La diabetes tipo 2 es una enfermedad crónica que puede poner en peligro la vida si no se controla el azúcar en sangre. La presencia de la enfermedad puede estar indicada por signos que aparecen en diferentes partes del cuerpo como los ojos, riñones, corazón sistema nervioso, incluso en las piernas.
¿Cómo se origina la diabetes?
La aparición de la diabetes se ve afectada directamente por la insulina, una hormona que regula los niveles de azúcar en sangre. Si el cuerpo no produce suficiente insulina o la insulina producida no se absorbe, esto conduce a un aumento de los niveles de azúcar en sangre.
Esto, a su vez, desencadena muchos problemas de salud, incluidos los relacionados con los pies.
El peligro de no controlar la diabetes
Las úlceras que se producen en la diabetes en los pies pueden, en casos extremos, incluso llevar a la amputación de un miembro. La diabetes puede afectar los nervios y vasos sanguíneos de nuestras piernas, poniendo así el riesgo de daño directo a la piel (también llamado úlceras del pie diabético). Existen suficientes oportunidades para prevenir el desarrollo de la enfermedad hasta el momento en que se requiera asistencia de emergencia.
Según el NHS, una úlcera del pie diabético es una herida abierta o llaga que se cura muy lentamente. Para evitar complicaciones, los médicos recomiendan que se revise los pies con regularidad en busca de llagas.
Las personas con diabetes deben hacerse revisar los pies al menos una vez al año en un centro de atención médica. Se observa que la formación inminente de úlceras en las piernas debido a la diabetes tipo 2 también puede indicar una disminución de la sensibilidad. En este caso, se debe consultar inmediatamente a un médico. Los especialistas tratarán la herida, si ya se ha formado, y ayudarán a evitar la infección.
Los niveles altos de azúcar en sangre, si no son tratados, pueden causar daños graves al cuerpo. Algunos de los síntomas de la diabetes tipo 2 se manifiestan principalmente en las piernas, que se asocia con la neuropatía periférica.
¿Cuándo consultar con un especialista?
Si la persona tiene heridas que tardan mucho tiempo en curarse, si las mismas son propensas a infecciones, y si la sensibilidad en los pies y las piernas se ha reducido, es momento de consultar a un médico que pueda dar seguimiento y ayudar a controlar los niveles de glucosa en sangre.
Sin embargo, cuando la persona ha sido diagnosticada con diabetes tipo 2, debe llevar un controla aunque aparentemente no tenga ningún síntoma, eso asegura que el curso de la enfermedad sea controlada, ya que se considera a la diabetes como una «enfermedad silenciosa».
Lo recomendado es que la persona aprenda a conocer su cuerpo y a controlar el nivel de azúcar en sangre con una dieta específica, aprendiendo principalmente cuál es la combinación de alimentos que trae menos repercusión sobre los picos de glucosa en sangre.