La parrilla del asador suele ser un lugar de nuestra casa que no es aseado correctamente, y en el peor de los casos, nunca es limpiado de forma profunda, por lo que puede resultar un problema para nuestra salud y el sabor de los alimentos que preparamos.
Las parrillas sucias no son buenas por razones obvias
Las sobras pueden adherirse a los alimentos que estás cocinando, empobreciendo el sabor, mientras que la grasa vieja puede propagar bacterias dañinas. También deberías tener cuidado con esos cepillos metálicos que puedes usar para remover parte de la suciedad acumulada, ya que las cerdas metálicas que a veces pueden atascarse en la parrilla, podrían luego ser consumidas por los comensales, y causarles muchos problemas de salud.
Hay una forma más fácil y segura de limpiar a fondo la parrilla. Todo lo que necesitas es un trapo (toalla o repasador), unas pinzas de metal, un poco de papel de aluminio y un poco de trabajo.
Cómo limpiar la parrilla
Usa una toalla vieja o un trapo (asegúrate de que esté seco) para limpiar la parrilla y eliminar los trozos grandes de grasa y suciedad del último uso.
Cubre bien la superficie superior de la parrilla con 1 o 2 hojas de papel de aluminio y enciende el fuego tanto como sea posible. Cierra la tapa de la parrilla y déjala durante unos 25 minutos.
Apaga el fuego y deja enfriar la parrilla. Con unas pinzas, retira el papel de aluminio. Usa la toalla vieja para limpiar la suciedad que ahora debería haberse convertido en cenizas. Eso sería todo lo que necesitas para limpiar la parrilla de forma fácil.
De esta manera vemos como es fácil tener una parrilla limpia, sin riesgos para la salud y sin alimentos no deseados. Y en el futuro, después de cada uso de la parrilla, corta un poco de papel de aluminio y raspa la parrilla mientras aún esté caliente para evitar que se acumule más grasa y desperdicios de comida, y así tengas una parrilla casi impecable para la próxima vez.
Otras opciones para limpieza de parrillas
Si la opción anterior no ha funcionado, puedes probar con estas otras soluciones naturales, que son amigables y no requieren el uso de químicos.
Vinagre y bicarbonato de sodio
Puedes hacer un limpiador natural que pueda disolver cualquier rastro de grasa.
Limpiar la parrilla con estos dos materiales es muy sencillo. Todo lo que necesitas hacer es preparar una mezcla de vinagre, bicarbonato de sodio y agua caliente. Pon un litro de agua caliente en el fregadero, con dos cucharadas de bicarbonato de sodio y una taza de vinagre.
De esta forma y con un poco de paciencia podrás limpiar fácilmente la parrilla así como otros utensilios que hayas utilizado durante la preparación de la comida. Es importante usar agua caliente.
Simplemente, sumerge en la solución que has preparado la parrilla y otros utensilios. Luego frótalos con una esponja y enjuaga con agua tibia.
Cebolla
La parrilla también se puede limpiar con la cebolla. Además de condimentar nuestra comida, la cebolla también es un buen limpiador. El proceso que sigues es muy sencillo. Todo lo que tienes que hacer es cortar una cebolla grande por la mitad y luego clavarla con un tenedor.
Luego deberás pasarla por toda la superficie de la parrilla o las placas de la parrilla con su lado cortado cuando la parrilla aún está caliente. Este material puede limpiar eficazmente una parrilla que no esté demasiado sucia.
