Los adolescentes pueden mentir a sus padres para proteger su privacidad y libertad, para ocultar errores y rompimiento de reglas o incluso para proteger a otros.
Como padre, la seguridad de tu hijo es probablemente tu principal preocupación. Quieres saber la verdad para poder solucionar estos problemas de conducta, ya sea por adicción a las drogas, el sexo, actividades de riesgo o incluso la delincuencia en el peor de los casos.
¿Cómo puedes saber si tu hijo adolescente te está mintiendo?
La mala noticia es que un estudio publicado en 2011 muestra que la mayoría de nosotros tenemos solo un cincuenta por ciento de posibilidades (en el mejor de los casos) de detectar cuando alguien está mintiendo, y menos, cuando un menor tiene tiempo para preparar su mentira. Pero si prestas atención al comportamiento de tu hijo cuando miente en situaciones de las que sospechas, es posible que puedas mejorar esas posibilidades.
Mentir es algo que todos hacemos
Aunque le hayas enseñado a decir siempre la verdad, mentir es parte del comportamiento humano normal. Deja de sorprenderte de que tus hijos adolescentes te mientan y acepta que algo que sucederá. Usa lo que recuerdes sobre tu comportamiento cuando eras adolescente y querías mentir en una situación.
Descubrir que tu hijo te está mintiendo no debería ser algo que te haga decepcionarte de él, ten por seguro que todos los jóvenes mienten en algún momento de su vida. Trata de entender qué lo llevó a mentir y ayúdalo en lo que puedas.
Señales de que tu hijo adolescente te está mintiendo
Una táctica utilizada por las fuerzas policíacas es evitar que el sospechoso tenga tiempo para pensar al responder a sus preguntas. Esto conduce a que este demuestre un comportamiento más pronunciado cuando mentir. O incluso que contradiga su propia historia o mentira.
Mentir aumenta la carga cognitiva de una persona. Esto puede hacer que la persona piense más que si estuviera dando una afirmación verdadera. Es decir, pensar demasiado para explicar la historia de lo ya vivido.
Los signos de la mentira son diferentes para cada persona. Debes usar tu experiencia con tu hijo para guiarlo. Presta atención y observa cómo se comporta tu hijo adolescente cuando dice la verdad y cuando miente.
1. Pausas constantes
Escucha las pausas antes de que tu hijo adolescente comience a responder una pregunta y observa las pausas largas que puede tomar durante sus respuestas. Las pausas poco naturales son señales de que necesitas pensar más para encontrar una respuesta.
2. Contacto visual
Esto puede variar. Tener la mirada hacia otro lado, hacia abajo o mirar a varios puntos diferentes todo el tiempo, puede ser señal de una mentira. Sin embargo, algunos adolescentes son buenos para mantener el contacto visual mientras mienten. También puede haber un cambio en la forma de parpadear. Busca un tipo diferente de contacto visual cuando mientas en comparación con una conversación normal.
3. Dificultad para respirar y boca seca
Los cambios en la respiración y falta de saliva: un signo de estrés al inventar una mentira. También puede haber un cambio en su voz, que puede volverse más aguda.
4. Silencios y quietud
Mientras el cerebro está ocupado inventando mentiras, el cuerpo a menudo se vuelve más tranquilo. Puede notar que está más tranquilo o menos activo de lo habitual.
5. Hacen muchas señas y mueven los pies
Algunas personas usarán gestos más expresivos con las manos cuando mienten. Aunque el cuerpo suele estar más relajado de lo normal, pueden arrastrar las piernas o mover constantemente los pues (lo que no ocurriría en una conversación normal).
6. Se tocan la garganta o tapan la boca
Estos son signos comunes de cuando están mintiendo. El mentiroso protege el sitio vulnerable y bloquea la comunicación, literalmente.
7. Hay inconsistencias en los detalles o son demasiados
Un adolescente que miente puede evitar los detalles, al menos cuando se le pregunta por primera vez, si no ha practicado su respuesta. Pero al contarla por segunda vez puede que cambie los detalles. Pedir más detalles ejercerá más presión sobre tu hijo adolescente y puede dar lugar a más señales de mentira. Por otro lado, demasiados detalles no deseados pueden ser señal de una historia planeada previamente.
Te creeré, sí, pero después de comprobar
«Confíe, pero comprueba» Esta puede ser una buena táctica si deseas asegurarte de que tu adolescente dice la verdad y no encubre su comportamiento. Pregúntale cosas que puedas verificar.
Facilita que tu adolescente le diga la verdad. Asegúrale a tu hijo que está a salvo de un castigo si te dice la verdad para que puedan resolver los problemas juntos. Y no rompas tu promesa.
