La psicología explica por qué las personas inteligentes tienen pocos amigos

Las personas con mayor inteligencia tienen menos amigos que los demás. Cuanto más inteligente sea la persona, tendrá una tendencia natural a estar rodeada de menos personas y solo elegir aquellas relaciones de mayor calidad, sin importar la cantidad. Estas son las principales razones por las cuales estas personas viven de tal modo. 

niños caminando tomados de la mano

Las personas inteligentes tienen  menos amistades

Las personas que son más inteligentes suelen tener cierto comportamiento que las hace diferentes, se muestran muchas veces más aislados que los demás, y tienen necesidades de soledad más fuertes que otras personas, para ellos es más importante encontrar espacio para si mismos que encontrar amistades para pasar el rato, nada más.

1. Están muy metidos en sus pensamientos

Las personas inteligentes están metidas en sus propios discursos, pensamientos y acciones, que pueden ser contrarios a los de sus «amigos». Su mente no está limitada y siempre tiene algo que decir. Piensan de manera diferente a los demás, pero no le molestan sus opiniones al respecto y prefieren darle más rienda suelta a sus propios pensamientos.

2. Se alejan de las conversaciones sin sentido

No tienen tiempo para adaptaciones falsas forzadas o conversaciones sin sentido , tratando de mantenerse al día con lo que todos hacen. Entonces, principalmente pasan el tiempo solas. No le importan las últimas tendencias o la música de moda. No le interesan las cosas materialistas. Tampoco tienen FOMO (miedo a perderse algo de las redes sociales o eventos), así que están bastante contentos de hacer lo suyo. Su mundo parece florecer más por su cuenta.

3. Saben reconocer a los interesados

Pueden ver más allá de la falsa apariencia de las personas, y saben cuándo tomar distancia de las personas que no valen la pena. Estas personas oportunistas son lo que se puede llamar «escaladores sociales». Intentan involucrarse con ciertas personas por el simple hecho de ser populares o simplemente por verse bien; pero una persona inteligente lo sabe reconocer y alejarse de gente así, que por lo general están siempre rodeadas de «amistades» muy superficiales.

4. Hablan menos y escuchan más

Suelen mantenerse al margen y sin intervenir. Se sientan recostadas observando las normas de hoy: la publicación constante en las redes sociales, las máscaras y caretas, las parejas desleales y el comportamiento irrespetuoso. Se desilusionan porque son mucho más maduros y perciben de manera más profunda la realidad que los rodea. Son humildes y se muestran alentadores, pero no dedican su tiempo y confianza a las personas que no lo merecen.

5. No se involucran en el drama

No prosperan como lo hacen los demás. La familia es más importante para ellos, pero no solo se trata de familia en el sentido ortodoxo de la palabra, sino de las personas que ellos consideran como su verdadera familia. Prefieren hacer las cosas de acuerdo con sus propios términos o voluntad y prefieren pasarla bien sin meterse en dramas innecesarios.

6. No necesitan demostrar la valía a nadie

un niño solitario leyendo

Las personas muy inteligentes son felices consigo mismas, independientes y fuertes, pueden mantenerse a si mismas y no suelen confiar mucho en los demás. No necesitan despertarse con el estímulo de parte de los demás ni la aprobación en las redes sociales de sus pensamientos ni su filosofía. Están agradecidos por las pequeñas cosas. No sienten la necesidad de ser aceptados por nadie más que ellos mismos.

7. Reconocen al verdadero amigo

Ya has descubierto quiénes son tus verdaderos amigos, por lo que no sienten la necesidad de tener ninguno nuevo. Son conscientes de quién es curioso y quién está preocupado. Son muy cauteloso cuando dejan entrar a alguien a sus vidas. Eligen personas que compartan sus mismos valores, y con quienes puedan enriquecer los momentos en compañía.

8. Son «almas viejas»

Las personas muy inteligentes se sienten incómodas contando sus sueños a personas de mente cerrada o superficiales. Trabajan duro para lograr sus objetivos y no tienen tiempo para los reveses. El enfoque de una personas muy inteligente es diferente, tienen intereses más trascendentes que solo pasar el rato. Su tiempo está siendo invertido en el crecimiento. No esperan que las personas entiendan lo que están haciendo. Eventualmente, ellos lo podrán ver por si mismo sin necesidad de argumentar.