El niño que respeta en casa también lo hará en la calle

Enseñar un comportamiento respetuoso a un niño de tres o cuatro años no siempre es fácil. Esto se debe en parte al hecho de que sus habilidades lingüísticas aún no están completamente desarrolladas. Cuando le pidas a tu hijo que se vaya a la cama, es poco probable que te diga: «Me estoy divirtiendo mucho en el baño en este momento. ¿Podría quedarme cinco minutos más?». Es mucho más probable que dé una palmada en el agua y diga: «¡No!», ruge mientras sus ojos comienzan a brillar con rebeldía.

Por otro lado, en esta fase, los niños de jardín de infantes prueban el poder que tienen dentro de la familia. Empiezas a empujar los límites. Esto es normal a esta edad y un signo de desarrollo.

Sin embargo, ahora es el momento de comenzar a enseñarle a su hijo el buen comportamiento y la importancia del respeto mutuo.

¿Cómo puedes criar a tu hijo para que se comporte con respeto?

El respeto y los valores se trasmiten desde casa, los primeros referentes siempre serán los padres o tutores, quienes dan forma y transfieren tanto modos de comportamiento como límites para formar personas civilizadas.

1. Predica con el ejemplo

Muéstrale a tu hijo el respeto que espera de ti. Dejar que un niño hable es agotador, pero vale la pena. Ponte a la altura de los ojos (por ejemplo, sentándote o arrodillándote), mira a tu hijo y muestra interés en lo que está hablando. Así es como le enseñas a escuchar cuando dices algo.

2. Respuestas educadas

Tu hijo puede mostrar afecto y respeto a través de buenos modales. Una vez que puede hablar, puede decir “gracias” y “por favor”. Por ejemplo, si tu hijo grita “¡Queso!”, en la mesa, puedes darle una mirada amistosa y decirle: “Oye, eso suena grosero. ¿Qué otra mejor manera de decir eso se te ocurre?”

Una vez más, es más fácil dar un ejemplo que simplemente predicar el buen comportamiento. Dile “por favor” y “gracias” a tu hijo y a los demás constantemente, y aprenderán que estas son partes esenciales de la comunicación, y lo aprenderán con el ejemplo, que es la forma directa de hacerlo.

3. Mantén la calma

Si tu hijo dice algo insultante, trata de mantener la calma. tu hijo no lo dice personalmente porque aún no comprende completamente cuán hiriente es ese lenguaje. Recogió la palabra en alguna parte y está emocionado de probar el nuevo término. Explícale con calma que esas palabras son muy malas y entristecen o enojan a otras personas. Di con calma y firmeza: «No abusamos unos de otros en esta familia».

4. Espera resistencia

La vida sería tan fácil si nuestros hijos siempre estuvieran felices de satisfacer nuestras demandas, pero así no es la gente. Recuerda siempre: si tu hijo no hace lo que le pides, no siempre tiene que ser una falta de respeto, también puede deberse simplemente a una opinión o visión del mundo diferente.

Tu hijo percibe el mundo de manera muy diferente a ti y reacciona de manera diferente.

5. Establece límites

Una de las mejores maneras de mostrar respeto es ser cortés y constante en la crianza de los hijos. La cortesía muestra respeto por tu hijo, ser constante muestra respeto por las tareas que tiene entre manos.

6. Elogia el comportamiento respetuoso

Aprecia el comportamiento cortés espontáneo, pero debes ser específico. Tu elogio debe ser hacia el comportamiento correcto y en detalle. Tendemos a decir «buen chico» o «bien hecho». En su lugar, debes decir: «Gracias por esperar hasta que todos los niños comieran helado» o «Me alegro de que le hayas dado las gracias a la abuela tan amablemente».

Apégate al ejemplo específico y tu hijo aprenderá rápidamente que sus esfuerzos por tener buenos modales serán notados y apreciados.