Causas de dolor ocular y cómo tratarlo

El dolor ocular es la sensación punzante, difusa o pulsátil limitada al ojo que puede ser representación de afectación de la córnea, de espacios distintos del propio órgano o del organismo en general.

Síntomas del dolor ocular

Cuando existe dolor ocular, la afectación principal es de la córnea que es la membrana transparente que está delante del iris y la pupila en la parte delantera del globo ocular. Otra manifestación común del dolor ocular es la sensación de cuerpo extraño o una ligera irritación en el ojo.

Por otro lado, los trastornos que afectan a la córnea pueden afectar la cámara anterior del globo ocular, el espacio entre el iris y la parte posterior de la córnea, causando espasmo del músculo ciliar -que permite la contracción de la pupila- intensificando el dolor aun más ante estímulos de luz brillante.

Síntomas alarmantes del dolor ocular

Existen síntomas acompañantes del dolor ocular que son signos de alarma para acudir inmediatamente a un centro de salud. Estos signos son:

  1. Vómitos.
  2. Halos alrededor de la luz.
  3. Fiebre, escalofríos, debilidad y/o dolor muscular y dolor en articulaciones.
  4. Disminución de la agudeza visual.
  5. Incapacidad para mover el ojo en todas las direcciones.
  6. Abultamiento en el ojo.

Si el dolor es intenso y existen estos signos de alarma debe acudir al médico de inmediato pero si al contrario, el dolor es leve y no hay presencia de alguno de estos signos, puede esperar de 1 a 2 días para ver si el malestar cede por si solo.

El médico, ante un motivo de consulta como el dolor ocular realizará una historia clínica que incluye: antecedentes personales, hábitos, inicio del dolor y síntomas acompañantes y examen físico que pueda hacer presumir de un diagnóstico.

En cuanto al examen físico ocular el médico buscará la presencia de algún cuerpo extraño, corroborará la movilidad del globo ocular en todas las direcciones, aplicará luz intensa para causar reflejos que son normales en el individuo y determinará si hay o no dolor ante la exposición y evaluará además la agudeza visual mediante tablas de agudeza.

El médico puede someter al paciente a exámenes más detallados como la utilización de lámpara de hendidura que permite observar el ojo con gran aumento y así buscar cuerpos extraños muy pequeños, úlceras y traumatismos que puedan estar ocasionando el dolor.

Luego de esto, se debe evaluar la presión intraocular mediante la tonometría para descartar la presencia de glaucoma y prevenir su progreso y por último, el médico hará una exploración del fondo del ojo, donde se evalúan las estructuras internas oculares.

Al realizar estos exámenes y exploraciones se obtiene hallazgos que permiten orientar el diagnóstico de la siguiente manera:

  • Si se encuentra un ojo que no está enrojecido, con lagrimeo y dolor, quizá no sea la córnea la estructura afectada.
  • El médico al medir la presión intraocular coloca anestesia en gotas al ojo afectado, si el dolor desaparece con el anestésico, la afección es de la córnea lo más seguro
  • Las personas que utilizan lentes de contacto pueden sufrir rasguños cornales o úlceras que son traumatismos causantes de dolor intenso.
  • Si existe un dolor difuso y muy intenso que es difícil precisar su ubicación, debe pensarse en celulitis orbitarias, endoftalmitis y pseudotumor orbitario.
  • Un dolor profundo y difuso puede ser indicio de algo muy grave como el glaucoma de ángulo cerrado agudo por aumento e la presión intraocular

Causas de dolor ocular y tratamiento

Hay muchísimas causas de dolor ocular pero acá nombraremos las más comunes con sus tratamientos:

Queratitis:

La queratitis es la inflamación de la córnea que cursa con lagrimeo, enrojecimiento, molestia ante la exposición a luz y dolor intenso. que puede ser causada por traumatismos como golpes y arañazos y lesiones por roce del lente de contacto.

El tratamiento depende si es bacteriano, fúngico o viral pero también varía según la intensidad. Si es una inflamación leve se administrarán gotas con fármacos antibacterianos, antivirales o antifúngicos, respectivamente. Pero si es grave, se administrarán medicamentos por vía oral.

Conjuntivitis:

Es la inflamación de los vasos sanguíneos ubicados en la conjuntiva -membrana que recubre la parte anterior del ojo e interior de los párpados. Los síntomas principales de conjuntivitis son hinchazón, picazón, lagrimeo y dolor.

El tratamiento debe ser sintomático en primera instancia con lágrimas artificiales y compresas frías y si no mejora, debe sospecharse alguna causa bacteriana, fúngica o viral en la que el médico debe recetar gotas con medicamentos o tratamiento vía oral dependiendo de la gravedad del caso.

Glaucoma:

Es el aumento patológico de la presión intraocular que genera daños al nervio ótico y pérdida progresiva de la visión periférica (a los lados). Existe dolor intenso y profundo y el tratamiento debe ser lo antes posible, el cual consiste en utilización de gotas que disminuyan la presión intraocular con medicamentos alfa-adrenérgicos, bloqueantes beta o cirugía láser que libere la presión.

Sinusitis:

Es la inflamación de los senos paranasales que se irradia a la cabeza y región ocular con síntomas como dolor de garganta y dificultad para respirar. Suele mejorar con medicamentos aplicados directamente en las fosas nasales, antibióticos o antigripales.

Existen muchas otras causas de dolor ocular relacionadas con el uso de lentes de contacto, ojos secos, inflamación de los párpados, infecciones orbitarias y periorbitarias, pseudotumores, endoftalmitis, entre otros, donde la mejor opción es consultar a un médico que es quien mediante la realización de un buen examen físico general y ocular específicamente, podrá diagnosticar precozmente y otorgar tratamiento oportuno para evitan complicaciones.