Mediante una dieta equilibrada, la actividad física regular y la renuncia a determinados alimentos que resultan un auténtico veneno para nuestra salud, pueden prevenir el daño vascular y un posible derrame cerebral.
Por lo tanto, asumir un compromiso de cuidado para tu cuerpo otorga que el riesgo de accidente cerebrovascular personal pueda reducirse significativamente.
Muchos factores de riesgo para un accidente cerebrovascular, como la obesidad, la desnutrición, el tabaquismo o la falta de ejercicio pueden ser influenciados positivamente con un cambio rotundo a nivel psicológico y de actitud frente a la vida.
Los estilos de vida saludables pueden disminuir la presión arterial, mantener el azúcar en la sangre y el colesterol en muchas personas a un rango normal en el que ya no pueden ejercer efectos dañinos vasculares.
Estas medidas pueden reducir significativamente el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular , informa el Dr. med. Curt Beil de la Asociación Profesional de Neurólogos Alemanes (BDN) en Krefeld.
También es importante consumir diariamente no más de cinco gramos de sal para evitar un aumento en la presión arterial, y lo recomendable es cambiar la sal de mesa común por sal marina sin refinar. El consumo diario de diez en lugar de los cinco gramos de sal recomendados, aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular a largo plazo.
Las grasas animales, el alcohol y la nicotina son perjudiciales
Para evitar los altos niveles de colesterol, evita las grasas animales como las salchichas, la carne, la manteca de cerdo y el queso, y en su lugar consume ácidos grasos poliinsaturados de las grasas vegetales y el pescado.
Al abstenerte de los alimentos con alto contenido de azúcar, se puede contrarrestar un alto nivel de azúcar en la sangre. El alcohol solo debe ser consumido con moderación y no diariamente.
Fumar afecta los vasos y aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular, especialmente en combinación con presión arterial alta. La abstinencia de nicotina es, por lo tanto, un componente muy importante en la prevención del accidente cerebrovascular.
El entrenamiento de resistencia es particularmente ventajoso
Los adultos deben moverse al menos 30 minutos al día. El pulso debe aumentar ligeramente y solo deben estar ligeramente sin aliento. En particular, el entrenamiento del rendimiento de resistencia puede contrarrestar el accidente cerebrovascular y otras enfermedades cardiovasculares a largo plazo.
Por ejemplo, actividades como nadar, caminar a paso ligero o andar en bicicleta. El ejercicio regular y las dietas saludables también ayudan a reducir o contrarrestar la obesidad, que también se asocia con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular.
Asistencia médica importante para personas de riesgo
Si la presión arterial, el azúcar en la sangre y los niveles de colesterol no pueden reducirse a su rango normal a través de un estilo de vida saludable, es importante un buen ajuste de los medicamentos. Esto también se aplica a la diabetes, que también aumenta el riesgo de calcificación vascular.
Además, un estrechamiento existente de los vasos sanguíneos debe ser clarificado neurológicamente.
En particular, las arterias carótidas estrechadas aumentan el riesgo de accidente cerebrovascular y pueden detectarse de manera relativamente fácil por medios de diagnóstico simples con ultrasonido y se resuelven terapéuticamente mediante cirugía o colocación de estent o stents, que es una malla que se utiliza para abrir arterias y venas que se encuentran obstruidas o tapadas.