La importancia de la presencia del padre para una hija

El amor de un papá a su hija influye de gran manera en la forma que crecerá y se desarrollará. Ya sea un vínculo fuerte o no, el impacto, positivo o negativo, se sentirá hasta la edad adulta de las niñas. Y la presencia paterna forma partes esenciales de la mujer adulta.

Papá con su hija

La influencia del padre en su hija

Los padres modernos ya conocen la importancia del papel del padre en la crianza de su hijo. Pero aún prestamos muy poca atención al problema de la formación de la personalidad de la hija bajo la influencia del padre, sabemos poco sobre lo que sucede cuando el padre está ausente en su vida (ya sea físicamente o simplemente no participa en el proceso de crianza).

¿Cómo puede afectar esta situación el desarrollo de una hija? ¿Puede la influencia del padre, o más bien su falta, influir en sus actitudes posteriores? ¿Cómo establecerá relaciones y cómo se percibirá, evaluará a sí misma y a otras personas?

Papá, aparte de madre

Hay ciertas áreas donde la contribución del padre es de gran importancia y tiene un gran impacto en el desarrollo y el futuro de su hija. Los padres expresan sus sentimientos de una manera completamente diferente a las madres. Aunque en la mayoría de los casos no pueden externalizarlos de forma espontánea y directa, la atención y la reacción paterna tienen un impacto mucho mayor en su hija.

La aceptación del padre es muy importante. La autoaceptación de su hija y su actitud hacia los representantes masculinos dependerán de ella. El padre debe apreciar la apariencia de la hija sin disminuir sus logros, cualidades morales, actitudes hacia la vida: amarla como es, expresar elogios y cumplidos. También debería apreciar su feminidad y no tener miedo de expresar sus preocupaciones por su apariencia y vestimenta.

De esta manera, él le infundirá un sentido de valor saludable y confianza. Cuando el papá habla con entusiasmo sobre sus cualidades intelectuales y espirituales de su hija, la hará sentir como una persona valiosa. El padre también da forma a las expectativas de la hija hacia los demás, su comportamiento al tratar con hombres a nivel personal y profesional.

Es el primer hombre cuya hija intenta ganar, a quien admira, y a quien puede abrazar. Si el padre no es sensible a sus necesidades, inhibe el desarrollo adecuado de su hija y afecta negativamente sus futuras relaciones con los representantes masculinos. Como resultado de las malas relaciones con su padre, las niñas y más tarde las jóvenes intentan descubrir su feminidad por sí mismas, generalmente de manera negativa.

Esto puede afectar aún más sus relaciones posteriores. La frialdad del padre puede dificultar que la niña muestre sentimientos femeninos y desarrolle sensibilidad para establecer relaciones adecuadas con los hombres. El padre también desempeña un papel importante en la formación de las ambiciones, sueños y deseos de la hija, sus objetivos de vida y sus competencias profesionales.

Es bueno cuando un papá puede alentar la variedad de oportunidades que se le abren. La hija aprende de su papá a manejar a las personas (gestión), gracias a él también aprende sobre los efectos positivos y negativos de un enfoque masculino al trabajo. Una buena relación con su padre también la protege de la dependencia excesiva de su madre.

Cuando el papá no está

¿Qué sucede si en algún momento del desarrollo de la hija, al crecer, su padre se queda sin su participación? El efecto de la falta de padre suele ser muy baja autoestima, falta de confianza e incertidumbre en las relaciones.

Sucede que las chicas que no han tenido contacto con su padre, lo idealizan y en las parejas potenciales buscan este ideal. Tal actitud conduce a la ruptura de nuevas relaciones como resultado de decepciones, cuando resulta que un hombre dado no cumple con estos criterios y es incapaz de cumplir con los requisitos de un ideal imaginario.

También sucede al revés. La mala imagen de un padre a veces hace que una mujer mire a cada hombre críticamente y no puede confiar en nadie. Se siente insegura cuando trata con otras personas, a menudo se considera a ella misma como inferior, más fea, o insuficientemente capaz o sabia.

A menudo, a una edad temprana, busca la aceptación y la adoración en los brazos de los hombres, comenzando las relaciones sexuales. De esta manera, trata de encontrar un sustituto para el amor que no experimentó del lado de su padre. Las molestias o la falta de relaciones con el padre también pueden causar diversas enfermedades, incluida la anorexia; son incluso una causa indirecta de suicidio.

Entonces, ¿cómo es un buen padre? Un buen papá es:

  • Refugio – es un refugio donde puedes resguardarte del peligro, siempre está disponible, es un escudo, un escape y una roca;
  • Un amigo: está disponible para su hija, es cordial, disfruta cuando a su hija le gusta estar con él, compartir sus penas y alegrías;
  • Apoyo en dificultades: siempre puedes acudir a él con tus problemas y él te ayudará a superarlos;
  • Compañero – siempre está con su hija para acompañarla en sus dificultades;
  • Presente en la vida de la niña: cada día está interesado en su hija y le da la sensación de que siempre puede acudir a él;
  • Consejero y guía: su hija puede acercarse a él sin ningún problema, sin críticas ni condenas, la instruye y se preocupa por su pleno desarrollo;
  • Indulgente: no oculta el resentimiento;
  • Confiable

A pesar de las dificultades y responsabilidades, ser padre es una de las experiencias más bellas de la vida. Muchos hombres recuerdan emocionalmente al primer «papá» que escuchó de su hija. Sin embargo, muchos hombres se sienten inseguros como padres, aunque les gustaría criar a sus hijos lo mejor posible. Vale la pena leer guías, libros sabios o buscar asesoramiento en la clínica psicológica y pedagógica más cercana.