Pocas actividades de jardinería son tan gratificantes como cultivar sus propias plantas a partir de semillas. Y en este caso, vamos a conocer las diferentes alternativas para germinar nuestras semillas en invernaderos pequeños hechos en contenedores de plástico.
Una de las mejores partes de la primavera y el verano es la oportunidad de volver a cultivar nuestras propias frutas y verduras. No hay nada como cosechar tus propios tomates directamente de tu jardín o las macetas en el balcón de tu apartamento.
De manera ideal, podemos recibir los frutos de nuestro trabajo durante todo el verano, sin embargo, sobre todo para aquellos que viven en lugares con climas más fríos, las cosechas pueden darse hasta julio, agosto o incluso septiembre. ¿No sería genial tener un invernadero para poder comenzar a comer nuestras verduras más temprano y disfrutarlas antes?
Afortunadamente, con un poco de ingenio y creatividad, hay una manera de tener tu propio «invernadero» en casa, incluso si vives en un pequeño departamento.
Invernaderos de contenedores de plástico
¿Qué sueles hacer con los recipientes de pollo asado o fresa una vez que están vacíos? Probablemente enjuagarlos y tirarlos a la basura, ¿verdad?
Con un poco de ingenio, esos mismos recipientes que estás tirando podrían ser los mini invernaderos perfectos para tus pequeñas plantas. Piénsalo:
- Tienen agujeros en el fondo para drenar el agua.
- Tienen una tapa transparente que se puede sellar y también dejan entrar la luz solar
- Son lo suficientemente altos como para permitir un espacio de cultivo
Esencialmente, crean ese ambiente cálido y húmedo que las semillas y las plantas jóvenes necesitan para prosperar. Si sigues estos sencillos pasos, podrás reutilizar esos recipientes y cosechar los productos de tu jardín uno o incluso dos meses antes.
¿Qué se puede plantar?
Ahora, no todas las plantas se van a beneficiar de los mini invernaderos. Sin embargo, hay una gran variedad que lo harán, por ejemplo:
- Tomates
- Calabazas
- Col rizada
- Brócoli
- Coliflor
- Apio
- Coles
- Melones
- Puerro
- Lechugas
Todos estos, con la excepción de los tomates, tendrás que plantarlos en el interior un mes antes de lo que los hubiera plantado en el exterior. En el caso de los tomates deberá ser con tres meses de anticipación.
¿Qué contenedores elegir?
Tus opciones no se limitan a contenedores de fresa o pollo. Como se mencionó antes, siempre que tu recipiente tenga una tapa de plástico transparente, sea algo alto y tenga agujeros en el fondo para el drenaje, entonces lo puedes utilizar.
Otros tipos de contenedores que pueden funcionar son:
- Algunos envases de comida para llevar.
- Ensaladeras.
- Botellas de plástico, cortadas por la mitad.
- Tazas de yogurt parfait.
- Tazas de Frappuccino.
8 pasos para cultivar verduras en invernaderos hechos con contenedores de plástico
Sigue estos sencillos pasos para realizar tu mini-invernadero profesional.
1. Consigue la tierra adecuada
Elige tierra específicamente para germinar semillas, orgánica si es posible. Pregunta en yu tienda de jardinería local si no estás totalmente seguro.
2. Llena tus contenedores
Llena tus recipientes limpios y secos aproximadamente dos tercios de su capacidad con tu tierra, así como cualquier fertilizante que tu tienda de jardinería te haya recomendado.
3. Planta tus semillas
Sigue las instrucciones en los paquetes de semillas de cada tipo de verdura. Por lo general, es mejor plantar dos semillas por espacio en caso de que una de las semillas no brote. Cubre con suficiente tierra tus semillas para que no floten hacia arriba cuando las riegues.
4. Riega tus semillas
Este paso debe hacerse con mucho cuidado. Si las riegas mucho o con mucha frecuencia, corres el riesgo de desenterrar tus semillas. Por lo general, es mejor rociarlas primero con una botella de spray para humedecer el suelo, luego regarlas suavemente.
5. Asegura la tapa
No tiene que estar sellado, solo lo suficientemente asegurada como para crear ese efecto invernadero. Una vez que la tapa esté puesta, coloca el recipiente en un área soleada para que esté lo suficientemente caliente como para germinar.
6. Fase de mantenimiento
Mientras esperas que crezcan tus semillas, cuida el suelo. Solo riégalo cuando parezca seco. Probablemente tus semillas necesitarán un riego suave cada pocos días.
Una vez que las semillas broten y hayan crecido lo suficiente como para tocar la parte superior de la tapa, retira la tapa para que no se calienten demasiado. Si están muy calientes, morirán. Esto, por supuesto, depende de la altura de tu tapa.
Por lo general, lleva una o dos semanas antes de que sea hora de quitarla, pero siempre revisa tus brotes para detectar cualquier signo de complicación. El hecho de que no hayan alcanzado la cima no significa que no sea hora de quitar la tapa.
7. Aclimata tus plantas
Cuando tus plantas hayan comenzado a desarrollarse y hayan crecido un poco más, puedes comenzar a ponerlas afuera a la sombra durante unas horas cada día. Asegúrate de que estén protegidas del viento y que esté al menos a 15 grados. Siempre mételas durante la noche. Haz esto todos los días durante aproximadamente una semana.
Luego, comienza a aclimatarlas al sol colocándolas afuera al sol durante unas horas cada día. Es posible que quieras cubrirlas o protegerlas con un paño blanco delgado para evitar que los fuertes rayos quemen sus hojas. Haz esto todos los días durante otra semana.
8. Plántalas permanentemente al aire libre
Por ahora tus plantas están listas para ser plantadas permanentemente en el exterior. Antes de plantarlas en tu maceta de jardín o porche, asegúrate de que estén secas y riégalas después de plantarlas.
Una vez que las haya plantado de forma segura en su nuevo hogar, riégalas suavemente una vez más. A partir de este momento, puedes cuidarlas tal como lo habrías hecho antes.