Es necesario comprender el funcionamiento que cumple la vejiga dentro del aparato urinario para posteriormente entender las razones de los padecimientos que se pueden presentar debido a este órgano.
En primer lugar, la vejiga se encarga de recibir y almacenar la orina proveniente de los uréteres para luego ser expulsada al exterior por la uretra, así que este órgano cumple una función de bolsa recolectora de la orina que es producida en los riñones.
En ella podemos encontrar una capacidad de entre 300 hasta los 350 centímetros cúbicos en donde ya las personas empezarán a experimentar ganas de ir al baño. Se debe conocer que este volumen puede aumentar dependiendo del individuo.
Internamente la vejiga está compuesta por tres capas: La capa serosa formada por el peritoneo parietal, la capa muscular formada por un músculo liso que se contrae por el paso de la orina, esta posee a su vez tres capaz, la capa externa o superficial, la capa media y la capa interna.
Y por último la capa mucosa que está formada por epitelio de transición urinario y la lámina propia que es de tejido conjuntivo.
El cuello vesical, el trígono y la cúpula vesical son otras partes internas que también cumplen importantes funciones, en estos se encuentran venas, nervios, arterias y linfáticos.
Normalmente cuando la vejiga se llena de orina este proceso ocurre lentamente, pero las personas que presentan espasmos vesicales experimentan esta sensación de golpe y sin poder controlarla. Los individuos que padecen estos espasmos suelen describir los dolores como calambres en la zona abdominal inferior.
Se define espasmo vesical como una contractura involuntaria del músculo detrusor de la vejiga y que se presenta intermitentemente e impredecible, estos espasmos pueden afectar a cualquier persona de cualquier edad, pero frecuentemente la padecen personas mayores, mujeres que están pasando por la menopausia, mujeres embarazadas o recién dieron a luz y personas con infecciones urinarias o que se hayan sometido a cirugías en la zona del área pélvica o abdominal inferior.
Causas de los espasmos en la vejiga
Es complicado enmarcar la causa de esta afección, aquí algunas de las más comunes:
- Infección en el tracto urinario.
- Cistitis intersticial.
- Uso de catéteres vesicales.
- Golpes violentos en la zona inferior del abdomen.
- Esclerosis múltiple.
- Enfermedad de Parkinson.
- Histerectomía (Extirpación del útero).
- Prostatectomía circundante.
- Cáncer de vejiga.
Existen medicamentos que pueden causar espasmos vesicales como efecto secundario como los medicamentos quimioterapéuticos y diuréticos, también los alimentos que son consumidos en nuestro día pueden contribuir a generar estos espasmos como alimentos picantes, ácidos o cítricos, además de ciertos alimentos artificiales que poseen conservantes y bebidas alcohólicas.
Los siguientes síntomas pueden ayudar a delatar un posible espasmo vesical, por lo que si se detectan se recomienda consulta inmediatamente con el especialista para saber que medicamentos se deben consumir:
- Dolor o sensación de calambres en la zona inferior del abdomen
- Ardor al orinar
- Uso frecuente del baño
Tratamientos
Existen medicamentos los cuales son recetados por el especialista y permiten tener un mayor control de la vejiga, algunos medicamentos previenen filtraciones y otros funcionan para controlar las contracciones o espasmos de la vejiga.
- Los anticolinérgicos tienen como función impedir que ciertos músculos se tensen, en este caso reduce las contracciones involuntarias de la vejiga, esos medicamentos son: Tolterodina, la propantelina, la oxibutinina, la darifenacina, el trospium y el succinato de solifenacina.
- En algunos casos se utilizan antidepresivos tricíclicos los cuales poseen propiedades anticolinérgicas y ayudan a controlar el tejido del músculo liso, los que se recetan con mayor frecuencia son el clorhidrato de imipramina y la doxepina.
- Otros medicamentos los cuales cumplen la función de disminuir las contracciones son los alfabloqueadores los cuales disminuyen los síntomas de la vejiga hiperactiva y los que se recetan con mayor frecuencia son la prazosia y la fenoxibenzamina.
Estos tratamientos dependerán de la causa de la dolencia y del análisis previo que hará el especialista, el procedimiento por excelencia es la cistoscopia la cual se trata de una exploración endoscópica que consiste en la introducción de un tubo fino con una cámara a través del meato uretral y que le permite al médico observar el interior de la uretra y la vejiga.
Es importante tener en cuenta que desde que se confirma la afección podemos contribuir a la disminución de ésta cambiando nuestros hábitos alimenticios, no tomar baños con espuma ya que algunos jabones poseen químicos ásperos que llegan a irritar a la vejiga, no fumar e ingerir bebidas alcohólicas y evitar aguantar las ganas de ir al baño para un mejor funcionamiento del aparato urinario.
También existen estudios que sugieren actividades de relajación como la acupuntura y masajes específicos en el área del abdomen.