Consejos para eliminar la acidez estomacal o ardor de estómago

La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) se puede definir como síntomas molestos suficientes para afectar la calidad de vida de un individuo, o lesiones o complicaciones que resultan del flujo retrógrado del contenido gástrico al esófago, orofaringe y / o tracto respiratorio. Revisa a continuación formas naturales de eliminar la acidez estomacal desde la raíz.

eliminar la acidez estomacal

Los síntomas inducidos por el reflujo, la esofagitis erosiva y las complicaciones a largo plazo pueden tener efectos muy perjudiciales en las actividades diarias, la productividad laboral, el sueño y la calidad de vida.

Tratamientos de primera línea para eliminar la acidez estomacal

Millones de personas alrededor del mundo usan inhibidores de la bomba de protones, o IBP, para tratar la acidez de estómago, el reflujo ácido, la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) o las úlceras pépticas. Los IBP, incluidos Prilosec, Prevacid y Nexium, a menudo se recetan como primera línea de tratamiento porque reducen la cantidad de ácido que produce el estómago.

Los IBP se encuentran entre los medicamentos más comúnmente recetados en el mundo, y algunos de los más peligrosos porque la mayoría de las personas no tienen idea de cuántas funciones vitales desempeña el ácido del estómago en nuestros cuerpos. Cuando dejas de tomarlos, la cantidad de ácido que libera tu estómago aumenta, lo que hace que tus síntomas empeoren.

5 consejos para eliminar la acidez estomacal y otros problemas relacionados con los ácidos

Hacer cambios en el estilo de vida, como perder peso, reducir el consumo de alcohol y cafeína y eliminar los factores desencadenantes de los alimentos, puede ser de gran ayuda para curar los problemas relacionados con el ácido estomacal.

Prueba una dieta de eliminación

Los factores desencadenantes de los alimentos, como el gluten, el maíz, la soja y otros, pueden ser la causa de tu malestar. Intenta eliminar los posibles desencadenantes de los alimentos, así como el alcohol y la cafeína, durante 30 días.

Asegúrate de eliminar todas las formas de azúcar. Incluye muchas frutas y verduras frescas y fuentes de proteínas de alta calidad. Además, asegúrate de mantenerte óptimamente hidratado. Vuelve a agregar los alimentos uno a la vez para determinar si un alimento sospechoso es la causa de tu problema.

Toma un suplemento de ácido clorhídrico

La mayoría de los síntomas relacionados con el ácido gastroesofágico son causados ​​por muy poco ácido, no demasiado. Intenta agregar un suplemento de ácido clorhídrico (HCL). Puedes conseguirlos en las tiendas naturistas. También puede probar las enzimas digestivas. Busca una fórmula de espectro completo con pH balanceado. Finalmente, intenta agregar una sal marina de buena calidad.

Toma probióticos

Los probióticos pueden ayudar a restaurar tu intestino si has estado tomando IBP. Una vez que tu intestino esté restaurado, podrás destruir bacterias dañinas, como H Pylori.

Deja de tomar antiácidos

No se recomienda el uso prolongado de antiácidos como TUMS, Mylanta o Pepto-Bismol o bloqueadores de los receptores H2, como Zantac, Pepcid y Tagamet. Si necesitas tomar uno, asegúrate de que no contenga aluminio, ya que pueden causar estreñimiento y reducir los niveles de fosfato, lo que puede provocar fatiga y pérdida del apetito (sin mencionar que el consumo de aluminio puede contribuir a la enfermedad de Alzheimer).

Los antiácidos contienen hidróxido de magnesio, que puede provocar diarrea. Los antiácidos elaborados a partir de carbonato de calcio (como Tums) pueden provocar un rebote de ácido con el tiempo y también pueden contribuir a problemas renales.

Escucha a tu intestino si buscas eliminar la acidez

Tu salud intestinal y tus emociones están estrechamente vinculadas. Escucha y aprende lo que tu instinto está tratando de decirte. Las mariposas o las náuseas son a menudo tu sabiduría interior que te habla. Lleva un diario de tus síntomas para ayudarte a determinar qué factores pueden estar asociados con tus síntomas. Y recuerda, aunque ningún medicamento es 100 por ciento seguro, eso no significa que no debas tomar uno si lo necesitas. Pero debes sopesar continuamente los riesgos y los beneficios.