Cómo trasplantar un árbol de manera correcta

En lugar de cortar un árbol mal ubicado o que ocupa espacio para otras plantas, trasplántalo a un lugar mejor en tu jardín donde puedas mantenerlo en los años venideros. En este artículo aprenderás cómo trasplantar un árbol de forma adecuada, cuidando desde su traslado, conservación y plantación en una nueva tierra. 

Aprende cómo trasplantar un árbol de forma correcta

Trasplante de árboles

El amontonamiento de plantas a menudo disminuye la cantidad de nutrientes que pueden absorber del suelo. Esto puede causar problemas de desarrollo e incluso retrasar su crecimiento.

Excavar árboles pequeños y moverlos a una nueva ubicación puede ser intimidante, pero a menudo es necesario cultivar plantas sanas. Sigue leyendo para aprender todo lo que necesitas saber sobre el trasplante de árboles, tanto de hoja perenne como de hoja caduca.

¿En qué momento debes trasplantar un árbol?

El mejor momento para mover arbustos y árboles de hoja caduca es a finales de otoño o invierno, cuando la planta está inactiva. Su crecimiento se detiene, lo que significa que no tendrás que preocuparte por el shock del trasplante.

También puedes mover árboles de hoja caduca a principios de la primavera, justo cuando los brotes comienzan a aparecer. Los brotes hinchados son el primer signo de crecimiento en la parte superior de la planta, y en aproximadamente una semana, las raíces comenzarán a crecer también.

Para los árboles de hoja perenne, es mejor trasplantar a fines del verano o principios de otoño para que las raíces tengan tiempo de desarrollarse antes de que llegue el clima frío.

Busca un lugar con espacio para que crezcan

Para que haya una transición suave, cava el nuevo hoyo primero. Esto evitará que las raíces del árbol se sequen mientras se prepara el nuevo agujero. Si tienes que esperar, incluso media hora, envuelve el cepellón en varias capas de periódico húmedo o un poco de arpillera para que las raíces no se sequen.

Guarde la tierra del hoyo que cavaste para más tarde. Consejo útil: al excavar, ten en cuenta que el agujero debe ser más ancho, no más profundo. La gran mayoría de las raíces de una planta residen en los 30 cm superiores del suelo, por lo que no es necesario cavar más profundo que eso, especialmente en el caso de un árbol pequeño como este.

Incluso al trasplantar un árbol mucho más grande, uno que tenga el doble de este tamaño o más, no necesitarás excavar más de 45 a 60 cm.

Desentiérralo

Ahora que ya preparaste la nueva ubicación del árbol, está listo para ser trasplantado. Primero, empapa las raíces del árbol con una manguera de agua. Usando una pala, cava alrededor de la planta hasta que puedas moverla fácilmente. ¿No estás seguro de qué tan ancho cavar el cepellón? Sube 30 cm por el tronco desde la base.

Luego, mide el diámetro del árbol en ese punto y multiplícalo por 18. El número que obtengas es el diámetro del cepellón que deberás cavar. Corta a través del suelo en un ligero ángulo hacia la base del árbol, utilizando movimientos precisos de la pala para evitar daños a las raíces. Levanta el cepellón con la pala a medida que avanzas para aflojar las raíces.

Envuelve con una lona

Retira suavemente el árbol y envuélvelo en una lona para que transportarlo sea más fácil. Si cae tierra del cepellón cuando lo levantes, no pasa nada.

Consejo útil: pide a un amigo que te ayude a levantar el árbol del suelo, incluso los cepellones pequeños pueden pesar hasta 40 kilos o más. Para un árbol más grande, es posible que necesites maquinaria especial y / o un profesional calificado para hacer el traslado.

Cuida tu espalda

Levanta la lona desde ambos extremos, asegurándote de nunca jalar el tronco. Coloca el árbol en una carretilla (¡protector de espalda!) Y muévete a la nueva ubicación.

Plántalo

Quita la lona (nuevamente, ten cuidado de no doblar el tronco) y coloca suavemente el cepellón en el orificio que excavaste previamente. Dejando hasta un tercio del cepellón sobre el suelo, cubre las raíces con suficiente tierra (que guardaste anteriormente) para estabilizar el árbol y asegurarte de que esté derecho.

Añade composta

Una vez que el árbol esté estable, llena el resto del hoyo con composta, apisonándola ligeramente a medida que cubres el pozo.

Riega bien la planta

El riego es uno de los pasos más importantes. Los árboles recién plantados requieren más cuidado que las plantas que ya llevan tiempo asentadas, así que asegúrate de regar el árbol con frecuencia si no hay lluvia pronosticada.

El toque final con mantillo

Aplica una capa de mantillo de 5 cm en la parte superior del cepellón para retener la humedad, pero evita rellenar con mantillo hasta el tronco.

Disfruta la nueva ubicación y mantén tu planta

Con un nuevo lugar al cual llamar hogar, este árbol tendrá espacio para crecer.

Consejos de mantenimiento al trasplantar un árbol: para reducir el gasto de energía, reduce hasta un tercio del crecimiento del árbol desde la parte interior del árbol.

Esto permite que las raíces se asienten sin demasiada tensión para la planta. Riega abundantemente todos los días durante dos semanas y no fertilices durante al menos un año para que las raíces puedan concentrarse en asentarse.