunde con otros trastornos.

¿Cómo se relaciona la endometriosis con el dolor menstrual?

El dolor menstrual (dismenorrea) es uno de los síntomas más comunes y característicos de la endometriosis.

El tejido endometrial fuera del útero responde a las hormonas del ciclo menstrual y sangra cada mes, pero no tiene salida al exterior. Esto provoca irritación, adherencias y quistes en los órganos pélvicos, lo que se traduce en un dolor intenso y persistente durante la menstruación.

¿Qué otros signos pueden indicar que el dolor menstrual es endometriosis?

Además del dolor menstrual, la endometriosis puede manifestarse con otros signos que pueden variar según la localización y la extensión del tejido endometrial fuera del útero. Algunos de estos signos son:

1. Dolor pélvico crónico

El dolor pélvico causado por la endometriosis no se limita a los días de la regla, sino que puede ser constante o aparecer en otros momentos del ciclo, como la ovulación o las relaciones sexuales. El dolor puede irradiarse a la espalda, las piernas o el recto, y puede interferir con las actividades diarias y la calidad de vida.

2. Sangrado menstrual abundante o irregular

La endometriosis puede alterar el patrón de sangrado menstrual, provocando periodos más largos, más frecuentes o más abundantes de lo normal. También puede causar sangrado entre periodos o después de las relaciones sexuales. Estas alteraciones pueden provocar anemia y cansancio.

3. Problemas intestinales o urinarios

El tejido endometrial puede afectar al intestino o a la vejiga, causando síntomas como estreñimiento, diarrea, gases, hinchazón abdominal, dolor al defecar o al orinar, sangre en las heces o en la orina, o infecciones urinarias recurrentes.

4. Infertilidad o dificultad para concebir

La endometriosis puede dificultar el embarazo al provocar obstrucciones o adherencias en las trompas de Falopio, alteraciones en los ovarios o en el útero, o inflamación crónica que afecta a la implantación del embrión. Se estima que entre el 30 y el 50% de las mujeres con endometriosis tienen problemas de fertilidad.

5. Fatiga, depresión o ansiedad

La endometriosis puede afectar también al estado de ánimo y al bienestar emocional de las mujeres que la padecen. El dolor crónico, el estrés, la falta de sueño, la anemia, las dificultades para concebir o el impacto en la vida sexual pueden provocar fatiga, depresión o ansiedad.

¿Qué hacer si se sospecha de endometriosis?

Si se presentan alguno o varios de estos signos, es importante consultar con un médico especialista en ginecología para realizar un diagnóstico adecuado y descartar otras posibles causas.

El diagnóstico de la endometriosis se basa en la historia clínica, el examen físico y pruebas complementarias como la ecografía, la resonancia magnética o la laparoscopia.

El tratamiento de la endometriosis depende de cada caso y de los objetivos de cada mujer. Puede incluir medicamentos para aliviar el dolor y regular las hormonas, cirugía para extirpar el tejido endometrial o técnicas de reproducción asistida para lograr el embarazo.

La endometriosis es una condición crónica que puede afectar a la salud física y mental de las mujeres que la sufren. Por eso, es fundamental contar con el apoyo de profesionales, familiares y amigos, y buscar información y ayuda en asociaciones de pacientes.

La endometriosis no es una enfermedad mortal, pero puede ser muy limitante. Sin embargo, con un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado, se puede mejorar la calidad de vida y conseguir los objetivos personales de cada mujer.