Jabón casero de aceite de coco para evitar el acné

El jabón de aceite de coco le brinda a tu piel muchos beneficios. Hidrata, limpia y al mismo tiempo previene la aparición de acné.

Jabón casero de aceite de coco

Aprende a hacer tu propio jabón de aceite de coco en los siguientes pasos. Aquí están los detalles:

Receta casera de jabón de aceite de coco

Ingredientes necesarios:

  • 350 gramos de aceite de oliva.
  • 250 gramos de aceite de coco.
  • 90 gramos de lejía (hidróxido de sodio).
  • 1/3 taza de copos de avena.
  • 1 cucharada de café molido.
  • 220 gramos de café.

Equipo:

  • Termómetro de acero inoxidable.
  • Báscula de cocina.
  • Guantes, gafas protectoras, mascarilla.
  • Cacerola de acero inoxidable.
  • Batidora.
  • Recipiente de acero inoxidable.
  • Espátula de silicona.
  • Toalla.
  • Papel encerado.
  • Moldes de plástico.

Nota: Cualquier recipiente o utensilio que entre en contacto con el hidróxido de sodio debe usarse solo para hacer jabón.

Procedimiento:

1. Medir y mezclar

Mide los ingredientes en tazones separados usando una balanza. Utiliza el recipiente de acero inoxidable para el aceite de coco. Debes estar en un área bien ventilada usando equipo de protección. Agrega la lejía a la cafetera en ese orden, no al revés, y espera hasta que se disuelva. Habrá una reacción química que calentará la mezcla. Déjalo a un lado y quítate la mascarilla y las gafas protectoras si quieres, pero no los guantes.

2. Emulsionar

El aceite de oliva se debe agregar después de que el aceite de coco se haya derretido. Verifica la temperatura de la mezcla con un termómetro de acero inoxidable y compárala con la temperatura de la solución de hidróxido de sodio (lejía). Ajusta las temperaturas de ambos en el rango de 100 a 110 grados (La diferencia entre las temperaturas debe ser de 1 a 2 grados).

Una vez hecho esto, vierte la solución de lejía en la mezcla de aceite y usa la batidora para emulsionar hasta que la mezcla comience a espesar y tome una consistencia similar a la de un pudín. Cuando la consistencia del jabón se espese, agrega el café molido y los copos de avena con una cuchara o espátula de acero inoxidable.

Usa moldes pequeños para poder darles forma y mantenlos en el refrigerador para su posterior uso, así duran más tiempo y sus propiedades no se pierden. Con ello ya podremos disponer de nuestros jabones caseros y beneficiosos para la piel.