El verdadero significado de ser la oveja negra de la familia

Se emplea el término “oveja negra” para referirse a aquel miembro de la familia que, debido a sus diferencias con respecto al grupo, rompe con la homogeneidad o con el equilibrio que se ha conseguido dentro de este.

La verdad detrás de la oveja negra de la familia

Orígenes del término

Este término procede de tiempos antiguos en los que la venta de lana de ovejas era un negocio bastante lucrativo.

Se conoce que los criadores de estos animales cada tanto se topaban con la desagradable sorpresa que constituía el nacimiento de ovejas de color negro, las cuales no coincidían con los requerimientos por parte de los compradores.

Ésta problemática adquiría un peor tono relacionado con fenómenos religiosos en la Inglaterra de los siglos XVIII y XIX donde una oveja negra era considerada como un mal presagio, se asociaba con una marca del diablo.

La oveja negra de la familia

Cuando al referirse a una familia alguien señala a alguno de sus miembros como la “oveja negra”, está haciendo alusión a aquel individuo que por diversas características (físicas o sociales) rompe con la identidad del grupo.

La familia es un sistema formado por un grupo de personas determinado que comparten una serie de normas, pautas y reglas preestablecidas con la finalidad de mantener su funcionamiento y asegurar el bienestar de sus miembros generación tras generación.

Otros elementos como el amor, el respeto, la lealtad y la coerción de grupo son típicas características de los sistemas familiares. Sin embargo, hay miembros que se niegan de forma abierta a la adhesión a la dinámica de funcionamiento del sistema de manera ciega e incuestionable; estos son los denominados ovejas negras.

     Son miembros de la familia que desafían y quizás hasta le resten validez a los valores y preceptos bajo los que siempre ha funcionado el sistema.

A pesar de haber crecido en el mismo contexto de sus semejantes, esta persona no se adapta ni se rige por los principios de su grupo, es por ello que su presencia puede causar malestar en el resto.

Estos individuos cuentan con muy poca popularidad o aceptación por parte del grupo familiar puesto que es considerado como una fuente de discordia. Pueden llegar a ser incluso, en los casos más extremos, excluidos de reuniones, celebraciones, viajes o sencillamente no se les comunican o se les pide su opinión con respecto a temas importantes para el grupo.

El denominado oveja negra es aquella persona cuyo comportamiento puede ser considerado como de rebeldía en cuanto se opone a lo que está establecido y al cómo deben hacerse las cosas e incluso llega a cuestionar su validez.

Por lo general, al menos en sus primeros años de vida, estas personas suelen sentirse como los eternos incomprendidos o la persona que nadie quiere ni le concede el valor que se merece porque algo está mal en él.

A ésta conclusión puede llegar un individuo tras escuchar en repetidas ocasiones cómo todo lo hace mal y de qué manera es un mal ejemplo en vista de que no se parece al resto de sus familiares y exhibe un mal comportamiento por no conducirse de la manera adecuada.

La oveja negra suele sentir que no pertenece a la familia en la que le tocó nacer, puede llegar a creer que el hecho de que haya caído allí es obra de un error de la naturaleza o es adoptado. Él siente de forma permanente que no encaja en ese grupo.

El desprecio y la poca aceptación con la que cuentan éstas personas les pueden generar inseguridades y una baja autoestima que interferirá en el normal desarrollo de su personalidad.

Éstas personas vivirán en una continua disyuntiva sobre lo que está bien y lo que no. A diferencia del resto de los miembros de su grupo familiar, él poseerá una personalidad que le hará cuestionar los valores y creencias familiares y que le impiden tomarlos para sí como una guía para desenvolverse en la vida. Su naturaleza cuestionable no les convierte en personas malas, simplemente son diferentes.

Cualidades de una oveja negra

A pesar de que las ovejas negras suelen ser el centro de las críticas, así como el excluido de la familia, no necesariamente son individuos despreciables o con características netamente negativas.

En muchas ocasiones, el gran pecado que comete la oveja negra, que le convierte en el blanco de todas las críticas y le atribuye la característica de despreciable, es ser diferente.

La desigualdad de ellos con respecto al grupo se centra en las maneras de pensar, de actuar, creencias y convicciones. Poseen características cuya interacción con la dinámica familiar no son armónicas.

Ellos, a través de sus acciones rompen la armonía del grupo, por así decirlo, y alteran el funcionamiento de la familia.

El sistema familiar, al igual que otros grupos, ejecutan medidas coercitivas sobre sus miembros que ayudan a mantener el orden y aseguran su permanencia en el tiempo. Sin embargo, cuando uno de los miembros muestra resistencia, pone en peligro lo que hasta ahora se ha perpetuado en el tiempo.

Es por esto que las ovejas negras son apartadas, porque constituyen un peligro para la tradición. Sin embargo, si la familia logra enfocar esto desde otra óptica, podrían aprovechar la adversidad para crecer y evolucionar en vista de que, como ninguna persona se atreve a cuestionar lo que de antemano se toma como verdadero e inquebrantable, quizás algunas prácticas o normas ya no se adecúan con los tiempos.

Por otra parte, si los integrantes del sistema se propusieran a trabajar en la inclusión y la aceptación en vez de darle fuerza a la exclusión, se estarían fortaleciendo como sistema y abriendo paso a la tolerancia como valor para la vida.

En la medida en que se trabaje la tolerancia por parte del grupo hacia el miembro afectado, la familia como sistema adquirirá la capacidad de evolucionar y de trascender en el tiempo de manera sana en vista de proveer bienestar a sus miembros. Además, podrán tomar de la oveja negra aquellos conocimientos, criterios, habilidades y destrezas para fusionarlos como complemento.